Tres heridos y un detenido protagonizaron el desenlace de un
nuevo enfrentamiento entre argelinos y subsaharianos en el
Centro de Estancia Temporal para Inmigrantes (CETI), y como
consecuencia también con los vigilantes de seguridad. El
suceso se produjo a última hora de ayer al cierre del turno
de comedor, pasadas las nueve de la noche. Según explicaron
testigos presenciales, un subsahariano llegó tarde a la cena
y al prohibirle el acceso, éste se encaró con uno de los
guardias ya que el día anterior habrían permitido a un grupo
de argelinos hacer la última comida fuera del horario
establecido.
Los reproches y la convivencia entre más de medio centenar
de personas fueron el detonante por el que ayer un nuevo
enfrentamiento entre los inmigrantes del CETI se saldó con
tres heridos y un detenido.
La algarada se produjo pasadas las nueve de la noche, justo
al cierre del comedor cuyo horario está establecido entre
las 20:00 y las 21:00 horas. Según explicaron testigos
presenciales de los hechos a este medio de comunicación, un
residente de origen subsahariano llegó tarde al turno de
comidas y al prohibírsele el acceso, se encaró con uno de
los vigilantes de seguridad. Al parecer, el residente
reprochó al guardia que el día anterior un grupo de
argelinos había sobrepasado la hora de la cena y se le
permitió la entrada a dicha sala.
Los ánimos se fueron encendiendo y el roce llegó pronto
cuando un grupo de subsaharianos, por un lado, y otro de
argelinos, alcanzaron las manos, por lo que los ocho
vigilantes de seguridad tuvieron que intentar mediar en el
conflicto, del que salieron mal parados dos de ellos que
resultaron heridos. De la misma colisión, uno de los
inmigrantes resultó lesionado, saliendo del centro con el
brazo en cabestrillo.
Debido a la gravedad que presentó la situación, los propios
trabajadores del Centro de Estancia Temporal para
Inmigrantes (CETI) dieron el aviso a los Cuerpos y Fuerzas
de Seguridad del Estado, que cortaron el acceso a las
instalaciones del Jaral y dejando más de diez vehículos en
fila en el primer saliente de la carretera. Ya a las puertas
del centro, otros tres furgones policiales y coches
patrullas permanecieron a la espera de una intervención
mayor.
Pasadas las diez de la noche, y tras la detención del
subsahariano, la calma fue llegando al CETI, aunque
previamente los trabajadores tuvieron que abandonar sus
puestos de trabajo y mantenerse en la entrada del centro por
motivos de seguridad.
Los mismos testigos presenciales mostraron a este diario
algunos de los objetos con el que incluso los inmigrantes se
agredieron y con el que lesionaron a dos de los vigilantes
de seguridad, entre ellos, una especie de tubería de poco
más de metro y medio. El personal del centro, preocupado por
sus compañeros y por la situación de tensión vivida, apenas
tuvieron palabras cuando los agentes de la Policía Local y
la Nacional accedieron al recinto y les abrieron paso para
que ellos salieran de allí.
Durante la madrugada y previsiblemente en la jornada de hoy,
un zeta del Cuerpo Nacional de Policía permanecerá en el
acceso al Centro de Estancia Temporal para Inmigrantes (CETI).
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