La crisis ha obligado a los ayuntamientos de toda España a
meter la tijera en las tradicionales fiestas de la Virgen de
agosto, que se celebran en más de once mil municipios,
barrios y pedanías, con recortes de hasta el 50% en su
presupuesto, como en El Ferrol, Leganés o Palencia. En el
caso de Ceuta fue del 20%. Otros, como Bollullos de la
Mitación (Sevilla), han tenido que suspender directamente la
feria porque no creían justificado el gasto de 200.000 euros
para su montaje.
Fuentes de la Federación de Municipios y Provincias (FEMP)
han reconocido que el endeudamiento y la falta de ingresos
de los consistorios también ha tenido un efecto negativo en
la preparación de las fiestas.
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