Por fin, y no es cantar victoria,
ha habido un auténtico frenazo a la inmigración ilegal, en
los últimos días, en los que no ha entrado, ni uno solo, en
los días domingo, lunes y martes.
Lo que, durante casi dos meses, se había convertido en una
auténtica pesadilla, se ha convertido en una calma absoluta,
para la ciudad.
Algo ha influido al otro lado de la frontera para que se
haya cerrado, totalmente, el grifo que estuvo goteando y más
que goteando, durante todo el mes de julio y los doce
primeros días de agosto.
¿Ha comenzado una mayor colaboración con los vecinos
marroquíes?. Puede que sea eso, con lo que podemos decir que
todos, aunque alguien no lo quiera comprender, necesitamos
de los demás.
En esto, simplemente en esto, se ha visto y se está
detectando cada día más.
Hay que tener en cuenta que las entradas en el mes de julio
fueron masivas: 315, o lo que es lo mismo, diez veces más de
las que había habido, en el mismo mes del pasado año. Se
había dado un cambio al alza que se hacía muy peligroso, y
que hacía peligrar muchas estructuras, si es que no se
frenaba esta situación.
Y es que a esos 315 que entraron en el mes de julio, agosto
no le iba mucho a la zaga, por cuanto ya en los primeros
doce días habían entrado 141, sin escatimas medios: “ a
nado, en pequeñas balsas”, como fuera.
El día 12 de agosto habrá que subrayarlo con una marca
especial, que en él hubo un cambio radical:” Las autoridades
de Marruecos se hacían cargo de personas que ya estaban en
el mar”.
Era la buena noticia, cuando la patrullera de la Marina
Real, de guardia en la frontera marítima, sacó del agua a
los inmigrantes.
Los últimos en entrar a Ceuta fueron 24, de madrugada del
día 12, cuando un operativo marroquí consiguió frenar una
avalancha de 60 subsaharianos. De esos 60, tan sólo 24
fueron recogidos por la Guardia Civil y representan los
últimos, antes del parón de entradas.
Hay que ser prudentes, pero también hay que ver lo que hay y
percibir una tregua tras mes y medio de continuas salidas al
mar:”al rescate de inmigrantes”.
Mirando la situación con optimismo, se puede percibir un
refuerzo de la vigilancia, al otro lado de la línea
fronteriza, o refuerzo de las actuaciones por parte de la
gendarmería y de la armada de Marruecos.
Viendo así la situación y analizando los últimos hechos, con
ese parón en la entrada de ilegales, podemos encontrarnos
ante un cambio de tendencia definitivo.
Y mientras tanto, disminuye la presión, se agilizan las
salidas para la repatriación y la normalidad podría llegar,
poco a poco.
Con todo, en estos momentos, el CETI acoge por encima de los
700 inmigrantes, una cifra muy elevada para la capacidad del
centro.
El pasado día 11 y hay que resaltarlo, salieron 24
subsaharianos, y es que hay países con los que existen
acuerdos y relaciones diplomáticas, como Camerún, Gambia,
Costa de Marfil, Níger, Nigeria o Congo.
En estos casos, el Ministerio del Interior autoriza y
gestiona los traslados a Centros de Internamiento de
Extranjeros, existentes en la península, para desde aquí ser
devueltos a sus países.
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