Llevaba, desde febrero, esperando
acudir al especialista de la Sanidad pública. Tras tres
aplazamientos (mayo, junio y julio), por fin me recibe el
doctor, en pleno agosto, para decirme que han extraviado el
análisis de sangre que me hicieron en febrero…
Lo normal, en estos casos, es que uno monte en cólera y
comience a desvariar despotricando contra la Sanidad
pública, pero en mi caso solamente hice el comentario de
que, a juzgar por lo que están haciendo, si esperaban darme
el diagnóstico después de que me muriera.
Tendrían que llamar a San Pedro para que me avisara.
Bueno, mi llegada al Hospital Central de Mataró coincidió
con una manifestación de médicos y enfermeras contra el
recorte que está efectuando la Generalitat de Catalunya en
Sanidad.
Juzgo que esas manifestaciones son rasgos egoístas de los
profesionales de la Sanidad, por cuanto se lamentan por sus
sueldos, en caso de ser despedidos, pero nunca lo harían por
los enfermos (eso seguro).
Que no se preocupen de los enfermos está muy claro. En el
servicio de atención al paciente, del hospital de
referencia, hay cinco ventanillas para atenderlos, sin
embargo dos de ellas están cerradas. En las otras tres,
sendas chicas atienden… cuando quieren. Se pasan el tiempo
charlando y saliendo de su puesto (supongo para desayunar,
aunque desayunan a toda horas) y de vez en cuando,
casualmente, tocan el botón de los números de turno.
Media hora esperando a que me asignaran fecha de la próxima
consulta.
En el tema económico, que no tiene nada que ver con Sanidad,
veo que tengo razón. Toda la razón.
Para comenzar, los que opiné el otro día sobre el PP, se
cumple a rajatabla. Ya está la ‘lista’ de Cospedal
aumentando el sueldo a los jefes de su gabinete en 4.000
euros más al año.
Mientras su compañero, el ‘sonrisas’ Pons, declara que no le
parece decente que los banqueros se suban el sueldo.
Ni a mí, ni a mí querido Pons, como tampoco me gusta que os
saltéis a la torera (tipo rana) las promesas de austeridad
que soltáis a troche y moche para luego no cumplirlas.
No me extraña eso ya que sois así.
Lo jocoso es que ambos, Cospedal y Pons, ven como único
responsable de la caída de la CAM a Rodríguez Zapatero.
Quisieron crucificar a Barreda por la CCM pero exculpan a
Camps en el escándalo de la CAM. ¿Tanto campo tienen para
ver pajas en ojos ajenos?
Pecar de ingenuo me es dado, desde luego no lo niego, pero
aceptar tomaduras de pelo… solo me hace reír. Así
aconsejaría a la abuelita se lo piense mejor. No sé si me
entienden.
En cuanto a la manida prima de riesgo, las agencias que
evalúan las mismas son parecidas a una agencia internacional
que se encarga de evaluar los fármacos y que es financiada
por los mayores laboratorios farmacéuticos.
Esta agencia asegura a los ciudadanos que el uso de un
medicamento específico es muy eficaz. Siermpre que sea un
medicamento producido por los laboratorios que la financian.
Eso mismo es lo que ocurre con las agencias que califican y
derriban economías de países afectados por las crisis
económicas y políticas.
Buscan formas y maneras, muchas de ellas totalmente
ilegales, de mantener los ingresos, cuanto más mejor, que
beneficien rotundamente sus expectativas de negocios.
Suelen elogiar a los grandes bancos, con los que sus
productos financieros son calificados de excelentes cuando
en realidad son basuras. Auténticas basuras financieras.
Cuando los bancos se hunden… ahí está el inocente Estado que
sufraga sus pérdidas.
En fin. La vida sigue, yo también, aunque un poco mosqueado.
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