PORTADA DE HOY
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OPINIÓN - MARTES, 13 DE
SEPTIEMBRE DE 2011 |
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OPINIÓN / ANÁLISIS |
Elogio a la eficacia y a la
operatividad |
Nuria de Madariaga
opinion@elpueblodeceuta.com
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Si nos referimos al dramático
suceso acontecido en la noche del domingo en el muelle que
tuvo como luctuoso resultado la muerte de dos hermanos
marroquíes, tenemos que hacerlo aludiendo a un “trágico
accidente”. Tan inesperado como imprevisible y dicen algunos
que debido a un fallo u error en la conducción del vehículo
que se precipitó al mar, pero en este caso en concreto no se
puede buscar a “los culpables” porque el muelle estaba
señalizado y con las pertinentes medidas de seguridad.
No obstante, la crudeza de los hechos motivó el horror y el
nerviosismo de los testigos y comportamiento heroicos por
parte de los presentes, especialmente el personal de la
cercana cafetería Manhatan, que se lanzaron directamente al
agua, negra como la pez, para tratar de ayudar en la medida
de sus posibilidades mientras atendían a la llegada de
emergencias, los bomberos, la Benemérita y la policía. El
despliegue de servicios fue espectacular, todos movilizados
y operativos en poco menos de veinte minutos, porque desde
el momento en el que se realizó el primer aviso al acto
mismo de la inmersión de los buceadores pasó un corto
espacio de tiempo habida cuenta el largo desplazamiento y la
colocación de los equipos necesarios para llevar a cabo el
rescate. Y todo ello rodeados por una serie de testigos,
totalmente alterados y enervados, como siempre sucede cuando
el accidente en el que se tiene que operar es bajo el agua y
se sabe que hay un margen muy escaso, de pocos minutos, para
evitar el ahogamiento. En este supuesto y cronometrado
minuciosamente el tiempo en el que se efectuó el despliegue
podemos estar barajando criterios de excepcionalidad, tanto
en la rapidez de la reacción como en los niveles de eficacia
del Servicio de Emergencias y de las fuerzas actuantes con
especialísima mención de los bomberos. Pero lo que faltaba
era el tiempo que separa el rescate de la tragedia y que es
el bien más escaso en accidentes de vehículos sumergidos y
de vehículos que se incendian por un accidente con sus
ocupantes en el interior. En las tragedias lo peor son el
fuego y el agua porque conllevan dificultades añadidas, algo
que pueden no entender los espectadores y testigos del
siniestro que siempre reprochan por sistema “la tardanza” y
el que “no se llega a tiempo” pero el tiempo es de lo que se
carece en estos casos cuando son unos pocos minutos lo que
separan la vida de la muerte de las víctimas.
En resumen, una madrugada convulsionada por un siniestro que
movilizó a tal número de efectivos que hubieron zonas de la
ciudad donde se pensó que se estaba llevando a cabo algún
tipo de simulacro por parte de las fuerzas actuantes o que
se estaba montando algún operativo como ejercicio.
Desafortunadamente los hechos eran reales y la muerte se
cruzó en el camino de los dos hermanos a quienes tan solo se
podría haber salvado rescatándoles del interior del vehículo
en los primeros cinco minutos si existieran, al igual que
los socorristas en las playas, buzos destacados en cada
muelle de Ceuta con el equipo preparado y dispuestos tan
solo para colocarse la bombona y la mascarilla. Pero eso es
imposible. Al igual que no es posible destacar en una
autopista a motoristas de la Guardia Civil cada cien metros
y ambulancias en cada tramo para actuar en caso de
siniestro. Lo cierto es que, cronómetro en mano y según
testimonios directos, el grado de eficacia superó al
exigible, se actuó con toda la rapidez que fue humanamente
posible, el Servicio de Emergencias rizó el rizo y se superó
a sí mismo, la coordinación entre los diferentes Cuerpos fue
absoluta y se intervino con auténtica profesionalidad tanto
en el rescate como en los desesperados intentos de
reanimación aplicando todas las técnicas, pero en este caso
no hubiera servido ni una cámara hiperbárica de las que se
utilizan cuando ha faltado el oxígeno al cerebro unos
minutos y aún existe vida vegetativa por lo que se trata de
recuperar la actividad cerebral. Los ahogamientos son muy
traicioneros y en los primeros minutos la suerte ya está
echada y se rescatan directamente cadáveres sin posibilidad
de ser reanimados. Un trágico accidente en el que no ha
existido el imprudencia o negligencia de una falta de
señalización, una mala iluminación o cualquier otro defecto
achacable al puerto que pudiere derivar en responsabilidades
civiles o indemnizaciones, ahora serán los peritos actuantes
quienes den su versión de los hechos y determinen con
exactitud el fallo o el error cometido por el conductor del
vehículo para así poder explicar de forma las distintas
secuencias del siniestro.
Un accidente dramático que ha derivado en el drama personal
de las familias de los fallecidos y al tiempo una gran
demostración de “cómo” y “de qué manera” los Servicios de
Emergencia reaccionan ante un hecho de este calibre, ahí
quedan patentes su celeridad, eficacia y operatividad.
Podemos sentirnos seguros con las capacidades de quienes
están llamados a intervenir en los sucesos más
traumatizantes y dolorosos. Lo han demostrado.
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Nuevo curso = Nuevas
expectativas |
Nuria de Madariaga
opinion@elpueblodeceuta.com
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Es evidente que el curso escolar
que ahora se inicia va a ser especialmente duro en toda
España porque la crisis económica, a la que la pésima
gestión y estulticia supina de nuestros Desgobernantes nos
han abocado, se ha traducido en recortes de todo tipo,
comenzando por una drástica reducción del profesorado en
prácticamente todas las Autonomías. Así centros públicos que
ya eran bilingües español-inglés (para nosotros, dado
nuestro nivel, una proeza, para el resto de la UE el
trilingüismo es normal) se quedan sin los suficientes
maestros como para continuar con el sistema. Por no hablar
de los cientos de lugares de nuestra geografía en los que
los alumnos dan clases en “aulas prefabricadas” que no son
más que barracones con tabiques y diez servicios para
doscientos alumnos y ello sin hacer referencia al grado de
deterioro de la mayor parte de las escuelas e institutos
construidos en la década de 1970 y 1980. ¿Y repercutirán
también los recortes en los niños y niñas que habitan en los
núcleos rurales y han de viajar diariamente kilómetros para
ir al colegio? Viajar en el transporte escolar que va
recogiendo a niños de los pueblos y aldeas a pie de
carretera y andar a veces kilómetros con la nieve a la
altura de los tobillos hasta llegar a la carretera comarcal
donde se encuentra la parada. La vida de miles de niños del
medio rural español no es precisamente idílica. Pero tampoco
fue excesivamente idílica la enseñanza en la dura España del
pasado siglo y menos aún del anterior y no obstante, a
fuerza de múltiples reglazos, sabañones en los dedos durante
los inviernos en las gélidas y sombrías aulas e inenarrable
desgaste de codos, las sucesivas generaciones fuimos
saliendo hacia delante y si nosotros conseguimos
“sobrevivir” a “aquello” los privilegiados niños del país de
los derechos y las garantías “lo tienen chupado”. Hasta los
que dan clases en los barracones, usan el “servicio
despertador” (asistentes sociales van por las casas de
familias de enclaves marginales “despertando” a las madres y
a los niños para que vayan a clase) y pueden comer porque en
la escuela les dan el pan y la leche por las mañanas y un
plato de rancho más los inevitables “palitos de merluza”
fritos al mediodía, para el resto hay que hacer la fila de
Cáritas. La vida de los alumnos hijos de parados de larga
duración o procedentes de enclaves “difíciles” con los
padres ya sin los cuatrocientos euros de “la paguilla de
Zapatero” y con la endémica escasez de becas que existe (las
ayudas o se dan con cuentagotas o directamente no se dan y
que los padres se busquen la vida) la vida de los chavales
de la España “real” es bastante dificultosa. Pero, como
logran seguir adelante, con el mínimo de ayuda y en un
entorno hostil (sobre todos los niños y niñas que tienen a
uno o a los dos progenitores en prisión) el esfuerzo y la
voluntad de estos alumnos no suman dos sino que suman
cuatro. Y para los niños y niñas de la España que hace colas
en los comedores de beneficencia al menos una vez al día y
que reciben los libros de texto de segunda mano que va
recogiendo la parroquia, para ellos se ha iniciado el curso
escolar con recortes, pero como sus vidas ya están de
antemano “recortadas” aprovechan el privilegio inestimable
de tener derecho a la educación si son sensatos y sus padres
se lo han inculcado o lo desaprovechan, según la naturaleza
de cada cual
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¿Sociópatas, pirómanos o
saboteadores? |
Nuria de Madariaga
opinion@elpueblodeceuta.com
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La ciudadanía clama embravecida
“¡Que se pongan las pilas el Delegado de Gobierno y la
Policía!” Y digo yo ¿No sería más sensato el ponerle “las
pilas” a un buen sistema de cámaras de videovigilancia?
Porque toda colectividad tiene su contingente de sociópatas,
pirómanos y saboteadores y también de policías para
detenerles, jueces para imputarles y fiscales para formular
el temido escrito de acusación. Porque la quema de
vehículos, con el riesgo que ello conlleva es un delito que
se castiga con penas muy duras y que supone el ingreso del
incendiario en prisión ya que nuestras Leyes Penales “no
bromean” precisamente con la provocación de incendios cuando
conlleva riesgos para las personas y la quema de un vehículo
que puede explotar e incluso producir y propagar el fuego es
un delito de extrema gravedad. Pero partiendo de unos
mínimos conocimientos de psiquiatría forense los incendios
no parecen deberse a la culminación de la paranoia de algún
pirómano local ya que ese tipo de enfermo no puede
sustraerse al encanto de permanecer en el lugar o por las
inmediaciones hasta que el retén de bomberos sofoca las
llamas porque ahí está el quid de su patología y como en
este supuesto de quemas de coches la reiteración es absoluta
en una ocasión o en la siguiente los bomberos o la policía
hubieran sorprendido al sujeto.
Y del pirómano al sociópata que es el perfil de tantos
delincuentes comunes que normalmente se encuentran ya
reseñados por delitos de diversa índole desde robos con
violencia en las personas o con fuerza en las cosas,
lesiones, daños y salud pública. El sociópata es
multifactorial y toca todos los registros de la delincuencia
amen de que suele delinquir asociado con otros tipos de su
catadura formando bandas o pandillas y en este supuesto la
provocación de incendios no sería más que otro exponente de
una patología que comparte con el psicópata el absoluto
desprecio a las normas sociales y a las leyes, la carencia
de empatía y la ausencia de arrepentimiento. Para ellos el
delinquir es una forma de vida y si se contara al menos en
algún punto de la ciudad con las tan necesarias cámaras más
un escarbe en los ficheros la identificación estaría
asegurada porque la eficacia policial en esta ciudad está
totalmente fuera de dudas. Aunque, tal vez ni una cosa ni la
otra sino que sea un tema de algún tipo de venganza o
represalia contra la empresa que gestiona la planta
descontaminadora, esa hipótesis o conjetura ya la destaqué
en este diario hace relativamente poco tiempo. No hay que
olvidar que con la crisis se han realizado muchos recortes
de plantillas, los empresarios tienen deudas y hay mucho
escualo suelto por el panorama empresarial dispuesto a
zancadillear al contrario, en este caso a la empresa que
realiza la descontaminación, a fuerza de trucos maliciosos
como tratar de hacerla trabajar por encima de sus
posibilidades para que tenga problemas de rendimiento o
tramar algún tipo de putada similar. Pero si se trata de
venganzas empresariales lo que nos consta es que el rival no
va a ir en coche por Ceuta a la busca de vehículos con
aspecto de abandono para sacar del maletero la garrafa con
la gasolina, rociar la carrocería y acercarle la cerilla.
Para ese tipo de acciones siempre se contrata a un propio,
es decir, al sociópata o al “chorizus vulgaris” (esta
definición procede del Derecho Romano) se le dan los sesenta
euros de rigor de los “trabajillos” y se confía en su
discreción y en la de los colegas que le acompañen o a
quienes relate sus hazañas. Silencio total. Sin fisuras. Al
menos hasta que la Delegación de Gobierno emita un
comunicado ofreciendo una recompensa a la persona que de
forma discreta y con garantía de anonimato absoluta,
proporcione pistas para detener al incendiario. La cantidad
no tiene que ser exagerada, con mil eurillos va que chuta
porque aquí no se da el perfil de los kosovares ni se trata
de un secuestro-exprés de colombianos y por una cantidad
comedida en estos tiempos tan malos se resquebrajan
lealtades y se cuestionan amistades, de hecho los dineros
vienen de fábula “para ir tirando” y el de la garrafa de
gasolina que se joda. Ya ven, tesis, hipótesis y conjeturas
que siempre nos llevan a la maldición bíblica del dinero
porque la gente es muy aviesa y ya no se conforma con
llenarse el buche y quedarse hartitos de maná caído del
cielo, sino que quieren oír declinar la primera persona del
indicativo del verbo “pagar”. Así que cámaras,
investigaciones, que llamen al CSI versión ibérica para que
llegue con el polvillo blanco para sacar huellas y con las
bolsas de plástico para meter dentro las latas vacías de
coca cola y los condones usados que se encuentren por los
aledaños, por mor de extraer el ADN, pero como aquí y hasta
dentro de tres meses no se va a reseñar a “todos” los
malandrines amen de con la huella dactilar con la huella
genética, el ADN se lo pueden meter por ahí mismo. Pistas,
vestigios, pruebas materiales, concurso de la policía
científica, preguntar en las gasolineras para ver si algún
mierda reitera la compra de la garrafa de gasolina, revolver
en los archivos, hacer perfiles psicológicos...
Y luego ofrecer una recompensa para incentivar a los
chivatos y que se motiven con pensar que se van a ir a
gastarse los dineros al Eroski. Para mí que eso es lo mejor
y no es que tenga mala opinión de la naturaleza humana sino
que las cosas son como son y la vida es como es y
“aceitunita comía huesecito en mano” y poderoso caballero es
don Dinero ¿Que les voy a contar que ustedes no sepan ya?.
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OPINIÓN / SERPIENTE DE VERANO |
El verano que se va... |
Nuria de Madariaga
opinion@elpueblodeceuta.com
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Que poco le queda ya a esta
serpiente! por mor de lo de “tempus fugit”. Luego,
lógicamente, la serpiente será otoñal y dentro del otoño no
dudo que aparecerá la serpiente “triunfal” porque ya estamos
en precampaña con los 14 puntos de diferencia y el PSOE
tratando de copiar de forma apresurada las ideas ampliamente
expuestas con anterioridad por Mariano Rajoy en lo referente
a opciones frente a la crisis. Pero no hay nada que hacer y
hay aún menos que rascar, excluyendo por supuesto los
sobaquillos de los faisanes pulgosos y chivatos, los
alevosos folios de las escuchas de los gurteles y los
incómodos tiquismiquis montajistas de las malayas y de los
saqueos. Trabajo hay. Y también Jueces de Instrucción para
imputar al Gobierno de la Generalitat si incumple leyes. Y
de paso se puede dar un paseo con la Fiscalía y empezar a
tirar de los largos hilos de veinte años de subvenciones y
despropósitos en los gobiernos regidos por los
nacionalistas, tan amigos de las nebulosas y de las
estrambóticas embajadas de Carod Rovira. Aquí “las cuentas
claras y el chocolate espeso” más una larga charla con el
que será ex-Fiscal General Conde Pumpido y con sus palmeros
de cabecera. De hecho los vientos de nuestros esotéricos
mares atlantes nos traen noticias de cuán entretenidos vamos
a pasar los próximos veinte años echando las cuentas y
metiendo las mangueras a presión para quitar la mierda y
luego el amoníaco y dale que te pego con los cepillos para
desinfectar. Porque aquí, en esta España que han querido
enfrentar y partir en veintidos, hay que fregotear más que
en la averiada central nuclear de Japón y meter más
descontaminante porque la maldad contamina más que la
radiactividad de los tanques. Y no se crean que las personas
virtuosas, como lo es servidora de ustedes y eso todo el
mundo lo sabe, nos fiamos de que “estos bichos” se vayan
callandito y por las buenas. El temor de muchos es se pongan
en comandita con los luciferinos, los diabólicos, los
Illuminati o con los majaretas de alguna secta satánica y
quieran hacerle daño a nuestro Valle de los Caídos. Que es
una basílica cristiana antes que monumento y no hay que
olvidar que el gobierno ateo de ZP llegó a prohibir la
celebración de la santa misa en el interior de nuestro
templo y puso a policías para asustar a los cristianos, así
que los monjes tenían que celebrar el sacramento en la
carretera con los fieles y vigilados por los guardias de
Rubalcaba ¿Y creen que “eso” se nos va a olvidar a los
creyentes? Puede que en el otoño caigan las hojas y caigan
los gobiernos, pero lo que no va a caer ni a decaer es la
capacidad de recordar de los españoles. Ni nuestro legítimo
deseo de que Rajoy eche “las cuentas” que es el más
ferviente deseo de sus millones de electores : estar ahí
para verlo. Y que nadie se vaya de rositas porque sería la
peor traición de la que podríamos ser víctimas y que tenga
en cuenta que bastante quina hemos tragado, bastantes
humillaciones y cristianofobia hemos padecido y bastante
dictadura de los bancos hemos sufrido. Por eso este será el
otoño de la regeneración, un primaveral otoño de renacer
como el ave Fénix de las cenizas y para mayor escarnio de
los ateos y de los apóstatas, en noviembre ya olerá a
Navidad y el nuevo Gobierno de Rajoy tomará posesión justo
dos días antes de que un Niño chiquito nazca en un portal en
la noche más hermosa del Universo. ¿De regalo al
chiquirritín? Un cartel de artesanía con la leyenda
“Tribunal Constitucional Go home” y otro “Dios y España”.
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