El magistrado del Juzgado de lo Penal número dos de la
ciudad dictó ayer sentencia condenatoria para un hombre que
confesó ser el autor del delito contra la salud pública que
le imputaba la representante del Ministerio Fiscal en la
ciudad.
Tras el acuerdo alcanzado entre la Fiscalía y la defensa a
través de la figura jurídica de la conformidad, el juez
decretó la pena de tres años y diez meses de prisión y la
sanción económica superior a 60.000 euros para el acusado,
con tres días de responsabilidad personal subsidiaria en el
caso de no abonar dicha multa. El procedimiento tuvo su
origen en la intervención de los agentes de la Benemérita
pertenecientes a la Compañía Fiscal destinada en la zona de
preembarque de vehículos de la Estación Marítima de Ceuta.
Cuando los guardias civiles realizaron la inspección de los
turismos, el can detector de sustancias estupefacientes
marcó el coche que conducía el acusado, en el que fueron
intervenidos un total de 52 kilos de hachís que estaban
escondidos en el interior del mismo en dobles fondos de la
aleta trasera.
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