Buenos días, Ceuta.
La sorpresa que nos dieron los ricos franceses, acerca de su
voluntaria petición de que el gobierno francés les aumentara
los impuestos, no ha sentado nada bien entre los
milmillonarios españoles.
La fama de ‘agarraos’ que tienen nuestros ricos sólo está
una décima por debajo de la que tiene Ratzinger, en el
aspecto de representante de un país que vive eternamente ‘de
gorra’.
Si tenemos en cuenta que nuestros ricos, la mayoría, lo son
gracias al trabajo y al dinero de los demás deberían tener
cargos de conciencia. Más aún que algunos lo son con abuso
de situaciones increíbles y dramáticas. Pero no, son
totalmente insensibles.
Como el uso de mano de obra barata con destellos de
esclavitud.
Bien impasibles asisten al hundimiento económico del país,
con cara de ese empleado del Barça que se ha hecho famoso
presenciando impávido cómo el dedo del entrenador del
Madrid, cuyo apellido no pronunciaré jamás a partir de ahora
por el asco que me da, se introduce en el ojo de otra
persona.
Como la prevista reforma de la Constitución sólo se limitará
al propio Estado con el tope de gastos, el techo, y eso
repercutirá en las Comunidades Autónoma que ya comienzan a
ladrar ante semejante futuro que, de seguro, recortará las
aspiraciones de algunos a hacerse millonarios a costa de la
extorsión, mediante impuestos y más impuestos, al pueblo
llano.
La reforma ‘exprés’ de la Constitución privará a las
autonomías de una herramienta muy útil que tendrá
consecuencias sobre la situación financiera de las mismas.
Por si acaso, la ministra de los dineros, la independiente
Elena Salgado, cree necesario aumentar la presión fiscal a
las grandes fortunas pero sin crear una nueva tasa. ¿Cómo
realizará esa presión? Si no hay impuesto sobre la riqueza,
ni crearán un impuesto de patrimonio para las grandes
fortunas… ¿vistiéndose de bandolera lo hará?
Muchos ciudadanos andan, por estas fechas, sin blanca. Como
blanco estoy yo por culpa de no haber tomado el sol ni un
día de este verano.
Todo el mes de julio con un tiempo sacado de la película
“Avatar”, todo azul oscuro y sin que brille el sol en toda
su magnitud. Seguido de un agosto sentado en silla de ruedas
y con mi hijo pidiéndome una y otra vez que vayamos a la
playa.
En este momento estoy viendo por la pequeña pantalla a los
políticos hablar de los cambios que se deben hacer en el
país y, de reojo, veo a Rajoy meneando negativamente la
cabeza ¿por qué?... ¿se referirá a la expulsión de un grupo
de periodistas que acudieron al hemiciclo en pantalón corto
y con sandalias?
Bueno, los de pantalón corto seguirán haciendo huelga una
semana más. Me refiero a los futbolistas. Con esa huelga
impiden que salgan nuevos millonarios, aunque ellos no
dejaran de serlo, cada semana gracias a las quinielas.
¿Por qué no crean, los futbolistas, un fondo mancomunado
para ayudar, temporalmente, a los compañeros que no cobra?
Ese fondo mancomunado podría servir para deducir impuestos
¿no?
En fin. La vida sigue, yo también aunque sentado en silla de
ruedas.
|