Ahora sí, la colaboración marroquí
para frenar los intentos de los inmigrantes de llegar por
mar a Ceuta es intensa. La Gendarmería y la Mehanía actúa en
tierra entre el lado fronterizo del país vecino y la
localidad de Rincón (M’diq), pero también se hace presente y
de manera constante desde este jueves la patrullera y las
embarcaciones auxiliares de la Marina Real de Marruecos.
EL PUEBLO ha sido testigo de excepción de las actuaciones de
las autoridades marroquíes en aguas próximas a la frontera.
Un alivio, sin duda, para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad
del Estado que, aunque también atenta, comprueba con
satisfacción el hecho de saber que ya no están sólos. Si
Marruecos continúa así, las mafias sabrán que la puerta
norte de África está cerrada.
Y ese debe ser el objetivo, transmitir por medio de la
acción conjunta hispano marroquí la idea de que no hay
resquicios para la inmigración. Si a estas operaciones
marroquíes, también por mar ahora, se le uniera la recepción
de los irregulares en virtud del tratado existente entre
ambos países, la situación se aliviaría definitivamente y
beneficiaría a los dos países. El efecto llamada, tan
efectivo cuando se trata de transmitir la eficiencia de las
vías para la inmigración ante las ambigüedades habidas entre
ambos países, se vuelve a favor en el caso de que los
inmigrantes comprueben que la puerta está cerrada a cal y
canto tanto por la acción de las autoridades marroquíes,
como por la de las españolas.
En el marco de lo estratégico debería tenerse en cuenta esta
opción, que es, de todas, la más efectiva a corto plazo para
erradicar la presión inmigrante en la zona norte marroquí y,
por ende, sobre las localidades españolas de Ceuta y
Melilla. Un trabajo de colaboración de Marruecos hacia
España y hacia Europa. Un trabajo que sería excelentemente
visto por Bruselas para aplaudir a un país que es socio
preferente de la Unión.
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