Y a es un hecho: el gobierno socialista de Zapatero y
Rubalcaba ha renunciado a crear empleo y nos condena a
perpetuidad a la precariedad laboral. Asistimos a un
episodio más de lo que ya es una nota característica de este
gobierno: la continua improvisación.
Hace tan sólo un año, en junio de 2010 modificaron la
normativa laboral pretendiendo, decían, fomentar la
contratación estable aumentando la indemnización a pagar en
caso de despido para los contratos temporales. El resultado
ha sido más paro y la disminución de los contratos
indefinidos. Todo un “éxito”.
Los hechos son irrefutables: en julio de 2011 se firmaron
90.000 contratos indefinidos frente a más de 1.250.000
contratos temporales. Ahora se sacan de la manga una nueva
medida, improvisada y sin consenso, la posibilidad legal de
encadenar contratos temporales, algo que era impensable hace
tan solo unos meses ni tan siquiera al nivel de propuesta de
debate, y nos lo quieren hacer aparecer como una mejora en
aras a luchar contra el desempleo. En definitiva: se da otro
bandazo favoreciendo la precariedad laboral, al eliminar el
límite de los contratos temporales. Pero eso sí: esto es
progresista, porque lo hace un gobierno socialista. Vivir
para ver...
Seamos francos con el pueblo español: la realidad es que el
gobierno socialista de Zapatero y Rubalcaba quiere que los
contratados temporales no pierdan su empleo exclusivamente
hasta las elecciones, sin preocuparse de lo que pase después
con ellos.
Quieren llegar al 20-N con los contratados temporales
prorrogados en lugar de fomentar la contratación estable. No
se preocupan de fomentar las condiciones necesarias para que
se termine con esta sangría de destrucción de puestos de
trabajo y para que las empresas, los emprendedores, apuesten
de nuevo por la creación de empleo. Les basta con medidas
cortoplacistas que condenan a meses de inseguridad y de
precariedad.
Desde las organizaciones empresariales hasta los propios
sindicatos critican la última improvisación laboral del
gobierno socialista: unos piden más flexibilidad e insisten
en la necesidad de reformar el contrato a tiempo parcial.
Los sindicatos creen que aumentará el fraude de ley y
perpetuará la precarización laboral.
Y mientras tanto seguimos en este marasmo que en nada
contribuye a que de una vez por todas se avance hacia el
empleo. Y mientras tanto los verdaderos perjudicados por la
inacción (quizás habría que decir “la mala acción”) del
gobierno son los jóvenes: más del 45% de los jóvenes
españoles están en el paro.
Este dato tan escandaloso, sin parangón en la reciente
historia española y que hubiera llevado a cualquier gobierno
decente a presentar su inmediata dimisión, sólo hace a este
gobierno pensar en estas soluciones: que se encadenen los
contratos temporales. Lo decía en el comienzo de estas
líneas: han renunciado a crear empleo, han tirado la toalla…
El Partido Popular por el contrario no tira la toalla y ha
propuesto un Plan de Empleo Juvenil serio y completo:
apostamos por incentivar la contratación definitiva porque
en España no hacen falta más temporales prolongados sino
estables. Necesitamos políticas de futuro que confíen en el
papel fundamental de los emprendedores y de la formación.
Hay que reorientar el sistema fiscal hacia la verdadera
prioridad de los españoles: crear empleo. Y sin embargo
todas estas iniciativas son rechazadas por el voto
mayoritario de los socialistas en el Congreso de los
Diputados.
En fin, ante todo este panorama solo nos queda pensar que de
una vez por todas… Empieza el Cambio. Y que los españoles,
soberanos y conscientes, sabrán juzgar y decidir en el
momento de elegir para los próximos cuatro años. Queda la
esperanza.
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