A Mercedes, Sebastián, Sara y Stefania, turistas catalanes,
lo que más les llamó la atención del Mercado Marinero fue
que los puestos -un centenar- estuviesen combinados con
música y actividades de animación. ‘Pan preñao’ y empanadas
gallegas con faldas vendidas por tenderos que saben mil
formas de colocarlas en el cuerpo de una mujer. Cristales de
Valencia y manteles que no se ensucian ni hacen falta
planchar al mismo tiempo que degustaciones de vinos y
puestos en los que aprender el arte de los oficios
artesanales.
El presidente de la Ciudad, Juan Vivas, y la consejera de
Educación, Cultura y Mujer, Mabel Deu, inauguraron ayer, a
las 12.30 horas en las Murallas Reales, el Mercado Medieval,
que este año es, además, Marinero, un cambio denominativo
que el presidente alabó por considerar que el mar siempre
trae “componentes entrañables, como la brisa, el aroma o el
rumor, que impregnan el carácter de los ceutíes,
constituyendo una de sus esencias”.
Así mismo, el presidente defendió la continuidad de este
mercado “de gran aceptación”, debido a que dispone de “una
oferta atractiva”, que consiste en “dar a conocer la
artesanía, la gastronomía tradicional y los oficios, todo
ello rodeado de un ambiente agradable con pasacalles y
teatro, en un marco incomparable del que disfrutar”.
Carpintería, herrería, cestería, modelado, creación de botas
de vino, resina y trillos y soplador de vidrio son los
talleres artesanales que podrán contemplarse en el Mercado,
según explicó Miguel Martín, coordinador de la Feria. Carmen
regenta uno de esos puestos, el de cestas, un oficio en el
que lleva cuatro años y en el que empezó “por amor”. Su
pareja lleva 25 años trabajando el mimbre, un oficio que
está “en desuso”. “Las administraciones no nos apoyan y
tenemos que subir los precios, lo que provoca que la gente
compre menos, es la pescadilla que se muerde la cola”,
explicó Carmen.
La Feria está, en esta edición, ambientada en el siglo XVII,
y por ella pasarán cómicos, magos, malabaristas,
encantadores de serpientes y piratas. Además, los niños
dispondrán de un espacio para juegos y habrá una
programación cultural de mañana, tarde y noche. El Mercado
podrá disfrutarse hasta el domingo, desde las once de la
mañana.
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