No sólo la inmigración ha de
cifrarse en el número de subsaharianos o de argelinos que
logran penetrar en Ceuta ‘rescatados’ por las embarcación de
la Guardia Civil, Salvamento Marítimo o Cruz Roja, también
debemos pararnos en observar lo que está ocurriendo con la
franja de los menores de 18 años, los menores, esos a los
que se les denomina MENA (Menores Extranjeros No
Acompañados) en esa nomenclatura ‘buenista’ española que ha
calado como moda en los últimos ocho años. Bien, pues los
menores son responsabilidad de la Ciudad Autónoma que ha
visto como de un número oscilante entre el medio centenar,
la cifra se ha disparado en estos meses por encima del
centenar. Todo un coste en recursos y medios para unas arcas
muy tocadas.
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