Son 16, sólo 16 las grandes
fortunas que hay en Francia. Que sean 16 pueden parecer
pocos, pero cómo diría la sabia de mí abuela: “más vale poco
y bueno que mucho y malo”. Y esas 16 grades fortunas han
firmado un manifiesto en el que proponen al Gobierno de
Zarkozy pagar más impuestos para ayudar a mejorar las
cuentas del Estado.
Un gesto, sin duda alguna, que honra a todas estas grandes
fortunas en su arrebato de generosidad, proponiendo una
aportación excepcional, con esa subida de impuestos,
aportando más a las arcas del Estado. Ellos, según han
afirmado:” son conscientes de haberse beneficiado de un
modelo francés y de un entorno europeo al que nos sentimos
unidos y que queremos contribuir a preservar”, añadiendo.”En
un momento en el que el déficit y las perspectivas de
agravamiento de la deuda amenazan el futuro del país, y en
el que el Gobiernos nos pide un esfuerzo de solidaridad,
creemos que es necesario que contribuyamos”.
Pero no sólo han dado éste paso al frente las 16 grandes
fortunas del país, sino que se han unido a ellos, aquellos
personajes que por el cargo que ocupan en empresas
multinacionales, ganan unas cantidades fabulosas. Ellos
también han pedido, sin ser grande fortunas, que se les
aumenten los impuestos.
En España, que es éste país nuestro, las grandes fortunas
aún no se han pronunciado sobre estas propuesta que recorre
Europa para que los Gobiernos suban los impuestos a los
ricos. Desde luego, cómo no sea empujándoles, aquí de las
grades fortunas no se mueve ni el “Tato”.
Y ni te cuento, serrana del alma, si los que se tiene que
mover son los ”nuevos ricos”, nacidos como pollos de granjas
a la sombra de la democracia. Esos que han desbancado a los
llamados señoritos andaluces. Los señoritos de toda la vida
que con esta aparición han ido desapareciendo, pues las
fortunas amasadas por ”los nuevos ricos” les han dejado “en
pañales”.
Aquellos celebres señoritos andaluces, tenían, al menos,
señorío y saber estar. Estos “nuevos ricos” cuando se les
mueve, un poco, echan bellotas a granel, mientras tratan de
sacarse las boinas que les cubre hasta la cejas. Estos
seguro que no van a dar un paso al frente para pedir que le
suban los impuestos.
Y los otros, los ricos de verdad, las grandes fortunas,
aquellos que se reunieron con el presidente del Gobierno y
les prometieron que iban a crear puestos de trabajo y, como
entra dentro de todo lo previsible, no crearon ninguno. Sólo
consiguieron, en un alarde de facultades que se acabara con
las Cámaras de Comercio, enviando a miles de criaturas al
paro. Estos van a dar aún menos que los “nuevos ricos”. ¡Que
ya es decir!.
La única solución la tiene la ministra Salgado que, además,
ha dicho que sólo necesita 24 horas para estudiarlo y
ponerlo en marcha.
De verdad, señora ministra, no lo piense ni un segundo más,
ponga en marcha el asunto de subirle los impuestos a las
grandes fortunas porque estas, de no ser por Decreto Ley, no
te dan ni un soplo en un ojo.
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