La adjudicataria del movimiento de tierras del nuevo centro
penitenciario, Ribera Navarra, ha comenzado el relleno de
los terrenos de la vaguada del Quemadero. De esta manera se
cumple el acuerdo alcanzado entre la promotora de las obras
de la cárcel de Fuerte Mendizábal, la Sociedad Estatal de
Infraestructuras Penitenciarias (SIEP), que depende del
Ministerio de Interior, el Ministerio de Defensa y la Ciudad
Autónoma. El primero se encarga del relleno para las
infraestructuras, el segundo cede el terreno y la
administración local construirá parte del cierre de la Base
Única y podrá dar un uso a estos terrenos.
El trabajo de desalojo realizado por la Ciudad en el puente
del Quemadero ha dado sus frutos y finalmente ha comenzado
el relleno de la vaguada con tierras procedentes de las
obras del nuevo centro penitenciario. Se cumple así el
acuerdo de colaboración alcanzado a tres bandas, entre la
Sociedad Estatal de Infraestructuras Penitenciarias (SIEP),
dependiente del Ministerio de Interior, el Ministerio de
Defensa y la Oficina Técnica de Obras del Príncipe,
perteneciente a la Ciudad Autónoma.
De acuerdo con los datos facilitados desde la Oficina
Técnica, el relleno en esta amplia zona, situada entre el
cuartel del Serrallo y la carretera de acceso al Príncipe,
se efectuará hasta la cota 60 o 70, desde los 55 metros a
los que está situado el antiguo puente del Quemadero.
La labor será desarrollada por la empresa Ribera Navarra,
que ha llevado a cabo el movimiento de tierras para la
construcción de la cárcel y que había comenzado ya a
construir la plataforma del que iba a ser un vial de acceso
que enlazaría con la nueva carretera de Loma Colmenar. Esta
previsto también que la zona acoja las infraestructuras
subterráneas de la cárcel de Loma Colmenar.
Este proyecto es muestra del “clima de cooperación” que,
según destacan desde la Oficina Técnica de Obras del
Príncipe, reina entre las dos administraciones y las
instituciones implicadas a la hora de abordar iniciativas
urbanísticas conjuntas y coordinadas.
En este caso, el acuerdo supone que la SIEP se hará cargo
del relleno para las infraestructuras, mientras que Defensa
cede la parcela de su propiedad a la Ciudad Autónoma. La
administración local, a su vez, podrá disponer de esos
terrenos con fines de desarrrollo urbanístico a cambio de
hacerse cargo de la construcción de la parte correspondiente
del cierre de la nueva Base Única del Ejército, en la que
estará incluida el cuartel de la Legión.
Aunque los planes desarrollados desde la Oficina Técnica de
Obras del Príncipe contemplan el aprovechamiento de esta
zona para la construcción de equipamientos públicos dentro
del plan especial de la barriada, en concreto, de una o dos
pistas polideportivas, aún no se sabe el destino final que
se le dará.
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El primer paso fue el desalojo de las 9 familias de la zona
El pasado 13 de julio la Ciudad
Autónoma se hacía cargo, con la colaboración de la empresa
adjudicataria del movimiento de tierras de la prisión,
Ribera Navarra, del derribo de las nueve viviendas del
puente del Quemadero. Atrás quedaban entonces 40 días de
incertidumbre para las familias que habitaban este pequeño
núcleo de infravivienda. A comienzos de junio, las máquinas
habían comenzado el relleno de parte de los terrenos de la
vaguada con el fin de generar una plataforma sobre la que
construir un nuevo vial. Ante la proximidad de estas obras y
las malas condiciones que presentaban las casas, todas ellas
de autoconstrucción, la Consejería de Fomento y Medio
Ambiente emitió un decreto de ruina inminente y Asuntos
Sociales procedió al realojo de los afectados de manera
provisional en pisos de alquiler. Estas familias serán
realojadas de forma definitiva, según el compromiso de la
administración, en las 171 VPO que Sepes ha construido en la
cercana zona de Loma Colmenar.
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