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sociedad - DOMINGO, 11 DE SEPTIEMBRE DE 2011


alumnos del curso. a.v..

reportaje / plan de empleo
 

Una historia de superación o de cómo aprender a leer y escribir

Desde el lunes, 25 personas forman parte del
curso de alfabetización que está desarrollando UPD, un proceso cuyo objetivo es devolver a la sociedad a personas que han quedado aisladas
 

CEUTA
Virginia Saura

ceuta
@elpueblodeceuta.com

Cada una de las historias que se esconden detrás de los 25 alumnos del curso de alfabetización que comenzó el pasado lunes tienen un denominador común: la superación. A través de las letras estas personas buscan introducirse en una sociedad que les ha dejado atrás. Saber que dice una carta del banco, poder firmar, ayudar a sus hijos a estudiar, sacarse el carné de conducir, realizar trámites burocráticos o poder aspirar a una educación que no han podido tener, son algunos de los motivos que han llevado a los integrantes de este grupo a participar en el curso que se llevará a cabo durante seis meses.

Yamila Domi es una de las alumnas que a sus 39 años ha decidido que es hora de aprender a defenderse por si misma. El primer paso ha sido inscribirse en el curso de alfabetización que este año imparten cinco profesoras en grupos reducidos de cinco alumnos por maestra. Tras la primera semana de clases, que se imparten de lunes a jueves por las mañanas en el Club de Tropa, ha conseguido aprender a poner su nombre y su apellido, cuenta emocionada. Ahora esta mujer ya tiene planes para cuando consiga superar la barrera de la lectura y la escritura. “Ayudaré a mis hijos con los deberes, sabré donde voy y podré rellenar los papeles si tengo que hacer algún trámite”, explicaba muy contenta Yamila.

El objetivo de este curso, “va más allá de aprender a leer y escribir”, asegura Leila Mohamed, coordinadora del Área de Formación de la Unidad de Promoción y Desarrollo (UPD). Tanto ella como las cinco profesoras que participan en este ciclo -Ana Rocío, María del Carmen, Pepi, Eugenia y Carmen- se convierten en muchas ocasiones en el mejor apoyo de los alumnos para enfrentarse al mundo laboral o simplemente a la sociedad que les rodea. Ana Rocío comenta como una de sus alumnas ya le ha preguntado qué tiene que hacer para aprender a conducir, después de una semana en las clases.

“Estas personas tienen circunstancias familiares o sociales que hacen que no participen activamente en la sociedad y vivan sumergidos en su mundo”, señala Mohamed. Una actitud que queda atrás una vez que estas personas pasan por el curso. Así lo demuestran tres promociones de alumnos que han superado los ciclos de alfabetización y hoy en día, más de la mitad, han continuado con la formación para adultos, según explica la responsable de formación de UPD. “Esta es la mayor satisfacción que podemos tener”, confiesa Mohamed secundada por las cinco profesoras, que no pueden evitar emocionarse. Una sensación que rodea al grupo cuando se reúnen a las puertas de la sede de UPD para hacerse una foto de familia.
 


En la IV promoción se reducen los grupos para mejorar la atención

Como novedad, este año la Unidad de Promoción y Desarrollo (UPD) ha decidido reducir los grupos de alumnos que realizan el curso de alfabetización. El objetivo es mejorar la atención que se le da a los participantes, que a su vez son beneficiarios del Plan de Empleo. Cada profesora cuenta con cinco alumnos, lo que facilita que la docente pase más tiempo con una misma persona y pueda seguir más de cerca su evolución. Los grupos se dividen en dos niveles -1 y 2- dependiendo de sus conocimientos. “Los hay que empiezan de cero”, comenta Leila Mohamed, responsable del Área de Formación. Otros tienen algunas nociones básicas. No obstante, para casi todos su mayor problema es a nivel de conversación, y es que en muchas ocasiones los alumnos intentan aprender a leer y escribir un idioma que no dominan de forma oral. Pero si algo no les falta es “interés y ánimo”, dos ingredientes fundamentales para que el resultado sea “muy positivo”, según comentan las profesoras. De momento, en una semana, todos los alumnos se muestran contentos con los resultados. Ahora ya saben escribir sus nombres.
 

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