Tres años y un día de prisión y la correspondiente sanción
económica fueron las penas dictadas ayer por el juez de lo
Penal para un hombre que reconoció haber cometido un delito
contra la salud pública, es decir, tráfico de sustancias
estupefacientes.
Los hechos se produjeron en la zona de preembarque de
vehículos de la Estación Marítima de Ceuta, en el control
que realizan diariamente los agentes de la Guardia Civil. Al
inspeccionar el turismo que conducía el acusado, el can dio
muestras de existencia de la droga; un total de 31 kilos de
resina de hachís que iban ocultos en dobles fondos
practicados en el interior del coche y que el procesado
confesó querer destinar a la venta o distribución a terceras
personas. Motivo por el que fue condenado por un delito
recogido en los artículos 368 y 369 del Código Penal, ambos,
sobre narcotráfico.
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