Se que alguno de ustedes, cuando
me lean, no se lo van a creer pero la verdad que me he
emocionado al enterarme de la huelga que van a llevar a cabo
los futbolistas millonarios en defensa de aquellos jugadores
de Segunda B y Tercera que no cobran, algunos apenas si
ganan para medio vivir.
Mi gozo es un pozo. Resulta que estos millonarios del
fútbol, en un país con cinco millones de parados, van a
hacer una huelga, para apoyar a los compañeros de Primera y
Segunda A, a los que al parecer algunos equipos le deben un
total de 200 millones de euros. Y a lo decía la sabia de mí
abuela, “Estando yo caliente, ríanse la gente”.
Rubiales que es le presidente del asunto éste de la huelga
clamó “Los jugadores no queremos más dinero. Queremos
nuestro dinero”. Totalmente de acuerdo con el señor
Rubiales, y los que más necesitan ese dinero son los que
menos ganan en el fútbol, esos futbolistas que militan en
equipos de Segunda B y Tercera ¿Para qué cobren esos sus
dinero no hay huelga, señor Rubiales?. Poderoso caballero es
don dinero. Porque, sin discusión alguna, dinero llama a
dinero.
Vamos a ver una cosa, señor Rubiales y compañeros
millonarios que quieren ir a la huelga. Si yo tengo un
comercio y dejo de pagar a Hacienda me embargan, igual que
si hago lo mismos con la Seguridad Social dejando de pagar,
del mismo modo me embargan. Por que razón no embargan las
taquillas de los clubs que deben 650 millones de euros a
Hacienda que, por cierto, Hacienda es de todos los
españoles.
Igual debería hacer la Seguridad Social que con esos clubs
que le adeudan seis millones de euros, embargarles las
taquillas hasta realizar la totalidad del cobro, con su
veinte por ciento de interés correspondiente. Entre otras
cosas porque, tanto Hacienda como la Seguridad Social es el
dinero de todos los españoles.
Por qué no se llevan a cabo el cobro estas deudas, cuado las
mismas se realizan con comerciantes, que por la crisis
actual, no pueden hacer frente a esos pagos, y si se le
permiten a unos equipos de fútbol. Cuál es la diferencia,
entre una cosa que es de todos los españoles y otra que da
lugar a una huelga para que cobren unos pocos.
No sería mucho mejor actuar de otra forma. Los equipos que
tengan deudas con algunos de sus jugadores y no puedan hacer
frente a las mismas, se les desciende de categoría,
enviándolos a la Segunda B y de ahí que inicien otra vez el
ascenso. Sin dejarlos acogerse a esa llamada ley concursal
que es, en definitiva, el truco del almendruco.
Se bajan a los equipos que no pueden hacer frente a sus
deudas con los jugadores y se suben de categoría a aquellos
equipos que están al corriente no sólo del pago de sus
jugadores sino de Hacienda y la Seguridad Social.
Además, con esta medida, podríamos conseguir que la Primera
División contase solamente con dieciocho equipos que es lo
que, realmente, debe tener la División de Honor.
¿Y si hacemos los aficionados al fútbol una huelga hasta que
cobren, los jugadores de Segunda B y Tercera, todo lo que le
deben, no acudiendo a ningún estadio de Primera y Segunda A
durante cuatro jornadas?. Oiga, es un decir, en apoyo de
quienes más lo necesitan.
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