El equipo de investigación de la Universidad de Cádiz está
“inmerso” en la finalización de la memoria sobre el
yacimiento del Abrigo y Cueva de Benzú. Uno de los co
directores del proyecto, José Ramos, anunció a este diario
que el estudio de los más de 50.000 materiales hallados
durante los años de excavación ya ha finalizado. Los objetos
se han clasificado de forma íntegra y la siguiente fase será
la de tabulación y vinculación con cada unidad
estratigráfica de la Cabililla.
El equipo de investigación de la Universidad de Cádiz se
encuentra “inmerso” en la preparación de la memoria sobre el
yacimiento de la Cabililla. “Se está preparando un gran
libro que será una síntesis que se basará en los datos
realizados desde las campañas 2003 hasta el momento”,
informó el co director del proyecto, José Ramos. “El libro
tendrá una gran envergadura ya que, aparte de la Cueva, el
Abrigo dispone de 254 unidades estratigráficas que
pertenecen a siete estratos” que cubren una cronología que
va del 250.000 al 60.000 a.C. En estos siete estratos, se
han localizado más de 50.000 materiales, los cuales se han
clasificado de forma íntegra. “Ha sido un trabajo duro
durante todo el verano”, explicó.
En estos momentos, los expertos se encuentran “tabulando
todos los datos”, es decir, vinculando cada estrato con
unidades estratigráficas y sacando las tablas y la
estadística global. “Para el libro ya hay más de 1.000
páginas” y por ello lo que se plantea es habilitar una parte
en CD o en DVD para “facilitar todos los datos” ya que es
“fundamental que toda esta información se publique y se
conozca”, aseveró Ramos. Y es que el catálogo se convertirá
en “patrimonio de la Ciudad”. Estos documentos son
“necesarios” porque el arqueólogo trabaja con “información
empírica” y en ellos hay una relación de las “hipótesis del
propio experto y los datos”, sentenció. En esta ocasión los
“recursos técnicos” permiten mostrar las características del
yacimiento con un soporte digital que lo acompañe. “Cada
unidad estratigráfica integra núcleos, lascas y productos
retocados”, aspecto que supone “un enorme espacio”, comentó
el profesor de la UCA.
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