El número de denuncias por delitos contra la salud pública,
es decir, tráfico de drogas, no ha variado mucho, incluso
las cifras se asemejan pese a los dos años de diferencia
comparados. Lo que sí ha cambiado es el perfil de los
autores de dichos delitos ya que desde el Ministerio Fiscal
han confirmado un descenso del narcotráfico a gran escala,
con el uso de vehículos acuáticos, pero un incremento de
pases de pequeñas cantidades de hachís, en su mayoría, a
través de los conocidos como ‘culeros’ y ‘vagineras’ (ambos
introducen la sustancia en su organismo), y la utilización
de menores para el transporte de la droga hasta la
península.
Esta última variante ya se contempla en el nuevo Código
Penal como agravante de la pena, tal y como indica el
artículo 370 de dicho texto legal: “Se impondrá la pena
superior en uno o dos grados cuando se utilice a menores de
18 años o a disminuidos psíquicos para cometer estos
delitos”.
Según los resultados recogidos en la memoria de la Fiscalía
de Ceuta de 2009, fueron tramitadas 516 diligencias urgentes
por tráfico de drogas sin grave daño a la salud y otras 351
por tráfico de drogas cualificados en la suma de los doce
meses. Pero de enero a junio de este año ya se han recontado
291 diligencias de este tipo por tráfico de drogas sin grave
daño a la salud y 144 por tráfico de drogas cualificado.
Además, se añade el tipo penal de tráfico de drogas con
grave daño a la salud, con 6 diligencias urgentes
calificadas y que contemplan otras sustancias
estupefacientes diferentes al hachís, tales como la cocaína
o la heroína.
Desde la Fiscalía también relacionaron con la crisis
económica el notable aumento de mujeres detenidas al volante
por conducir vehículos con droga oculta en los dobles fondos
practicados sobre los mismos.
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