El 15 de agosto es el 227 día del año y la Iglesia Católica
Apostólica Romana celebra en este día la Festividad de la
Asunción de Nuestra Señora, que es tradicionalmente fiesta
de ámbito nacional en toda España, además de en otros
países. La festividad de la “Virgen de Agosto”, que muchos
de los ceutíes consultados decía desconocer que es la
‘Asunción’ se deja notar pese a estar inmersos en plenas
vacaciones estivales y son muchas las ciudades que viven una
jornada especial incluso en algunas de ellas se celebran
procesiones con la imagen de la Virgen.
En Ceuta también se vivió ayer una jornada de tranquilidad y
festividad aunque sin ningún acto religioso reseñable. Bajo
un sol de justicia y un calor en algunos instantes
sofocante, los ceutíes se tomaron la jornada con calma y la
ciudad no comenzó a ‘tener vida’ hasta cerca del medio día
que fue cuando los ‘caballas’ empezaron a salir de sus casas
para desplazarse bien a la playa o al Parque Marítimo del
Mediterráneo para disfrutar de la jornada festiva.
Prácticamente la totalidad de los comercios estuvieron
cerrados mientras que las cafeterías y los restaurantes
abrían sus puertas sabiendo que podría ser uno de los días
de mayor intensidad de ventas.
Durante el recorrido que realizó EL PUEBLO para conocer cómo
vivirían los ceutíes el Día de la Asunción, se pudo
conversar con Antonio Ferrón, practicante jubilado, que
diariamente acude al Parque Marítimo del Mediterráneo para
disfrutar de buenas sesiones de baño aunque la jornada de
ayer fue un poco menos agradable ya que tuvo que asistir a
su cita con la diálisis. Ferrón, con simpatía, destacaba que
por su situación de jubilado y además por encontrarnos en
pleno verano, el día de la Asunción para él es como un día
más en el calendario aunque sí resaltaba que ha notado que
“hay menos gente por la calle”, algo que achaca a este
puente, afirmando que “pese a estar en crisis la gente no
perdona unos días de expansión donde dejar de lado los
problemas”.
A las puertas del Parque Marítimo del Mediterráneo
encontramos a José Manuel Martínez y María del Carmen
Sánchez, un matrimonio que al igual que Antonio Ferrón
comentaban que para ellos la festividad de la Asunción es un
día más en el calendario al estar jubilados, aunque sí
reconocía que, como excepción pasarían el día disfrutando
del agua y el sol en el parque así como de un buen almuerzo
en algunos de los restaurantes del complejo, para ya por la
noche “dar una vuelta por el paseo de La Marina, tomarse
tranquilos un ‘heladito’ y para casa”. El que sí notó el día
festivo fue Antonio Nieto, empresario, quien afirmaba a este
medio que pese a estar en pleno verano la crisis impide que
el negocio pueda cerrar por vacaciones durante unos días por
lo que permanece ‘al pie del cañón’ diariamente. Nieto
resaltaba que este día festivo ha venido muy bien ya que
unido al fin de semana, “da la posibilidad de ‘recargar las
pilas’ para afrontar la recta final de este caluroso verano
que estamos viviendo”. Este joven empresario acudió al
Parque Marítimo junto a su mujer Elena y sus hijos Alex y
Alba, para disfrutar del agua de sus lagos y de un día
tranquilo con su familia.
Otros lugares de disfrute y más económicos que el ‘Parque’
para pasar el Día de la Asunción, fueron las playas, que
alrededor del mediodía comenzaron a llenarse de ceutíes que,
con sus sombrillas, sillas de playa, toalla, y neveras
fueron ocupando la arena para celebrar la jornada festiva.
Juan Antonio Román acudió ayer con su mujer, sus hijos y sus
nietos para disfrutar del magnífico día con su familia en La
Ribera, llegó cargado con todo lo necesario para comer en la
playa, aunque reconoció que este plan estaba previsto para
el domingo pero que la cerrada niebla existente durante el
mediodía hizo que pospusieran los planes para ayer.
Finalmente el día fue propicio y disfrutaron del agua y el
sol hasta bien entrada la tarde.
Aunque ayer fue una jornada de fiesta y descanso en la
ciudad, no todos la vivieron de igual manera ya que muchos
ceutíes también trabajaron. Así taxistas, conductores de
autobuses, camareros, policías, bomberos, médicos,
socorristas, trabajadores de los hoteles, etc., vieron cómo
la jornada de fiesta se convertía, para muchos de ellos, en
un aumento considerable del trabajo que a diario
desarrollan, como fue el caso de los camareros y los
socorristas.
|