El magistrado del Juzgado de lo Penal número dos de la
ciudad dictó ayer sentencia condenatoria para un hombre que
confesó ser el autor del delito contra la salud pública que
le imputaba la representante del Ministerio Fiscal. El juez
decretó la pena de tres años y seis meses de prisión y una
multa de 55.335 euros. El procedimiento tuvo su origen en la
intervención de los agentes de la Benemérita en la zona de
preembarque de vehículos de la Estación Marítima, el pasado
31 de julio sobre las 15:30 horas. Cuando los guardias
civiles realizaron la inspección de los turismos, el can
detector de estupefacientes marcó el coche que conducía el
acusado, en el que fueron intervenidos un total de 38 kilos
de hachís ocultos en los paneles laterales traseros.
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