El pasado sábado no fue un buen
día para mi persona, tuve que ir a darle el ultimo adiós a
un gran amigo, Luis Fort,. La amistad es un sentimiento, que
como todo sentimiento, no tiene explicación alguna.
Luis Fort era uno de esos amigos a los que uno jamás podrá
olvidar. A su gran humanidad unía unos grandes valores que
le hacían tener un corazón que no le cabía dentro de esa
gran humanidad Amigo de sus amigos, jamás dejó de serlo de
nadie, a pesar de haber recibido, por parte de algunos de
esos que le llamaban amigo?, un traro que no se merecía.
Se, positivamente, conociéndote como te conozco, que esto
que acabo de escribir no te ha gustado, pero amigo, es una
verdad como un templo. Lo que sucede es que tú, jamás le
guardaste rencor a nadie, cosa que te engrandece como
persona. Si ello es posible en ese niño grande vestido de
hombre.
No quiero seguir contando cosas, porque nuestra amistad,
amistad verdadera, nos hizo vivir auténticos momentos de
diversión, que es con lo que me quiero quedar, para
recordarte siempre, porque jamás, amigo del alma, te podré
olvidar, Siempre te llevaré en mi corazón y jamás
abandonarás mí pensamiento.
Desde allá donde estés, que seguro será donde van los
hombres buenos, no te olvides nunca de todos los que te
queremos de verdad.
Y ahora, amigo mío, tengo que seguir con mi trabajo, porque
a igual que tú soy un trabajador nato. Aún te recuerdos,
siendo concejal o secretario de festejos, ser el primero en
llegar y el último en marcharte cuando se iniciaban los
trabajos en el recinto ferial. Son condiciones innatas del
ser humano.
Lo dicho amigo, me tengo que dedicar a otra cosa, porque el
trabajo me obliga a ello. Así que con tu permiso, Luis, voy
a a escribir otra cosa que nada tiene que ver con lo escrito
hasta estos momentos ni, por supuesto, en esas frases
sinceras, salidas del corazón, que me han llevado a tener un
recuerdos sobre tu persona. A un amigo que llevo cabalgando
sobre mí alma a caballo.
Cambiamos de tercio y hablemos o mejor dicho escribamos de
frases que no se deben de decir, porque calladitos resulta
que se está más guapo, ya que al decirla les pone a nuestros
enemigos políticos, la contestación en la boca. Una
contestación que se la damos hecha y que nos puede
perjudicar, poniendo en sus manos una carta ganadora.
Dice Rubalcaba, haciéndose una pregunta ¿quién ha dicho que
endeudarse sea de izquierdas?, señalando que “cuando un país
debe mucho pierde su autonomía política y está en manos de
aquellos a quienes debe dinero”. Una verdad indiscutible
pero…
Dita sea, siempre hay un pero. Rubalcaba estaba en el
Gobierno cuando mayor deuda alcanzó éste en los últimos
años, gracia a los cheques bebés que costaron varios miles
de millones de euros, a igual que el plan E que nos costó
ocho mil millones de euros. Y así otras cosillas que sumaron
otros miles de millones que han llevado a nuestro país a
endeudarse, como diría la sabia de mí abuela, “hasta las
cejas”.¿O no?
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