La receta parece sencilla, sólo hay que añadir ron, Seven
Up, hierbabuena y, cómo no, azúcar. Pero no todo el mundo es
capaz de hacer un buen mojito. “La clave está en las
cantidades, en el arte de prepararlo”, puntualiza Jessica
que, junto a Dani y Antonia, se encarga de uno de los
puestos de mojitos de la feria. Ellos vienen desde La Línea
y Algeciras desde hace dos años y, aunque en otras ferias
montan puestos de comida, en Ceuta lo tienen claro, “el
mojito se vende bastante y es lo que más demandan los
clientes”, explica. Pero, no es lo único, en este negocio
también se preparan mojitos sin alcohol, de fresa, daikiris
o piñas coladas y, para los más atrevidos, hasta ‘orgasmo
múltiple’. La bebida, que llama la atención a propios y
extraños, se elabora con licor de café, Fray Angelico,
Baileys y Vodka, una ‘bomba’ que no deja indiferente.
De origen cubano, el mojito fue inventado durante la ley
seca que se impuso en Estados Unidos en la década de 1920,
cuando los ‘gringos’ escapaban a Cuba para poder tomar un
trago. Casi un siglo después, esta bebida se ha hecho la
reina de la noche y de la feria ceutí. Desde los más
pequeños, que los piden sin alcohol, a los mayores, todos
pasan por las decenas de puestos de mojitos que hay
repartidos por toda la feria. En otro de estos negocios
trabaja Macarena. Ella lleva viniendo a Ceuta diez años y
este, como novedad, ha instalado un puesto de mojitos. “Hay
que cambiar e innovar”, señala, por ello se decidieron a
vender bebidas en lugar de comida durante este año. En los
cuatro días que llevan trabajando, las ventas no van nada
mal, según cuenta, mientras prepara una remesa de ocho
cócteles. Y es que, en el negocio del mojito no se para a lo
largo de toda la noche. “Lleva mucho trabajo hacerlos”,
explica Macarena. Por ello, hay que “echarle un poquito de
paciencia”.
Precios asequibles
Pero no solamente los mojitos se hacen en estos puestos, las
casetas también han sucumbido a la bebida cubana. Como
ejemplo, la caseta municipal, donde se preparan los mojitos
con azúcar moreno. Hasta aquí se acercaron Tomás, Rosario,
Carmen y Antonio para disfrutar de esta bebida a ritmo de la
copla que el lunes por la noche centró las actuaciones de
este recinto.
Los caballas pueden disfrutar de esta bebida desde los
cuatro euros, si es una vaso de medio litro hasta los ocho
si se trata de ‘maceta’ de litro. También hay rebujito,
tradicional en toda feria andaluza, así como cubatas o tinto
de verano.
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