PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura
Melilla

Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - DOMINGO, 7 DE AGOSTO DE 2011

 

OPINIÓN / EL MAESTRO

Cuando yo iba al colegio (VI)
 


Andrés Gómez Fernández
andresgomez@elpueblodeceuta.com

 

PILAR D.R. 28 AÑOS: Toda mi escolarización la realicé en el “Morejón”. El hecho más significativo de mi trayectoria escolar, se produce cuando pasamos de 5º a 6º Curso. Pasábamos al Ciclo Superior de la E.G.B. Atrás quedaron unos años de gratos recuerdos, con nuestra querida tutora, que dejó una huella profunda en todos sus alumnos y alumnas. Pero no fueron malos estos tres años que pasamos en el citado Ciclo. Trabajamos mucho, ya que nuestro tutor y profesor nos exigía demasiado.

Nuestro grupo era como una gran familia. Todos los componentes fuimos magníficos compañeros y amigos. Sólo un hecho que me marcó: El único suspenso que conseguí en toda mi trayectoria me lo adjudicó la profesora de Educación Física. Fue un ‘magnífico trofeo’ para la citada profesora.

Este hecho que voy a relatar, cada vez que lo recuerdo me lleno de emoción: “Yo tenía un padecimiento de corazón. La solución pasaba por una intervención quirúrgica que se realizó con todo éxito, en un hospital de Madrid. Una tarde, ya en mi domicilio, me llevé una grata sorpresa: Un grupo de compañero de mi clase me visitaron cuando yo estaba en período de recuperación. Me obsequiaron con un ramo de flores, que yo agradecí, emocionadamente. Un hecho de alto significado, donde mis compañeros se solidarizaron conmigo.”

VICTOR R.F. 29 AÑOS: Yo hice el Pre-escolar en el “Mare Nostrum” y la EGB en el “Morejón”. En mi largo recorrido escolar, recuerdo gratamente a todos los profesores y profesoras que tuvieron responsabilidades en las distintas materias.

Compartí aula con magníficos compañeros y compañeras, con Miguel Ángel Toro, Domingo Salas, José Luis Rosado, Rosa Pedrajas, Patricia Martínez, Sara Mateo, Celeste...

El ambiente del Colegio era de una de rígida disciplina. De mantenerla, aparte de los profesores, se encargaron los Conserjes. Quiero recordar que se encontraba entre ellos una señora que nos mantenía a “todos firmes”, en particular en las entradas y salidas, en perfecto orden, en fila y en silencio.

Recuerdo cómo el Profesor de Ciencia había introducido en el aula la PRENSA ESCRITA. Hicimos un seguimiento al “problema del fletán”. Canadá nos había reducido el número de capturas, y ello originó el consiguiente conflicto. Nuestro compañero Manolo, muy aficionado a la pesca, se encargó de la coordinación.

Hicimos el viaje de Fin de Curso a la Sierra de Málaga en una localidad llamada Alozaina, “Granja Escuela”. Fuimos los dos 8º, A y B. Lo pasamos muy bien, en contacto con la Naturaleza, visitando el Parque de Atracciones “Tívoli”, montando en caballos, haciendo mermelada... Un comprometido y responsable Profesor nos acompañó.

MARIA JESÚS C.S. 28 AÑOS: Mi escolaridad la empecé en el “Morejón”, desde el Parvulario hasta conseguir mi Graduado Escolar. De mi Colegio guardo recuerdos entrañables. Mi grupo, desde el parvulario, era una “piña”. Una etapa que no volverá. Hicimos historia. Inevitablemente, al terminar la EGB, nos separamos.

Guardo recuerdos maravillosos de todos mis compañeros en particular de aquellos que finalizamos juntos la EGB. Y de muchos profesores.

Entre mis anécdotas, recuerdo las siguientes: Teníamos por costumbre ‘coleccionar’ las frases ‘amenazantes’ de nuestro profesor de Sociales. Quizás le diéramos motivos para, en cada momento, dedicarnos continuas amenazas que, generalmente, no cumplía. Después nos dedicábamos a recordarlas, por lo que nos lo pasábamos muy bien.

Pese a nuestras buenas relaciones, en algunas ocasiones ocurrían conflictos de escasa importancia. Era el caso del que sostuvo un querido compañero con una también querida compañera. Hubo una pequeña agresión del chico a la chica, situación que nuestro tutor no dejó de pasar, haciendo venir al centro a la madre del chico, la cual actuó rápidamente para evitar que hechos como el ocurrido no volvieran a repetirse.

En nuestra despedida del Colegio estuvimos en el Parque Mediterráneo. Una de las últimas actividades fue montarnos en las barcas. En la nuestra lo pasamos muy bien, cuando se nos escapó un remo. Un leve incidente que no tuvo males mayores.

JUAN ANTONIO B.G. 29 AÑOS: En el “Juan Morejón” mi colegio de siempre, el Parvulario era como una casita de ladrillos vistos y tejados a dos aguas, también pequeñas. Recuerdo el patio de recreo, con cierta pendiente, que servía de pista de despegue de tantos niños.

Los animales marcaron mi personalidad desde entonces y recuerdo que solía adoptar cochinitas, que encontraba en el recreo con el pretexto de cuidarlas y ayudarlas durante su “embarazo”. A veces, mi amiga Patricia me preguntaba al día siguiente por la evolución de mis improvisadas mascotas y yo le explicaba con detalles, las ‘complicaciones’ surgidas en el ‘parto’. Supongo que nunca le convencí del todo, dadas las frecuencias con que se daban las ‘complicaciones’.

En el Colegio proseguí mi carrera naturalista con respeto y seriedad, eso sí, y seguía dibujando. En general tuve mucha suerte con mis profesores y con mis compañeros. El patio del Parvulario dejó paso a una extensión mucho mayor con zonas ajardinadas, incluso que siempre me sirvieron de refugio y de escenario de juegos, en compañía de mis compañeros más próximos.

Nuestra tutora, en 8º, profesora de Educación Física, siempre me pareció correcta e interesante, con ella aprendí a trazar una bisectriz y correr un kilómetro, sin desfallecer, dando seis vueltas al colegio.

Y recuerdo en este último curso la felicitación del Sr. Inspector. Era una clase de Matemáticas, donde todo el grupo tuvo un comportamiento ejemplar.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto