El director general de Tráfico,
Pere Navarro visitó ayer Ceuta de la que le encandiló -dijo-
su dinamismo al comprobar cómo a horas tempranas había mucha
gente haciendo ‘running’ -vamos, corriendo- y que la niebla
de la mañana le recordaba a Rotterdam. Al margen de ello, el
responsable de Tráfico con cuya gestión se impuso el carné
por puntos y se gestionó la velocidad máxima hasta 110 km/h
durante un tiempo para ahorrar combustible y evitar
accidentes, dio ánimos a la plantilla de funcionarios de la
ciudad autónoma vinculado a su departamento, conoció Ceuta y
se lleva, al menos en la cabeza, los problemas que surjen en
una ciudad sin espacios ni para prácticas ni para exámenes,
pero al menos dio ánimos, que en estos tiempos no vienen
tampoco mal.
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