Si tengo un especial deseo de que
la etapa socialista vaya a dormir el sueño de los justos,
es, especialmente, por ver si de una vez por todas un tonto
oficial, Pere Navarro, se marcha a “escardar cebollino” y
nos deja tranquilos a quienes, desde hace muchos años,
llevamos conduciendo y en todo ese tiempo no nos hemos
encontrado con un jeta y un impresentable, como el tal Pere
Navarro.
Y es que no sale de una y ya trata de meternos en la
siguiente, yendo de fracaso en fracaso, todavía no sé para
qué.
Casi a finales del invierno tuvo la genial idea de pensar o
de rumiar la idea de rebajar la velocidad en las autopistas
y autovías, pasamos de poder circular a 120 kilómetros hora
a circular a tan sólo a 110.
El objetivo no se sabe cual sería y el resultado fue de tal
fracaso que cuatro meses después se ha vuelto a como se
estaba antes, esto es, a los 120.
Claro que, de por medio, hubo unos gastos extra con la
colocación de las cartulinas del 110, costes que yo
sospecho, tengo derecho a poderlo hacer, que podrían haber
dejado algún dividendo si no en el “tonto oficial”,sí en
alguna empresa con la que él tuviera algún tipo de interés.
Eso lo sospecho, aunque no lo puedo afirmar tajantemente.
Pues bien, tras aquel fracaso que no satisfizo a nadie,
ahora el “tonto de la circulación” trata de dar otra pirueta
en el aire, intenta dar otro recorte en la velocidad, no en
autopistas y autovías, sino en las carreteras de un solo
carril por sentido.
Es su ultima propuesta, la reducción del límite de velocidad
en las carreteras convencionales, bajando de los 100
kilómetros hora a tan sólo 90.
Además, es tan tonto y tan inepto que ese recorte lo quiere
hacer en las carreteras con independencia del ancho del
arcén de la vía, o lo que es lo mismo, la misma velocidad
permitida en la N 110, que en la Comarcal CL 540, por poner
un par de casos de rutas que no son autopistas, ni autovías,
pero que son muy diferentes entre sí por su anchura y por su
arcén. Está claro que los “tontos” no saben distinguir entre
lo normal y lo anormal.
Pero el “jeta” en cuestión, como sabe que le queda poco
tiempo “chupando del bote” pretende que esto entre en vigor
antes de que termine la legislatura, con lo que volvería a
haber doble gasto, cambiar ahora las pegatinas esas y luego,
cuando llegue el PP al poder, volver a ponerlo en su justa
situación.
El tal Pere Navarro trata de justificar todo esto por
razones de seguridad, algo que no parece razonable, pues los
10 kilómetros de diferencia no van a bajar el índice de la
siniestrabilidad.
Esta medida, además de lo que ya he sospechado, no afirmado,
anteriormente, va encaminada, también, a aumentar la
recaudación por las multas de tráfico.
Ahora bien, ni un estudio serio, ni nada habido para esta
iniciativa, especialmente cuando Fomento aporta una serie de
datos que revelan que los conductores, en la mayor parte de
estas carreteras no superan esas velocidades.
Es más, y en eso, como no sabe “el tonto oficial” no puede
entrar, los conductores y técnicos consideran más importante
que rebajar los límites de velocidad, mejorar las
infraestructuras.
Esta modificación se podría realizar por la vía ejecutiva
del Reglamento de Circulación. Eso me dice que el 1 de
diciembre se volvería a cambiar.
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