Mientras el personal se va de
vacaciones, disfrutando del merecido descanso que tan
fatigoso trabajo han tenido que soportar, durante todos
estos meses en los que el trabajo se les ha intensificado,
vamos a seguir con esas frases que algunos han dicho y que,
sin discusión alguna, hay que enmarar en encuadro de peluche
y carmesí, con su dedicatoria incluida.
Ahí va la primera que, por cierto, es una de las más bellas
que se recuerdan. “Dos conjunciones interplanetarias han
llegado al mundo, Obama y Zapatero”. Diga usted que si, que
lleva toda la razón del mundo. Lo que pasa que esas dos
conjunciones están más tiesas de monedas que un “volaó” en
tiempo de poniente fuerte.
Lo que me gusta, las cosas como son, es eso de las
conjunciones. Pues ya que hablamos de conjunciones, las
podíamos hacer copulativas, cogiendo de ellas la conjunción
copulativa “ni”, para decir “Dos conjunciones
interplanetarias han llegado al mundo, y en economía las dos
“ni fu, ni fa”.
Y ni te cuento, serrana del alma, la frase del señor Toxo,
secretario general de CC. OO. Ha arremetido contra los
“ataques” a los sindicatos diciendo. “que no entiende que se
critiquen sus subvenciones y no las del mundo taurino “40
veces superiores”. ¡Toma del frasco, Carrasco!.
Le cabe toda la razón del mundo mundial. Yo he visto
corridas de toros, en la que los toros no se arrancan, no
hacen intento de ir por el torero. Seguro que esos toros
estaban subvencionados por los toreros para que no le
hicieran “pupa”. Y eso, sin duda alguna, a los toreros le ha
tenido que costar una pasta.
No me hagan mucho caso, pero me han llegado a decir, que
esos toros subvencionados para no hacer “pupa” al torero,
han pedido una pasta gansa, para darle cursillos a otros
toros, para que estos, cuando vayan a ser toreados ni rocen
al matador.
Es más, esto no lo quería contar, pero lo voy a contar,
algunos de esos toros que van a dar esos cursillos, han
exigido además veranear en Cancún con todos los gastos
pagados. ¡Anda que no tienen cara dura estos toros”
A veces, el personal no entiende o no quiere entender, que
calladitos están hasta más guapos. No se les mete en la
cabeza, que es esa cosa que llevamos sobre los hombros, que
hay que contar hasta diez ante de pronunciar algunas frase
que, además, no tienen razón de ser por, la sencilla razón,
que están fuera de lugar. Y en vez de hacerle un favor a
quienes queremos hacerlo, lo estamos perjudicando.
Pues, nada, que no se enteran y siguen diciendo algunas que
otras chorradas con las que, sin lugar a dudas, perjudican a
esos amigos a los que pretenden ayudar, largando frase que
hay que enmarcar para que sirvan de ejemplo en la
posterioridad.
Mañana, si el tiempo no lo impide porque con estos calores
las neuronas están locas de remate, comentaremos una foto de
algo que pasó hace 31 años y que, al parecer, se consiguió
para nuestra tierra algo de vital importancia. ¡Mamá quiero
una medallita!. ¡Nene, caca!
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