El pasado día 23 de junio comenzaba a instalarse en las
inmediaciones de la Iglesia de San Francisco una grúa de
grandes dimensiones para iniciar los trabajos en la cubierta
del templo. Después de casi dos meses, la totalidad de las
tejas han sido retiradas y se están terminando los trabajos
de saneamiento de toda la cubierta. Actualmente están
hormigonando la zona una vez que fragüe se procederá, en
unas dos semanas, a traer las planchas de la cubierta que
están siendo confeccionadas por una empresa de la península
y concluir los trabajos en la misma antes de que llegue la
época de lluvias.
Los trabajos de recuperación de la cubierta de la Iglesia de
San Francisco, objetivo principal de la segunda fase del
proyecto de restauración, se iniciaron a finales del pasado
mes de junio y durante este tiempo la totalidad de las tejas
que componen la cubierta del céntrico templo han sido
retiradas y se ha procedido al saneamiento de toda la parte
de la cubierta, cambiando las maderas de la cubierta así
como hormigonando la zona.
Una de las partes más afectadas, tal y como así lo desvelaba
a EL PUEBLO el padre agustino Isidro Labrador, es la cúpula
y resalta que incluso se temía que pudiera producirse algún
que otro desprendimiento. Por tal motivo, los trabajadores
que desde el pasado mes de junio han venido trabajando sobre
la cubierta de la Iglesia aseguraron toda la zona a medida
que fueron retirando, una a una, todas las tejas.
Precisamente, una vez retiradas la cubierta se pudo observar
como el armazón de madera que sujetaba las tejas estaba en
un “lamentable” estado e incluso hundido por varias zonas,
de ahí que se haya realizado un detallado y minucioso
trabajo para sanear la cubierta y asegurarla para la
siguiente fase a llevar a cabo. Desde hace varios meses, una
empresa de la península viene trabajando en la nueva
cubierta, la cual, una vez saneada toda esta parte de la
iglesia y solventados los problemas que han ido surgiendo
durante este trabajo de retirada de las tejas, está previsto
que se traiga a la ciudad para proceder a su montaje en
aproximadamente dos semanas.
Isidro Labrador resaltaba que en este breve espacio de
tiempo, desde que se ubicó la grúa en las inmediaciones de
la iglesia, “se ha avanzado mucho y se ha realizado un gran
trabajo”, algo que le hace pensar, si todo sigue como hasta
ahora, que casi con toda seguridad la cubierta estará
totalmente restaurada antes de que finalice la época estival
y regresen las lluvias a la ciudad. Además, una vez
finalizado este trabajo se podrá continuar con la
restauración pendiente en el interior del templo.
Actualmente, tal y como resaltaba el padre agustino, se han
recuperado todos y cada uno de los arcos que sustentan la
bóveda, afirmando que una vez iniciados los trabajos de
recuperación salieron a la luz otros desperfectos con los
que no se contaba que tuvieron que ser atajados antes de
comenzar con la restauración proyectada, algo que ha ido
provocando, tal y como así lo destacaba el padre Isidro, “ha
ido retrasando el trabajo en los últimos meses”.
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Recuperación de los campanarios de la iglesia
Uno de los proyectos que se
acometerán durante la restauración de la céntrica Iglesia de
San Francisco, la cual comenzó a construirse en 1.712 y se
concluyó en 1.723, será la recuperación de los campanarios.
Para ello la comunidad agustiniana ha iniciado los trabajos
para presupuestar la adquisición de unas nuevas campanas,
debido al deterioro y lamentable estado de las que
actualmente posee. El padre agustino Isidro Labrador,
resaltaba a EL PUEBLO que una vez se tengan los presupuestos
comenzarán a trabajar para intentar recaudar fondos con el
fin de poder paliar el gasto que suponga esta adquisición,
así como la compra de los nuevos bancos para cuando se
reabra la iglesia a culto.
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