La llegada del 6 de agosto supone
vivir el último día de nuestras Fiestas Patronales. Hoy se
le dice adiós, hasta el año que viene, al jolgorio del Real
y al estruendo de la calle del Infierno con todos sus
aderezos de tómbolas y carricoches de comidas rápidas, más
la ploriferación de casetillas de mojitos. Hoy, los fuegos
artificiales que vuelve al lugar de lanzamiento con el que
sí se disfrutarán (el año pasado fue una mala experiencia),
pondrán la guinda a un buen pastel feriante. Ha sido buena
nuestra Feria de 2011. Con menos afluencia que otros años,
lo que resulta negativo para caseteros y feriantes, pero con
un magnífico orden y seguridad para los que sí han
disfrutado ‘in situ’ en el recinto. Madrugada de pliegue de
atracciones y de llegada de irregulares a la espera de una
salida oculta a la península. El despliegue policial hoy
será algo más que intenso.
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