PORTADA DE HOY
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OPINIÓN - DOMINGO, 14 DE
AGOSTO DE 2011 |
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OPINIÓN / ANÁLISIS |
La luna sobre el Tarajal |
Nuria de Madariaga
opinion@elpueblodeceuta.com
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Cónclave en la frontera del
Tarajal y reunión al más alto nivel en la acera donde nos
turnábamos en ocupar la única silla por riguroso orden, es
decir, un rato cada uno de los asistentes a la Cumbre en la
que el director de este diario Antonio Gómez, el
macrofotógrafo Fidel Raso, mi hermano Mario y servidora de
ustedes compartíamos una perfumada jarera, ofertando al
tiempo dátiles y dulces a los porteadores que iban pasando y
quedándose, hambrientos y agotados. Pasaban cargaditos de
bultos y exhaustos por el ayuno y no tenían más remedio que
quedarse porque había una “mala guardia”. Allí también se
repartió jarera entre algunos viandantes, pero fallaban
estrepitosamente las infraestructuras operativas: se contaba
con cuatro cuencos, dos tazas y cuatro cucharas y así
tuvimos que apañarnos como hijos de Dios, porque no se nos
iban a caer los anillos ya que ninguno de los presentes
acostumbra a llevarlos.
Hora violeta ceutí en el rincón mágico del Tarajal, el
levante dejando paso al poniente, a trompicones, de mala
gana y con un despliegue de aromas marinas y salobres, la
luna llena aún pálida en un cielo pintado en tonalidades
malva y de pronto ¡Zafarrancho! Fidel que abandona el cuenco
sobre el sillín de una moto que estaba allí aparcada y sale
corriendo como si le persiguieran mil tropas de demonios y
al verle correr, tras de él, salieron pitando un montón de
los que aguardaban entre el polvo de la acera. Mi primer y
alarmista pensamiento fue que el fotógrafo huía y era
perseguido por una multitud que pretendía robarle las
cámaras y los objetivos, porque ya se sabe que hay mucha
envidia en el mundo y que la gente tiene muy poca vergüenza.
Pero no. Porque cuando Fidel Raso se lanzó por las rocas
pegando saltos el gentío aguardó en la reja que separa la
zona de nadie de la propia frontera así que pensé que al
periodista le había dado “algo malo” un mal aire por el
cambio del viento, los del Cónclave fronterizo nos acercamos
con premura y ¡Allí estaba! era la lancha patrullera de la
Marina Real marroquí haciendo una demostración de eficacia e
interceptando y pescando a un grupo de africanos que trataba
de acceder ilegalmente a nuestra ciudad y resulta que el
joío del fotógrafo había estado comiendo en plan ojos de
camaleón, con el izquierdo puesto en la fragancia de la
jarera y buscando deliciosos tropezones de buena carne y el
derecho pegado al mar y espiando los trasiegos de la lancha
de la Gendarmería. Así pudo robarle al olvido el instante
mágico de constatar como los marroquíes cumplían con su
labor de manera absolutamente rigurosa y con los comentarios
añadidos de la masa de espectadores que alababa su trabajo.
Y jaleaba los brincos de roca en roca de Fidel, unos
opinando que seguro que se mataba, otros decían que no, que
se iba a caer al agua con el equipo y se ahogaría y cuando
apareció la lancha de la Guardia Civil y el fotógrafo se
camufló hubo un grupo que, de forma agorera, anunció que
seguro que le detenían. ¡Miren qué locuaces y qué
simpáticos! ¡Y eso que con muchos de los del público
habíamos compartido “nuestros” dátiles y “nuestra” chupaquía!
¿Que que pasó con el tazón de jarera abandonado sobre el
sillín de la moto aún humeante? Pues que llegó el dueño de
la moto, se comió la jarera y dejó el cuenco rebañadito y la
cuchara en la agencia que estaba abierta. Seguro que pensó
que la sopa caliente era para él y decidió sorberla bajo la
luna lunera, oliendo a mares y a especias y sin saber que
pasaba en la acera de enfrente con tanta gente mirando a un
tipo que saltaba entre las alambradas, el mar y las piedras,
azuzado por comentarios malévolos “¡Que se va a matar!”.
Aplausos para la Marina Real por parte del personal y
comentarios elogiosos “¡Es que cuando a los marroquíes les
sale de los cojones no pasa a Ceuta ni un gato!” “Se ve que
tienen medios ¿Habéis visto? ¡Parecía una película!” Y en
verdad era para hacer una película de como manejaban la
embarcación sobre las aguas esos tío de la Marina Real ¡Un
arte!. Al final no tuvimos que llamar al 112 para rescatar a
Fidel Raso que volvió mojado y lleno de tierra a por su
celebérrimo tazón de jarera que estaba “missing”, entonces,
como ya tenía hecho el cuerpo a reconfortarse con el caldito
picante y quitarse el helor de los pantalones mojados, se
disgustó y no quiso tomar dulce de chupaquía como
contestación moral y rechazo hacia los amigos de las jareras
ajenas. Eso sí, bebió coca cola, todos los de la Cumbre
fronteriza la bebimos para reponernos porque la operación
marítima nos había enardecido. Y yo por mi parte estaba
afectada ya que los segundos en los que pensé que mi
compañero huía perseguido por una turba que le quería
arrebatar el equipo fueron psicológicamente duros, pero todo
mereció la pena y los del Cónclave tuvimos muy claro en todo
momento nuestra condición de privilegiados por haber estado
allí en ese preciso instante, viviendo el espectáculo
sublime de la luna sobre el Tarajal.
* Dedicado a Fidel Raso por robar con sus cámaras instantes
para el recuerdo.
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OPINIÓN / ANÁLISIS |
El problemón del “Turismo
de borrachera” |
Nuria de Madariaga
opinion@elpueblodeceuta.com
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Mientras que Ceuta recibe a los
jóvenes peregrinos se reunirán en Madrid con más de un
millón de chicos y chicas de todos los países para recibir a
Su Santidad el Papa, lo que es decir que la ciudad se abre
al “turismo espiritual” y se multiplican los buenos
proyectos para realzar la villa como destino de ese elitista
“turismo de trasatlántico” que ha supuesto la salvación de
la temporada y la obtención de pingües beneficios a la
hostelería y al comercio de Málaga, en otros puntos de
España, concretamente en la costa de Cataluña y más
concretamente aún en Lloret de Mar y localidades turísticas
aledañas se multiplica el preocupante y barato “turismo de
borrachera” que llega a hacer inhabitables los enclaves y
que está provocando, a fuerza de publicitar las quejas de
los vecinos, la multiplicación de ordenanzas municipales y
de prohibiciones.
Pero el fenómeno, que a Dios gracias Ceuta nunca ha padecido
por razones geográficas (no es igual fletar un charter de
juerguistas, desplazarles por carretera y embarcarles, que
un vuelo directo a precio de saldo) ese tipo de turismo de “fiestón”,
no es nada nuevo porque en su tiempo lo sufrieron en
Mallorca, Magna Mater del turismo barato alemán, donde se
montaban viajes de fin de semana para que los viajeros
pasaran dos días íntegros de fiesta y de “movida”
volviéndose sin dormir a sus países. Las autoridades
mallorquinas lo atajaron, pero en este caso Lloret de Mar y
el resto de los pueblos “sufridores” ven que los fiesteros
llegan directamente en autobuses desde Francia atraídos por
ofertas de “una semana de hotel por 140 euros” y cuatro
litros de bebida por cuatro euros. Lo curioso es que quienes
acuden a emborracharse proceden de países con legislaciones
muy estrictas con respecto al alcohol, donde se prohibe
beber en las calles y donde los horarios de los bares son
muy limitados, si a eso añadimos que en países como Francia
cualquier incidente con la policía es considerado un delito
de extrema gravedad, se deduce que quienes vienen es para
hacer aquí lo que de ninguna manera se les permite en sus
países. Así se aprovechan de la laxitud de las leyes, de la
extrema permisividad que han tenido hasta ahora mismo los
Ayuntamientos y hacen alarde de incivismo y de salvajismo,
sabedores de que estos comportamientos no les van a costar
años de cárcel. En Lloret los espectáculos nocturnos de
broncas, peleas, meadas, destrozos, alborotos y borracheras,
han venido contando con el aliciente especial de que
“encima” la turba de gentuza tienen la preferencia de acabar
la fiesta con enfrentamientos con la policía y provocando
auténticos disturbios, algo que ni se les puede pasar por la
cabeza en los lugares de los que proceden, porque acabarían
entre rejas. Y la cantinela de “hay que reformar las leyes”
resulta tan manida y repetitiva que si no fuera por el
cambio inminente de sistema que se avecina, a todos nos
resultaría algo similar a una coletilla insustancial. Pero
hay que reformar y endurecer las penas en los referente a
los atentados contra agentes de la autoridad y mucho más aún
en lo relativo a los daños y destrozos ocasionados en las
calles por los vándalos. Porque el vandalismo urbano
aterroriza a la ciudadanía, no hay nadie, ni incluso los que
rozan el “antisistema” que mire con aquiescencia la quema de
contenedores, los destrozos de cajeros y escaparates o el
arrancar las señales de tráfico. Pero han sido muchos y
largos años de “mirar hacia otra parte” cuando
manifestantes, siempre de la misma zarrapastrosa tendencia,
asolaban las calles y los barrios enteros en plan “guerrilla
urbana” ¿Recuerdan las manifestaciones en las que participan
los de la chusma “antisistema”? ¡Que no habrán destrozado en
Barcelona a lo largo de los años! Y de una manifestación de
quinientos “conseguían” detener a tres y al día siguiente ya
estaban en las calles ¡Igualito que en Francia o en
Alemania!. Los enfrentamientos con las Fuerzas de Seguridad
y el vandalismo es algo que presenta una larga trayectoria.
Sarkozy lo erradicó con cárcel y con penas de pérdida de la
nacionalidad francesa y vuelta a la nacionalidad de origen
más expulsión si los vándalos eran de procedencia
extranjera; en Alemania se hacen viejos en las cárceles y en
los países nórdicos también. Y aquí, al verle las orejas al
lobo y comprobar que los ciudadanos se rebelan porque
quieren “recuperar” las calles de sus ciudades y no vivir
presos en sus domicilios porque las calles están tomadas por
salvajes, han tenido que sucederse las Ordenanzas
Municipales que son un parche o un paño caliente, porque los
Ayuntamientos tienen sus prerrogativas muy limitadas. Las
reformas del Código Penal e incluso la redacción de un nuevo
texto legal que se adecue a la realidad que se está
viviendo, debería ser una de las ofertas electorales
“estrella” del Partido Popular. Y si cambia la ley en los
relativo a vandalismo, daños y atentados a agentes de la
Autoridad, el turismo de borrachera se diluirá como un
azucarillo, porque ni al más descerebrado le compensa acabar
en la cárcel por muy divertida que haya sido la fiesta, por
mucho que se hayan emborrachado y por muchas piedras que
hayan lanzado contra los policías, los graves riesgos de
esos comportamientos restará todo su atractivo a los
turistas de borrachera que dejaran de venir a jodernos y
encima “de rebajas” porque como son unos piojosos se gastan
doce euros en doce litros de alcohol, nos descalabran a un
guardia de una pedrada, mean y vomitan nuestras aceras y se
van de vuelta a sus países encantados de habernos conocido.
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OPINIÓN / SERPIENTE DE VERANO |
¡Que los venezolanos se
queden! |
Nuria de Madariaga
opinion@elpueblodeceuta.com
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La jubilosa llegada de nuestros
hermanos en Cristo desde Venezuela ha supuesto un auténtico
regalo para Ceuta. Por todo, por la alegría que traen
consigo de allende el Atlántico y por el mensaje de fe que
destilan que es gozoso y está lleno de optimismo. Ya se sabe
que “un santo triste es un triste santo” y los chicos y
chicas que nos visitan para permanecer unos días con
nosotros parecen llenos de una saludable esperanza, siempre
dispuestos a reír, a cantar y a llenar de música aquellos
rincones por los que van pasando. El talante de los miles de
jóvenes y no tan jóvenes peregrinos que están llegando a
España es la mejor muestra de cómo vivir la fe en pleno y
tecnológico siglo XXI y viene a ser homenaje a las raíces
comunes que son talmúdicas y esenias adobadas con la
filosofía griega, el Derecho Romano, los misterios de
nuestras catedrales, el Renacimiento, el Humanismo Cristiano
y los más espectaculares avances científicos y técnicos. Así
que no caeré en la falsa modestia de no reconocer lo mucho y
bueno surgido del Cristianismo y a la vista está, los
venezolanos que nos visitan son tan solo un botón del amplio
muestrario de nacionalidades que nos acompañarán durante la
visita del Pontífice. Para reconcomio y chirriar de dientes
de quienes, ya por poco tiempo si así lo quiere el buen
Dios, “desgobiernan” que no gobiernan, España. ¡Lo que tiene
que sentir en las tripas el presidente ateo Zapatero de
pensar que va a verse ante el representante de Cristo en la
tierra! Y por cierto ¿Será capaz de estrechar la mano del
Papa sin que comience a salirle humo azufrado por las
orejas? ¿Y si el presidente ZP sufre una combustión
espontánea? Pues si la sufre no pasa nada, nosotros a mirar
y a seguir con lo nuestro ad majorem gloria de Cristo
Nuestro Señor, mucho “Dominus vobiscum”, muchos
“pangelinguas” y en ese estado ebrio de sacra abstracción lo
mismo a ninguno se le ocurría traer un cubo de agua para
echárselo por lo alto al Presidente y apagarle, si acaso un
arzobispo le arrojaría con el hisopo una rociadura de agua
bendita, pura gasolina para las llamaradas. Lastimoso
espectáculo, pero hay que respetar la voluntad de Dios.
Y eso no quiere decir “que vaya a pasar” sino que “puede
pasar”. Pero se produzca una cosa (la combustión) o la otra
(la no combustión pero sí el retortijón de tripas de
Zapatero) lo mejor que pueden hacer nuestros hermanos
venezolanos después de asistir a todas las celebraciones
madrileñas es volverse a Ceuta y quedarse aquí unos cuantos
años, no demasiados, con que se queden durante todo el siglo
XXI es suficiente. Porque han traído tanta luz y tanta
religiosidad que nos hemos encariñado con ellos y aquí,
entre los dos mares, en la tierra de la Santísima Virgen de
África seguro que se encontrarían muy a gusto, que vengan
también sus familias y así Ceuta se enriquecerá con el
latido venezolano, que es latido español o lo que es lo
mismo, con el latido español, que es latido venezolano, de
entrada y de salida siempre hemos estado en el mismo barco y
compartiendo idéntico camino. Y si se quedan podríamos
aprovechar para hacer el Camino de Santiago marinero que
sale en una nave desde Ceuta y va costeando la Iberia Vieja
para fondear en Finisterre y desde allí seguir la
peregrinación conjunta hasta la tumba del Apóstol,
cargaditos de regalos. ¿Que qué regalos? Pues la sonrisa de
Venezuela junto a sus amaneceres que son los más bonitos del
mundo y la hora violeta de Ceuta que es idem de lo mismo.
Así que ¡Que se queden!.
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