Más de la mitad de los partos que se han atendido en lo que
va de año en el Hospital Comarcal de Melilla son de mujeres
extranjeras, la gran mayoría procedentes de Marruecos y sin
Seguridad Social, a las que no se puede facturar la
asistencia sanitaria que reciben porque están amparadas por
la Ley de Extranjería, al igual que ocurre con los menores
de edad. En rueda de prensa, Antonio García Morillo, explicó
que en lo que va de año, el Hospital ha registrado 1.355
partos.
En rueda de prensa, el director territorial del Instituto
Nacional de Gestión Sanitaria (INGESA), Antonio García
Morillo, explicó ayer que en lo que va de año, el Hospital
Comarcal de Melilla ha registrado un total de 1.355 partos,
de los cuales 694 eran de mujeres extranjeras, esto es, el
51,21 por ciento.
Esta cifra es incluso mayor que en años anteriores, en los
que habitualmente esta cifra oscilaba entre el 48 y el 50
por ciento. Así, en 2010 hubo un total de 2.250 partos, de
los cuales 1.104 correspondieron a mujeres extranjeras.
Morillo subrayó que el problema con el que se ha encontrado
el Hospital Comarcal es el aumento considerable del número
de asistencias a mujeres en periodo de gestación en los
primeros cinco días de agosto, lo que ha provocado una
saturación del Área de Tocoginecología, que se encontraba a
fecha de ayer al 100% de ocupación.
Así, el responsable del INGESA explicó que hasta ayer a las
9,30 horas, el Hospital Comarcal había atendido 44 partos,
20 más que en el mismo periodo del año pasado. Esto ha
obligado al centro sanitario a ingresar a algunas de estas
mujeres en la unidad de Traumatología, ya que esta
“contingencia” ha coincidido con unas obras de remodelación
en el ala de Cirugía.
De estos 44 partos, sólo 11 corresponden a mujeres
españolas, de modo que las 33 restantes son extranjeras, de
las cuales únicamente cinco cuentan con Seguridad Social -4
trabajadoras transfronterizas y una con Seguridad Social de
Barcelona-. El resto son 27 embarazadas marroquíes sin
Seguridad Social y una de Camerún con residencia en el
Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI).
El responsable del INGESA argumentó que la Ley de
Extranjería obliga a atender a las mujeres embarazadas y a
los niños sin facturarles la asistencia sanitaria que se les
presta porque “tienen los mismos derechos que cualquier
ciudadano español o europeo”.
El gerente de Atención Sanitaria, José Esteban Sánchez de
Beláustegui, dijo desconocer si este incremento de partos en
estos primeros días de agosto se debe a que las parturientas
han querido dar a luz antes del inicio del mes sagrado de
Ramadán.
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