Las obras de restauración de las Murallas Meriníes se
prolonga y finalizará en octubre. Así lo ratificó ayer uno
de los arquitectos de la empresa ‘Yamur’, encargada de
llevar a cabo los trabajos. El micropilotaje ha finalizado y
ahora los expertos se encuentran restaurando el material del
que se construyeron, el tapial.
Las obras de restauración en las torres 12 y 13 de las
Murallas Meriníes se han prolongado dos meses más y por
ello, se prevé que las actuaciones finalicen “en los últimos
días de octubre”. Así lo ratificó el arquitecto de la
empresa de restauración y arquitectura ‘Yamur’, Pedro
Gurriarán. “El micropilotaje ya ha finalizado”, comentó ayer
a este diario. La siguiente fase, en la que estos
profesionales se encuentran inmersos, es la de la
restauración de los tapiales. “Es una tarea laboriosa, lleva
mucho tiempo y es muy repetitiva”, resaltó. Por ello, “ hay
un buen número de tapiales para restaurar y se ha decidido
ir poco a poco”, comentó. El representante de la empresa
comentó que, a pesar de todo, “los trabajos transcurren de
forma correcta”, finalizó.
Las Murallas Meriníes, que fueron construidas con la técnica
del tapial, suponen un reto para ‘Yamur’ que, en otra
ocasión, más concretamente el pasado 20 de enero, aseguraban
a este diario que cuando se restaura este material “siempre
hay un cierto grado de dificultad”.
Por lo tanto, la intervención en las Meriníes está siendo
“muy concienzuda” además de que se lleva a cabo por
“especialistas”. Y es que las murallas se han visto
afectadas por “diversos problemas”. Aunque ya se ha actuado
en ellas en otros momentos, ésta es una de las
restauraciones con mayor trascendencia ya que se han
micropilotado las torres 12 y 13, las que se encontraban más
dañadas.
Las labores de restauración comenzaron hace cuatro meses. El
presupuesto que invierte el Ministerio de Cultura en estos
trabajos es de 480.000 euros. Por su parte, la Consejería de
Educación, Cultura y Mujer, con Mabel Deu a la cabeza,
anunció que, para conmemorar el sexto centenario de la
llegada de los portugueses, la Ciudad se centrará “en la
recuperación y puesta en valor del patrimonio histórico y
cultural”.
En concreto, las propias Merinidas, el Almacén de
Intendencia, el Casetón de San Amaro o una exposición
permanente del artista Mariano Bertuchi.
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