La igualdad es rentabilidad económica, así que cuando
hablamos de ella, lo hacemos bajo la absoluta certeza de
haber sabido adaptarnos a una realidad presente en un
contexto de crisis. El Gobierno Central, confía en las
políticas de igualdad como parte de la solución y como una
inversión a largo plazo, ya que su rentabilidad se
manifiesta en términos de unas tasas de empleo femenino más
elevadas, a la contribución de las mujeres al PIB, y a la
mejora de los ingresos fiscales. Actualmente, el empleo
femenino en los sectores de la nueva economía sostenible,
representa el 46,6% del total, y en los próximos 15 años
este porcentaje alcanzará el 60% si hay una apuesta decidida
por parte de los agentes económicos, tanto públicos como
privados, por un nuevo modelo productivo. El PSOE sabe que
tiene que ser así porque si se mantiene el modelo
tradicional se dejarán de crear 1,9 millones de puestos de
trabajo femeninos, algo que afectaría notablemente a la
economía del País.
Actualmente, el principal problema con el que nos
encontramos, a pesar de que la brecha salarial de género se
ha reducido sustancialmente en los últimos 15 años, viene de
la mano de la remuneración de las mujeres, que supone el
84,3% de la masculina (16% inferior a la de un trabajador).
Dicha eliminación de la brecha en las tasas de empleo de
mujeres y hombres, nos daría como resultado, un aumento del
PIB en un 19%, permitiendo situar la contribución de la
mujer en torno al 55%, es decir, por encima de la masculina.
Pero además, las mujeres están mostrando una mayor
resistencia al ciclo, pues en los tres años que ha
transcurrido desde el inicio de la crisis, la población
ocupada ha disminuido en 1,9 millones de personas, siendo la
contribución femenina solo del 11% y ha aumentado la
población activa en 900.000 mientras que los hombres activos
se han reducido en 135.700 personas. Es decir, mientras que
la población activa masculina se ha ajustado rápidamente con
el ciclo económico, la femenina continúa creciendo a pesar
del deterioro de la actividad económica. Por tanto, lejos
queda la responsabilidad, si nos olvidamos de priorizar la
igualdad de oportunidades desde una perspectiva de género.
Con todos estos datos es indiscutible que para el Gobierno
del PSOE, la igualdad ha venido constituyendo un elemento
esencial para la construcción de una sociedad más justa y
cohesionada. Iniciativas legislativas como la Ley para la
Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres, implicaron un avance
importante en esta materia, además de numerosas iniciativas
y propuestas del Gobierno que entroncan con la Ley de
igualdad, como: la Ley de dependencia, el Plan Concilia en
la administración pública, las 54 medidas para favorecer la
igualdad entre hombres y mujeres, la Ley de medidas de
protección integral contra la violencia de género, el Plan
de ciudadanía e integración, marcaron el inicio de una
continuidad reflejada en el actual Documento Marco
A debatir en la conferencia política Este trabajo ha
permitido la integración de las mujeres en la actividad
económica y laboral de nuestro país, pasando de representar
el 29% del empleo total en 1985 a superar el 44% en 2010,
con más de 8 millones de mujeres trabajando, reducido el
diferencial respecto a la masculina hasta los 12,5 puntos.
Tenemos que seguir en esta línea, a pesar de las trabas
puestas, por aquellos partidos andrógeno que ponen de
manifiesto la necesidad de reforzar las actuaciones que
contribuyan a la igualdad entre mujeres y hombres en
aquellas CC AA que presentan mayores distorsiones, siendo
Ceuta un ejemplo claro pues es la tercera comunidad con más
paro femenino situándose en el 28, 2%.
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