Ando paseando por la playa cuando
me encuentro con un amigo, compañero del Casinet, que
después del saludo de rigor me pregunta una cosa inaudita.
La pregunta era si me he enterado de que Alberto Fernández
Díaz ha muerto.
Esa pregunta me dejó anonadado, asombrado, confuso,
desconcertado, estupefacto, patidifuso, sorprendido…
resultaba imposible encajarla.
Pregunté a mi vez cómo ocurrió y cuando. La respuesta fue
más amarga aún; la noticia venía en ‘La Vanguardia’.
Eso me dejó sin ganas de seguir paseando y por ende regresé
raudo a mi casa para consultar la trágica noticia por
Internet.
Mientras caminaba de vuelta iba pensando en Alberto
Fernández Díaz, uno de los escasos políticos del PP catalán
que me cae bien por conocerlo de hace años y tratar algunos
asuntos con él.
Joven, bastante joven y jefe de filas del PP en el
Ayuntamiento de Barcelona. Motorista en su ciudad, como yo
en la mía, siempre se trasladaba en un scooter como el mío.
Todo eso resultó una enorme mentira, un bulo dañino, una
broma de extremado mal gusto.
Venía en una página digital de ‘LaVanguardia.com’ copiada
fraudulentamente y modificada con la noticia del
fallecimiento del popular Alberto Fernández Díaz.
Aunque bien pudiera ser una especie de cortina de humo.
Al PP catalán, en cuestión de minutos, se le ha venido
encima Catalunya por culpa del alcalde de Badalona, Albiol,
y su tremenda metedura de pata y harán todo lo posible por
atizar el fuego de cara a las elecciones.
Por lo que no deja de ser una duda razonable que sea alguien
del propio partido, aunque sea por una noticia falsa y
nefasta, ya que para el PP, según manifestaciones de Rajoy,
todo vale con tal de conseguir sus fines.
En definitiva, estas acciones ya pasan de mancha de aceite.
El o los impresentables que han difundido ese bulo habrán de
cargar con las consecuencias. No todo vale y menos jugar con
la vida de una persona.
Espero que no perdamos el norte.
Por otra parte, la manifestación de Rajoy acerca de que los
incidentes de la pasada Diada están provocados por una
minoría es cierta: los han ocasionados los escasos políticos
peperos.
De paso advierte al Gobierno catalán que estará
deslegitimado si no cumple la sentencia del Tribunal
Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) en el tema de la
inmersión lingüística.
Vamos a ver.
Primero, todo el mundo tiene derecho a presentar recurso
contra cualquier sentencia hasta que llegue al límite ¿no?,
sí señor. Hasta entonces no puede quedar, de ninguna manera,
deslegitimado.
Cuide sus palabras, sr. Rajoy. Asesórese antes de formular
afirmaciones tan tajantes y haga cumplir, ya que estamos en
esto, las sentencias de los distintos tribunales contra los
propios militantes peperos, muchos con cargos de
responsabilidad.
Segundo, deseo manifestar mi malestar contra la Sexta TV,
concretamente con sus telediarios por desinformación con
visos de castigo penal al referirse, reiteradamente, que la
sentencia la ha realizado el Constitucional.
Otro bulo que hace confundir a los españoles. La sentencia
sobre la inmersión lingüística la ha hecho el TSJC, no el
Constitucional.
Por otro lado, el propio Rajoy manifiesta sobre el catalán
“Yo jamás he tenido el más mínimo problema a la hora de
manejarme en cualquier sitio”, recalcando que por la calle
no existe ese problema… ¿en qué quedamos Mariano?
Se te ve el plumero, muy amplio, allá donde vas manifestando
curiosidades contradictorias.
En fin. La vida sigue, yo también y con la deslegitimación
por bandera ¿o no?
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