Ha sido sorprendente conocer la opinión supuestamente
analítica de una representante del Gobierno de la Nación
sobre la situación de la inmigración en Ceuta. Ha mentido
gravemente dejando bien claro, a tenor de lo dicho, la nula
importancia que le reportan los ciudadanos de Ceuta.
Decir que globalmente los números no son mayores que en años
anteriores es faltar a la verdad. FRONTEX no dice lo mismo
para el caso de Ceuta, pero la realidad tampoco. Debería
preguntarle esta señora a la Guardia Civil, a Salvamento
Marítimo y a Cruz Roja cómo lo llevan desde el pasado mes de
abril.
Pero la desvergüenza es manifiesta cuando pone de ejemplo a
Lampedusa para quitar hierro a lo de Ceuta. A estas alturas
de declaraciones, si se sigue el texto íntegro, la
irreverencia va despendolada. Es de una falta de respeto tal
a los ciudadanos ceutíes que no hay calificativos para esta
‘miembra’ del gobierno.
Reconoce que en el CETI ya hay del orden de los 730
inmigrantes cuando su capacidad es para 512 “pero el CETI
está para eso”. Nada importa que se haya tenido que doblar
los turnos de cocina, de vigilancia de distintos servicios.
Para rizar el rizo de la desfachatez hecha declaraciones
oficiales -por ser representante de la Administración
General del Estado-, la buena señora dijo que “cada día”
salen inmigrantes del CETI a los CIE de la península. Lo
dijo y se quedó tan ancha. Al margen de alabar la “estrecha”
relación con Marruecos para controlar el fenómeno, la tal
Estrella Rodríguez esta, hizo un alarde global de poca
vergüenza política y de falta notoria de respeto a los
ceutíes, quienes soportan en su ciudad una verdadera
presión, la que no soporta desde su despacho y vehículo
oficial la directora general. Si acaso sólo aguanta la de la
cohorte de pelotas y majaras que le deben aplaudir sus
gilipolleces.
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