El responsable de Luna Blanca, Mohamed Abdelkader,
explica a EL PUEBLO cuáles son las funciones y objetivos de
la organización humanitaria. Además, asegura que la Ciudad
Autónoma “nunca” le ha dado nada a Luna Blanca. Abdelkader
incidió sobre todo en este hecho y por ello responde a
“aquellas personas” que hablan en los cafetines y afirman
que se reciben subvenciones, por ejemplo, de Arabia Saudí o
Marruecos. “Hay gente que en lugar de dedicar su tiempo
libre a sus hijos o a pensar en la comunidad y en la
situación de la ciudad, se dedican a decir tonterías”. Por
ello, para “callar bocas”, el responsable de esta asociación
destaca que las ayudas vienen de los ciudadanos y
colaboradores de la ONG.
Pregunta.- ¿Cómo se están viviendo desde Luna Blanca los
primeros días de Ramadán?
Respuesta.- Como Luna Blanca, evidentemente, como
asociación, lo estamos viviendo con ilusión, muchas ganas y
unas fuerzas enormes para hacer lo que llevamos haciendo
desde hace veinte años. Es decir, estar todo lo más cerca
posible de los más necesitados además de ofrecerles esas
bocanadas de esperanza y llenar, como lo suelo llamar de
forma cariñosa, el ‘buche”.
P.- ¿A cuántas personas ayudan en la actualidad?
R.- Hay dos perfiles principales de beneficiarios. El
primero de ellos es el emigrante que está de paso por Ceuta
y para ello disponemos del comedor social ubicado en la
carpa, junto a la mezquita de Sidi-Embarek. Es una realidad
que Ceuta constituye una ciudad de paso y todo aquel que
sabe, se informa o se entera de que existe un comedor social
para este mes de Ramadán acude al mismo. Este año nos hemos
llevado una sorpresa, puesto que en este primer aspecto el
número de personas ha descendido bastante, alrededor de un
30% con respecto al pasado año. En 2010 se atendía en el
comedor a 450 personas diarias y este año estamos en una
media de 240 diarias. El segundo de los perfiles, en cambio,
ha subido. Son las familias necesitadas: el año pasado
contábamos entre 70 u 80 familias necesitadas y este año son
120. Estas personas son gente de Ceuta, aunque tampoco
miramos el pasaporte, ni si es musulmán o deja de serlo.
Esto lo comprobamos cuando a la hora de las comidas traen
sus propios utensilios para la comida caliente. Atendemos a
todo el mundo.
P.- La organización también presta su ayuda a los
detenidos por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad...
R.- Sí. Se realizó una petición a la Comandancia y lo que
queremos poner en práctica es viable y se puede llevar a
cabo. Lo que se va a hacer es llamar tanto al puerto como al
cuartel de la Guardia Civil para saber si hay detenidos. Si
nos dicen que sí, lo que hacemos es acercarnos a llevarles
la comida. Al día siguiente volvemos a recoger los restos y
les llevamos otra comida. Siempre respetando por supuesto la
normativa y teniendo el consentimiento oficial. Es una gran
colaboración.
P.- Si contabilizan el trabajo diario, ¿cuántas comidas
pueden llegar a dar al día?
R.- Estamos alrededor de las 650 personas, eso si contamos
con que las familias tan sólo tienen una media de tres
miembros. En la ruptura del ayuno viene mucha gente
necesitada, pero también se acercan quienes están de paso.
Está siempre abierto porque es el Ramadán. El que está de
paso y su intención es romper el ayuno, lo hace y se va
porque entiende que el resto de la comida es para los más
necesitados. Después ya se contabilizan los segundos platos
que se reparten.
P.- ¿Dónde cree usted que radica la representatividad de
los musulmanes de Ceuta? ¿Cree que hay una cabeza visible?
¿Hay exclusividad en este sentido?
R.- Es un asunto un poco sensible. Creo que en ninguna parte
del mundo hay tantas asociaciones en tan pocos kilómetros
cuadrados y máxime en estos últimos tres años, cuando se han
creado un gran número de asociaciones. Si antes de crear
tantas éramos dieciséis y no éramos capaces de llegar a un
acuerdo, ahora con más de cincuenta... En cuanto a la
representatividad, la ONG Luna Blanca no se nombra
representante de nadie a excepción de nuestros voluntarios,
socios y colaboradores, es decir, la gente que simpatiza con
nosotros. En este caso sí pero, en representanción de los
musulmanes de Ceuta ni yo ni el ‘más pintado’, se llame como
se llame. Que una persona represente a dos o tres
asociaciones y que otra lo haga a veinticinco, me parece muy
bien. Sin embargo, hablar en nombre de los musulmanes, hasta
que no se reconozca oficialmente y se haga una asamblea
general para que todos elijan a su portavoz, no es válido.
Hay un juego de nombres que está provocando una situación
negativa a la comunidad y a la ciudad. Lo que nos faltaba
era meter cizaña en las mezquitas. Es una vergüenza lo que
está pasando aquí.
P.- ¿Qué opina de ese supuesto interlocutor?
R.- No es que nadie se autoproclame interlocutor, sino que
la Administración buscaba un interlocutor válido. En su
momento, la Ciudad tenía depositada su total confianza en
Luna Blanca en el sentido de la colaboración y conocía la
transparencia de nuestro trabajo; sabía perfectamente cuál
era la imagen de Luna Blanca. La Ciudad confiaba en la
organización. Una de las maneras de buscar un interlocutor
para hacer todo lo posible por conseguir un consenso de las
comunidades religiosas a través de la elección de un
representante. Se ha intentado en varias ocasiones: primero
antes de crear la UCIDCE, se intentó crear una Comisión
Islámica de Ceuta. Pero, en lugar de aportar soluciones o
propuestas para que esa Comisión continuase, no hemos sido
capaces de llevarla a cabo. Automáticamente se crea esta
federación y la Administración local lo que exigía era que
todo fuera oficial. La Comunidad Islámica de España la
forman las dos federaciones, la UCIDE a nivel nacional y la
FEERI. Lo que pasa es que en el primer caso su cabeza
visible está bien vista en España, pero desgraciadamente el
de la FEERI está mal visto sólo en Ceuta. Aquí hay dos
mareas muy fuertes. A pesar de todo, el presidente de la
FEERI actual está reconocido de forma oficial por el Estado;
es decir, atiende, representa, habla y preside esta
federación. Lo que se puede hacer es obligar a la gente, o
por la mala imagen de una persona a que formen parte de la
otra federación.
P.- El caso de Ceuta es especial entonces...
R.-Sí. Todas las personas que queremos colaborar o queremos
llevar a cabo una actividad, automáticamente nos tachan de
pro-marroquíes. Eso es una equivocación que está cometiendo
primero la institución local porque esta haciendo a caso a
gente que no hace llegar realmente los mensajes como deben.
Es decir, no hacen llegar la realidad de la calle.
P.- ¿Qué está pasando con las subvenciones de la Ciudad?
¿Cómo está la situación?
R.- No diría nunca que la Ciudad ha dado la espalda a Luna
Blanca. Pero sí que quiero decir que la Ciudad a Luna Blanca
no le ha dado nunca nada, a excepción de un convenio que se
llevó a cabo desde 2003 a 2005 y 2010 y 2011. De 2006 a 2009
no se realizó. Este convenio comenzó con 18.000 euros y
ahora son 25.500 euros, pero sólo es para el mes de Ramadán.
Luna Blanca tiene un convenio firmado con la Ciudad para
llevar a cabo el reparto de las comidas calientes en la
carpa durante el mes de Ramadán. Esa es la cláusula más
importante del convenio. El montante de Luna Blanca del año
pasado de Ramadán fue de 76.000 euros; cuando se envió la
memoria justificativa a la Ciudad se le explica
absolutamente todo, tanto los facturas como un listado de
los beneficiados junto con imágenes y la memoria económica
donde viene reflejada la aportación de la Ciudad y de los
colaboradores. A estos últimos quiero darles las gracias y
le pido a Dios que les doble en salud y en todos sus
trabajos. El resto del dinero lo pone Luna Blanca. Esta es
la única ayuda que recibe de la Ciudad y lo dijo
oficialmente. No recibe nada, ni un gramo de café, ni de
garbanzos, ni bolsas de alimentación. Luna Blanca lleva con
un proyecto encima de la mesa solicitando ayuda en productos
de primera necesidad para ofrecerlo a las personas y aún
estamos esperando la respuesta de la Ciudad. Lo digo con la
boca llena para que la gente se entere. En lo que concierne
a la Delegación de Gobierno, no recibe nada, nada. Los que
hablan de que Luna Blanca recibe de Arabia Saudí, que
pregunten a los que sí reciben. Tenemos mucho respeto a
Arabia Saudí pero no se va a acordar de Luna Blanca teniendo
otras cosas que hacer. Oficialmente no se recibe nada ni de
Marruecos, ni Cruz Roja, ni Blanca... Ninguno. El trabajo
que hacemos es gracias a la colaboración de los ciudadanos
musulmanes y no musulmanes de Ceuta exclusivamente. Esta es
la única ayuda que recibe en productos de primera necesidad.
Luna Blanca también hace un esfuerzo enorme para cubrir las
necesidades de otras asociaciones que vienen a pedir ayuda.
Para eso que pregunten al señor Laarbi Maateis o a ‘Abselimo’.
Por ejemplo, Luna Blanca abona algunas facturas de
enterramiento de gente que no es de aquí y no tienen dinero.
Tengo facturas donde esto se puede justificar. También
tenemos facturas donde pagamos la luz, el alquiler y
ayudamos al arreglo de los domicilios y no hace falta firmar
ningún convenio con la Ciudad. Ese problema es de la
Administración y tiene la obligación de cumplirlo. En Luna
Blanca ayudamos a la gente que tiene dificultades para
acceder a estas ayudas en Asuntos Sociales. No hay que
vender pamplinas en los periódicos a costa de Luna Blanca
porque sólo sigue teniendo el convenio del mes de Ramadán. A
Luna Blanca no le asusta nadie porque lleva veinte años
trabajando gracias a la colaboración de la gente. La Ciudad
no ha engordado en nada a Luna Blanca, al contrario, la
organización ha hecho muchísimos favores a la Ciudad y
tenemos su reconocimiento por nuestra transparencia en el
trabajo.
P.- A pesar de todo, continúan manteniendo sus
principios...
R.-Luna Blanca seguirá luchando en el ámbito religioso por
la forma moderada que se ha conocido en estos últimos años
en la ciudad. Este modelo nunca ha dado problemas y si no,
que pregunten a generaciones pasadas o a los que conocen
cómo vivíamos antes. Aquí jamás se ha impuesto algo por la
fuerza y nunca se ha llamado racista a un funcionario o a un
político. En cambio en los últimos años sí que se ha hecho y
se han conseguido cosas por ‘narices’. Entonces, ¿a qué
viene vender las cosas a costa de Luna Blanca?. Nosotros no
lo entendemos. Queremos dejar claros todos estos aspectos y
despejar dudas. Hay gente que en lugar de dedicar su tiempo
libre a sus hijos o a pensar un poco en la comunidad y en la
situación de la ciudad, se dedican a decir tonterías en los
cafetines. Para callar estas bocas, en Luna Blanca no se
recibe nada, al contrario, esperamos que estas personas que
hablan a las espaldas de la organización, aporten y vengan a
colaborar y vean la realidad y la conozcan. Estamos
dispuestos a atender a todo el mundo.
P.- ¿Qué le diría a la comunidad musulmana en este mes
sagrado?
R.-Simplemente felicito a todo el colectivo musulmán por el
buen desarrollo de este mes y el comportamiento ejemplar que
estamos demostrando. Por último, que no se olviden de las
personas necesitadas ya que uno de los beneficios del ayuno
es este. Nos alegra mucho ver las mezquitas llenas.
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