PORTADA DE HOY
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OPINIÓN - LUNES, 12 DE
SEPTIEMBRE DE 2011 |
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OPINIÓN / ANÁLISIS |
Lo que se espera de
nuestros futuros candidatos |
Nuria de Madariaga
opinion@elpueblodeceuta.com
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Les adelanto que los
apercibimientos efectuados con tono desabrido me causan un
profundo malestar. Y no, no tengo ninguna nueva teoría
mística sobre el presunto paradero del abducido Codex
Calixtino ni soy la Interpol para alargarme en busca de los
Neotemplarios o los Iniciados de cualquiera de las numerosas
Escuelas Mistéricas y requerirles para que, una vez
desentrañada la clave de la obra y dilucidado el secreto, la
devuelvan a su húmedo y siniestro lugar de origen. A mí que
me registren. Como Codex y obra iniciática en la Ruta
Pepebea (que no Jacobea) hasta llegar a la Moncloa me
interesan los dictámenes y la sabiduría esotérica que se
pueda extraer de nuestro entrañable Pepextino y dentro de él
los elementos humanísticos que han de converger como
“condictio sine qua non” en nuestros futuros candidatos de
quienes esperamos mucho y muy importante. Tanto a lo largo
de la campaña electoral que ahora iniciamos como en el
momento en que apalanquen sus peperas posaderas en sus
respectivos escaños, porque nuestras expectativas con
respecto a Paco Márquez, Luz Elena y Cucurull no se
circunscriben a un diminuto discurso localista que se ciña a
Ceuta y que gire exclusivamente en torno al ombligo atlante
y templario de esta ciudad. Se quiere más y se espera mucho
más. ya que antes que ceutíes somos españoles y nos duele
cada milímetro de nuestra Iberia Vieja cuyos problemas,
todos los problemas, son compartidos en el pensamiento y
desde el sentimiento. Porque una cosa son las elecciones
municipales y autonómicas que resultan a todas luces muy
exclusivistas y del puro terruño autóctono, porque son así y
no de otra manera y otra muy distinta las Generales y la
llegada al poder con la terrible responsabilidad que ello
conlleva ya que se trata de “algo más” que centrarnos en las
bonificaciones de los huevos, que sí, que no, que voy que
vengo; ni tampoco en los intereses concretos de Ceuta, que
si ha habido un corte de agua en el Príncipe, que qué pasa
con los ficus de las Puertas del Campo ya que se exige que
rueden cabezas, que hay fracaso escolar pero no se contrata
a un par de instructores del Método Kumón para entrenarle la
sesera a los niños ni tampoco se contrata a buenos
logopedas, que si en el Paseo de las Palmeras las arquetas
están “de aquella manera” y a veces huele a alcantarilla
hedionda, que los de Caballas quieren meter las narices en
las contrataciones y el electorado del PP se pone hecho una
fiera y dice que “de eso nada,monada” y encima hay que hacer
de Ceuta una “ciudad abierta” para que el turismo de
trasatlánticos que llega los fines de semana se encuentre
con las tiendas funcionando y se dejen aquí los billetes. Y
hay que intervenir las navieras. Eso lo primero. Y prohibir
la caza porque es una actividad cruel y las personas buenas
no matan a seres vivos que en nada les han dañado, porque es
un mal ejemplo para la infancia y de paso apretar a Amancio
Ortega para que instale en Ceuta las fábricas de Inditex que
tiene instaladas en Marruecos para tener mano de obra barata
, quitándoles el pan de la boca a los parados españoles. Y
montar de una puta vez la fábrica de coches eléctricos
porque a José Antonio Carracao le hace mucha ilusión y como
es tan buena persona nadie se atreve a darle un “no” como
respuesta. Y, por cierto, nada de tentaciones madrileñas de
quitarnos de Jefe Superior a “nuestro” José Luis Torres para
meter a un policía enchufado del PP puesto a dedo, porque
“eso” no lo hacemos “nosotros” y aquí de “dedocracia” nada y
de favorecer a los colegas menos, que no somos la Junta de
Andalucía en los tiempos de Chaves y mal empezaríamos la
andadura de la regeneración democrática si volvemos a los
enchufismos y a promocionar a los palmeros y a los
agitadores del botafumeiro. Eso es cosa del PSOE. Nosotros
vamos por otro registro, ya saben, excelencia, inteligencia
y meritocracia. Amén de mucha “bandeja del hotel la Reja”
para la “asociación de amigos de las escuchas ilegales” y el
“club de los montajistas con paseo incluido de presuntos
inocentes engrilletados ante las cámaras de la televisión”.
Porque lo nuestro es el saneamiento y la regeneración. Eso
es lo que nos apetece oír aparte del discurso sobre las
necesidades concretas de Ceuta.
Y las necesidades de los ciudadanos van mucho más lejos y
son infinitamente más importantes que las de su lugar
concreto de origen. La regeneración total repercute en todos
los españoles, sean de Matalascabrillas del Duque o de Ceuta
y la reforma absoluta de las leyes, el Tribunal
Constitucional “go home” porque después de sentar a Bildu en
las instituciones no le queremos ni nos fiamos de él, el
apercibimiento a la Banca de “apretón o intervención” para
que deje de victimizar a los españoles y pague por lo que
nos ha hecho y la ruina a la que ha llevado a miles de
familias en los últimos ocho años y el “comenzar a echar las
cuentas”, estos pequeños detalles a parte de otros mil más
que iremos enumerando en el Codex Pepextino es algo que
todos queremos escuchar y que nos lo expliquen poquito a
poquito para que nos enteremos bien y sepamos a ciencia
cierta que no nos engañan. Y que no van a defraudar nuestras
expectativas que van mucho más allá de la intervención de
las navieras para conseguir que la autopista del Estrecho
sea un servicio publico más y no un lujo para quien pueda
pagarlo.
En resumen, lo que todos deseamos es una campaña llena de
contenido y que no se limite a contarnos de nuevo lo de
incentivar la inversión de los empresarios porque eso es muy
fácil, sencillamente se anulan todas las cargas impositivas
de las empresas , cuando se quiere favorecer a una ciudad
existen mil y un mecanismos imaginativos que no torticeros.
Y ¿Qué va a pasar con las Leyes Penales y la mierda de la
Ley del Menor? ¿Son ciertas las reformas prometidas? ¿Y qué
va a pasar con el centro penitenciario cinco estrellas-Ritz
de Álava diseñado y decorado para los perros de ETA?.
Necesitamos muchas respuestas y una pequeña promesa: Que
nuestros candidatos prometan que al día siguiente de su
elección se clausurarán oficialmente los calabozos de la
comisaría de policía y de los juzgados por incumplir el
mandato constitucional que prohibe los tratos inhumanos,
vejatorios y degradantes. ¿Que que van a hacer con los que
detengan? No es nuestro problema, que se los lleve el
Delegado de Gobierno al comedor de su casa y les ate a las
sillas o se les paga una fonda modestita, sin grandes
pretensiones. Pero quienes aún creemos “algo” (no demasiado)
en las garantías de la Constitución y que nuestra Carta
Magna no es la obra maestra de Pinocho “necesitamos”
moralmente esa promesa y ese compromiso como auténtico
exponente de que las promesas de regeneración “son verdad”.
¿Que preguntan en plan abogados del diablo? ¿Que que vamos a
dar los ciudadanos a cambio? Bueno... Podemos prometer y
prometeremos que vamos a “estar”. Y que por primera vez en
mucho, mucho tiempo hasta puede que empecemos a creer y a
confiar.
*Dedicado a Marquez, Luz Elena y Cucurull.
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OPINIÓN / SERPIENTE DE VERANO |
¡Esto es la República! |
Nuria de Madariaga
opinion@elpueblodeceuta.com
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En Nador, que es mi pueblo de
origen, los rifeños más ancianos cuando se enfrentaban a una
situación de desorden .caos, anarquía y follones, clamaban
inexorablemente y en plan acusador “¡Esto es una “Repobrica”!
Léase “República” y es que el siniestro régimen de los
matacuras y quemaconventos, nacido sobre la sangre del jefe
de la oposición y legítimo ganador de las elecciones, mi
admirado Calvo-Sotelo, no había dejado ningún especial buen
recuerdo en ese Rif altivo e idiosincrásico que formara
parte del Protectorado Español. Es más, los antiguos
recordaban con horror los tiempos de la “Repobrica” por el
desbarajuste y el mamonéo. ¿Que cuales son los motivos de
haber rememorado esta anécdota moruno-cañí? Pues el ser
testigo hace un par de fechas de una ruidosa tentativa de
“Repobrica” perpetrada con nocturnidad en el mágico enclave
de Playa Benítez, para mí la mejor playa de Ceuta desde una
perspectiva estética, por mucho que no presente el
atildamiento de la Playa de la Rivera sino todo lo
contrario, naturaleza en estado puro, mares más bravíos,
colores más diáfanos y mejores aromas marineros. Amen de un
personal infinitamente más cañí que la hace parecer muy
portuguesa “de antes”. Y el “antes” tiene un encanto al que
los nostálgicos de la vida “slow” lenta y el mínimo
intervencionismo urbano en la naturaleza, nos parece
arrebatador. Hasta cierto punto. Muy bien a las familias que
como toda la vida de Dios desde que el mundo es mundo,
acuden a “sabadear” o a “dominguear” con las sombrillas o
los toldos y aprovechan para hacerse unos espetos de
sardinas y arremeten contra la tortilla que van remojando
con cervecita que extraen del vientre helado de la nevera
portátil. ¡Virgen del Amor hermoso y Santos Arcángeles!
¡Cuan genuino y añorado! En las playas-bloques de
cemento-mucho ladrillo-más guiris pobres, de Benidorm, esos
pequeños placeres autóctonos se han perdido por mor de que
allí no se cabe. Masificación a tope y múltiples ordenanzas
municipales que lo van prohibiendo todo. Pero una cosa es
dosificar la intervención de las autoridades en sanos
esparcimientos y otras tirar de la cuerda hasta romperla.
Una cosa es montar el toldo y darle a la sangría de mañana y
otra, como aconteció, llegar de noche, liarse a montar
tiendas, colocar un generador que provoca auténtico
estruendo, hacer un montaje de focos y enchufar la música a
volumen discotequero para holgar alegremente en plena playa
y montarse un “fiestón” a la luz de la luna y de la
paciencia del vecindario. Que encima no es nada paciente
porque comienza a rugir a las doce de la noche el motor del
generador y atruena el “chin-pum” de los ritmos pachangueros
y al vecindario le faltan dedos para marcar el número de la
Benemérita para que acuda a finiquitar el improvisado
evento. Y tienen que acudir los guardias porque los de la
discoteca al aire libre no atienden ni a las quejas ni a los
ruegos de quienes acuden a conminarles a que apaguen el puto
generador y no pongan música que no son horas y menos aún
atienden a las prohibiciones de la Ley de Costas. Los
fiesteros pasan. Y eso es nada más y nada menos que ¡Una “Repobrica”!
de la que hablaban los rifeños de mi pueblo. Y no puede
alegarse a estas alturas de los civilizados tiempos
ignorancia de las ordenanzas de ruidos y fiestas, lo que sí
se puede argumentar es que, pese a las toneladas de
información que recibimos acerca de las normas de
convivencia y el civismo, esto a veces sigue pareciendo ¡la
“Repobrica”!.
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