Ceuta ¿Cautiva y desarmada?

Nuria de Madariaga
opinion@elpueblodeceuta.com
 

Por casualidad no son ustedes “fans” de las frases con reminiscencias históricas y susceptibles de traer gratísimos recuerdos en el plano meramente subjetivo? Juguemos con analogías sin nombrarlas, pero objetivamente el tener que llegar a plantear la cuestión de si la ciudad se encuentra , de alguna manera, “cautiva y desarmada” es algo a la par duro e irritante para la ciudadanía, Y la pregunta que encabeza este modesto análisis es pura síntesis y ahora hay que analizar los extremos y razonar sobre las causas últimas del interrogante para determinar si se adecua o no se adecua a la realidad.

Y la realidad “es la que es”, nada de opciones a la interpretación de la física cuántica sobre percepciones ni redes de energía que resulta muy “cultureta” pero resultan inútiles cuando la energía que nos mantiene de alguna manera “cautivos” y llenos de aprensión es la eléctrica y no la cuántica. Además la primera no falla mientras que la segunda es pura concatenación de incidencias, incidentes, apagones,accidentes, averías y disgustos para los usuarios que ven deteriorada su calidad de vida y alterada su rutina con alarmante periodicidad. Porque no se puede hablar de los fallos eléctricos como de hechos “puntuales” que acontecen con carácter excepcional como sucede en la España peninsular, sino de una sucesión de averías con mayor o mediana repercusión, pero con el suficiente calado como para dar lugar a una auténtica avalancha de quejas, críticas y reclamaciones por parte de los afectados. Y mientras tanto las empresas Endesa y Alumbrado han ido pasándose la pelota y tratando de derivar responsabilidades sin ofrecer respuestas y soluciones claras ni tangibles, hasta hacer necesaria en última instancia, la intervención de un perito, el catedrático Antonio Gómez, de Ingeniería Industrial, que ha realizado un dictamen demoledor en el que se resaltan todo tipo de deficiencias. ¿Y no se podía haber recabado antes el informe pericial para restregárselo por la boca a Endesa y a la Empresa de Alumbrado? Por lo visto no. Y los ciudadanos hemos permanecido cautivos de la capacidad de los generadores de funcionar o de reventar. Cautivos y desarmados porque en caso de avería, cuando los mismos técnicos no saben ni por donde les da el aire ¿Que puede hacer el ciudadano de a pie atrapado en un ascensor o viendo como se le estropea la comida en el congelador? ¿Coger un destornillador y hacerse con un cubo de agua por si está ardiendo una arqueta como pasó el 8 de agosto? Toda la ciudad maldiciendo la arqueta de los cojones que apareció como culpable y luego el dictamen vino a determinar que no era así, que el fallo se había producido en la línea 12. ¿Y por qué no se mantienen las líneas y los generadores bien cuidados, mantenidos, controlados y vigilados?. En comparecencia a fecha de ayer en rueda de prensa tras el Consejo de Gobierno el portavoz Guillermo-Cerebrín-Martínez disertó sesudamente sobre el asunto con amplia profusión de datos, pero lo que ahí quedó claro, al menos para quienes somos de letras y vemos las ingenierías como tareas de Titanes, es que “la red eléctrica no tiene toma de tierra” ¿Cómo “que la red eléctrica no tiene toma de tierra”? ¡Y encima desde 1.920! Pregunta : ¿Y es que se han venido a enterar “ahora” de la deficiencia? Y que no digan que se trata de una deficiencia “insalvable” como cuando se habla en el Derecho Penal del error como circunstancia modificativa de la responsabilidad criminal y se distinguen dos tipos de error: el salvable y el insalvable. ¿Y en qué se diferencian? Pues en que el “error salvable” se puede superar poniendo la diligencia debida, es decir que hay posibilidad de enterarse y de informarse si te tiene interés en hacerlo y el “error insalvable” es el que, aunque pongas todos los medios a tu alcance no se puede superar, vamos, que no hay manera. ¿Y que es tener la red eléctrica de una ciudad sin toma de tierra desde el año 1920, salvable o insalvable? Pues ni una cosa ni la otra, es sencillamente una increíble putada para Ceuta con el concurso necesario de sucesivos responsables-irresponsables capaces de escribir y convertir en best-sellers una “Antología de la Negligencia”.

Me preguntan que “cómo se hace” una toma de tierra. Y respondo que se alarguen en busca del catedrático Antonio Gómez que para eso ha realizado la pericial y es ingeniero, servidora es abogado y aunque mujer virtuosa confieso que eso de “la toma de tierra” me suena a poner los cables por la tierra pero ni sé como, ni de qué manera y me autoinculpo de que me da miedo hasta poner una bombilla no me vaya a dar “la corriente”. ¿O es que se creen que las marujas somos Edison? Bastante tenemos con “lo que tenemos” que es estar viviendo de rodillas en Ceuta a la espera del próximo apagón y la que se atreva a coger el ascensor con las bolsas de la compra con un perenne pellizco en las tripas cuando se aprieta el botón, porque nunca sabes si vas a salir por tu propio pie o con la ayuda de los bomberos.¿Y cabe mayor sensación de cautiverio que vivir con la incógnita de “cuando toca quedarnos a oscuras”?. ¡Espeluznante! (que diría Aróstegui). Cautiverio que además se ha mantenido contra viento y marea y con insana recalcitrancia por parte del Ministerio con el concurso impagable de las Autoridades locales porque ¿Cuantos años hace que podría estar funcionando el cable submarino con la Península? La sensación imperante es que se han echado los pulmones de puros ímpetus con las “bonificaciones de los cojones” y los temas económicos y aduaneros, mucho maquinar y discernir para atraer inversiones e inversores a Ceuta, empresas y empresarios para generar prosperidad, trabajo y riqueza, eso, eso y cuando desembarquen se va teniendo con ellos “la elegancia social” del regalo de un paquete de velas y un mechero para que se alumbren cuando llegue la avería de turno que les reviente los sistemas informáticos y les joda los corazones cableados de los ordenadores. ¡Valiente panorama! ¿Y no hubiera sido lo primordial apretar al Ministerio, insistir, rabiar, azuzar a la ciudadanía, reclamar y llegar al borde de la rebelión ciudadana exigiendo el cable submarino que nos traiga la electricidad? ¿O es que no ha podido ser hasta ahora porque ese tipo de cables acaban de aparecer en la Feria de las Nuevas Tecnologías? Pues no, no acaban de aparecer pero lo mismo “interesa” que Endesa y el Alumbrado,( sin una mísera toma de tierra, con los cortafuegos fallando más que la Justicia y no por debajo de los estándares de calidad sino con los estándares de calidad de las tiendas de los chinos,) que estas empresas calamitosas nos mantengan “cautivos y desarmados”, eso sí, con mucho “churreteo” de que les van a expedientar, multar y sancionar ¿Y esas sanciones en qué repercuten y cómo se resarce a los ciudadanos?. En nada. Y por cierto ¿Cuales son los dineros que se necesitan para el cable submarino principal más el segundo cable submarino por si se avería el primero? Aquí nadie pía sobre cantidades presupuestadas, mucho “borrador estratégico” y muchos formalismos capaces de generar resmas de documentos e infinidad de reuniones, consultas, cónclaves y conchabanzas ¡Y encima llevan un “borrador estratégico” y no un “informe estratégico” en condiciones! Sí, porque el día 20 de octubre se van a reunir en Madrid en el Ministerio de Industria con los responsables en plena recogida de papeles para largarse ¡Qué sentido de la oportunidad! Ganas de dificultar las cosas, de enrollarse en la picha de un chanquete y de no esperar al 23 o 24 N y llegar con las cuentas bien hechas a pedir los dineros a los del PP. ¿Que barruntan por tal de incordiar a las personas honestas y de moral acrisolada? ¿Que haga el favor de no opinar porque ni soy técnica, ni entiendo de ingeniería, ni soy el catedrático del dictamen pericial? De acuerdo no lo soy, pero pertenezco al contingente de “cautivos y desarmados”, que no somos el Ejército Rojo ni quemamos conventos, sino ciudadanos normales hartos de pasar fatigas en los apagones y eso me legitima para opinar, discernir, argumentar , analizar y decir que “esto” resulta demasiado alevoso como para ser cierto. Y no obstante lo es.