Con la vista del Papa la Puerta
del Sol se convirtió en un polvorín, justo en el momento que
medio mundo miraba a España por la vista de Benedicto XVI.
Los anti Papa, insultaron, patearon y arrollaron en Sol a
los jóvenes de la JMJ, mientras la Policía no intervenía
hasta tres horas después cargando contra esa manifestación
de energúmenos, desalojando Sol.
Gritos de “pederastas”, “asesinos” e “ignorantes” se
mezclaban con consignas ofensivas como “la juventud del Papa
se la machaca” o “vuestro Papa es una nazi”. Los peregrinos
respondían gritando a pleno pulmón el nombre de Benedicto.
Pero no conforme con estos insultos que, al fin de cuentas,
no eran más que insultos, se saltaron el cordón policial,
golpearon a un agente y a más de una veintena de peregrinos.
La pregunta sería, quién tuvo la culpa de que sucedieran
estos lamentables actos de enfrentamientos que, debido a los
periodistas y televisiones de distintos países desplazadas
para cubrir el evento, estábamos dando, ante el mundo, de
España.
Un país, España, que al verse en distintos países del mundo
las actuaciones de estos lamentables actos, no me extrañaría
nada que la idea que tuviesen, en esos países, es que éramos
uno de esos países tercermundistas lleno de intolerantes.
La culpa, según la mayoría de los medios de comunicación, la
tiene la persona que autorizó esa manifestación anti Papa,.
Sin prever lo que podía suceder que, en definitiva, fue lo
que sucedió, y que cualquiera lo hubiese afirmado al momento
de autorizar esa manifestación. Y quién autorizó esa
manifestación, la delegada del Gobierno de Madrid. Un
gravísimo error, que tuvo un mal resultado.
Hay algo que no termino de entender de todo esto. Los
hombres y mujeres que conforman los Cuerpos y Fuerzas de
Seguridad del Estado son, simple y llanamente, personas cómo
usted y como yo, que sufren y padecen como cualquier mortal.
Pero tienen algo que les hacen diferentes, al resto de los
mortales, su disciplina y acatamiento a las órdenes
recibidas. Y por esas ordenes recibidas, aguantaron insultos
de todas clases, empujones, escupitajos y algún que otro
atropello. Cosa, por supuesto, que ninguna persona normal
hubiese permitido, sin dar repuesta a esos insultos,
escupitajos o ataques personales. Ellos, por su disciplina y
en el cumplimiento de las órdenes recibidas aguantaron, todo
ello, estoicamente.
Pues a pesar de haber aguantado todo eso que ninguno de
nosotros, con sangre en las venas, hubiésemos aguantado sin
que los contrarios tuviesen la repuesta adecuada, se va a
abrir una investigación por esas cargas que realizaron, a
petición del equipo de Rubalcaba cuando previamente, el
portavoz del Gobierno, José Blanco, había defendido la
actuación policial frente a dirigentes del PP, que pedían
responsabilidades tanto a Interior como a la Delegación del
Gobierno al entender que se habían vulnerado los derechos de
libertad religiosa y de expresión de los peregrinos que
fueron agredidos en la Puerta del Sol.
En un país, donde se insulta, se escupe y se a taca a las
Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, abriéndoles una
investigación por cumplir con su deber, ya me contarán
ustedes hacía dónde vamos.
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