Podemos considerarlo un plus de la
feria, una vez que ésta había terminado y para compensar los
despilfarros de luz, durante una semana, Ceuta se quedó a
oscuras, toda ella, durante más de seis horas, en la noche
del domingo.
Desde antes de las once y media de la noche, hasta casi las
seis de la madrugada, Ceuta se quedó a oscuras. Había que
ahorrar energía.
En Ceuta no resultan extraños los apagones, sea en época del
Ramadán o en las Navidades, pero éste, el de la noche del
domingo, pasará a la historia real de Ceuta, no a esa
historia que lo quiere tapar todo, como el apagón histórico
por excelencia.
El origen, si es que podemos hacer caso a los técnicos,
parece que estuvo en que se incendiaron los cables del
centro de distribución de San Juan de Dios.
Y la ciudad, toda Ceuta, se quedó sin luz.
El primer corte afectó gravemente a la calle Independencia,
en la línea 11, a las once y veinte minutos de la noche. Ya
era noche cerrada y los primeros afectados fueron en el
centro y en el Recinto Sur.
Los técnicos, incluso para poner disculpas, son los expertos
en dar datos que, de ordinario, ni ellos se creen y que aquí
hablan de sobre calentamiento de cables, en la arqueta del
centro de distribución, de donde saltó una fase de
generación de Endesa. ¡¡Ahí queda eso!!.
Parece que, de inmediato, operarios de Endesa intentan
restablecer el suministro de energía en la fase caída, pero
provocaron el desplome de todo el sistema eléctrico; eran
las doce menos veinte, de la noche, y la cosa había
empeorado. El remedio, Endesa, fue peor que la enfermedad,
calentamiento de los cables.
A partir de aquí, nadie podría esperar otra cosa, la
situación en el centro de distribución era caótica, cuando
llegaron los bomberos. Aquí había trabajo para todos y había
que extinguir el humo que salía de la arqueta.
Más técnicos, en este caso de la Empresa de Alumbrado que
comprobaron que el fuego se había declarado en los cables
que había en aquella arqueta.
La situación se veía complicada y a las doce menos diez de
la noche ya iban treinta minutos de oscuridad, bomberos,
operarios de Alumbrado y Policía Local estaban en el lugar
cuando llegó la presidenta accidental, Yolanda Bel, que a
parte de figurar, allí poco pintaba a aquella hora.
Yolanda Bel informó a Guillermo Martínez y a Juan Vivas de
lo que había, y lo que había eran cálculos, fallidos todos,
sobre lo que podría durar el apagón:”entonces se pensaba que
sería para tres horas”.
Al final, los cálculos de los técnicos fueron de fracaso en
fracaso y el apagón duró casi seis horas.
La noche estaba complicada. Antes de la una de la madrugada
lograron restablecer el servicio, pero sólo en algunas zonas
y a las cuatro, otra vez, se volvió a ir la luz.
No se daba una a derechas. Era la segunda vez que se iba,
para todos. Por fin, se hizo la luz, en torno a las cinco y
media.
¡¡Vaya éxito de los operarios!!. Premio a las empresas de
suministro eléctrico y ahora habrá que pedir
responsabilidades. ¡¡ Como siempre!!.
Y como casi siempre los vándalos aprovecharon el tirón de la
oscuridad, montando sus carreras nocturnas de motos y
coches, en medio de la oscuridad.
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