PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura
Melilla

Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - LUNES, 1 DE AGOSTO DE 2011

 
OPINIÓN / COLABORACION

Detección del VIH en las oficinas de farmacia de Ceuta

Por María Dolores Ruiz Gualda y Antonio José Ruiz Gualda


El registro de casos de sida de la Ciudad Autónoma de Ceuta funciona desde 1987 y se han recogido 166 casos hasta 2010. El número de casos nuevos ha ido disminuyendo progresivamente con respecto a años anteriores, posiblemente debido los avances que se han producido en la lucha contra el Sida, tanto en la prevención como en la asistencia sanitaria. A pesar de los grandes progresos que se han producido en su tratamiento, el sida continúa siendo la enfermedad infecciosa que mayor preocupación genera en la sociedad. No en vano se trata de una patología aún hoy incurable y que en ausencia de tratamiento presenta una elevada tasa de mortalidad.

Una de las estrategias en la lucha contra el sida es proporcionar a la población la posibilidad de acceder a una analítica de diagnóstico rápido y de fácil accesibilidad, como puede ser la realización de los test de cribado de infección por el VIH. Se ha demostrado por la evidencia científica que la detección precoz y la rápida instauración del tratamiento mejoran significativamente la calidad de vida del paciente y del entorno que lo rodea. Es muy importante identificar lo antes posible a las personas seropositivas para, además de establecer el diagnóstico y tratamiento adecuados, evitar en lo posible la diseminación del virus.

Plan sobre sida

Desde los años 90 las farmacias de Ceuta colaboran con el Plan Nacional sobre el Sida con un programa de intercambio de jeringuillas y kits antisida. Estos programas fueron pioneros a nivel nacional, tanto desde el punto de vista social como de implicación por parte de las oficinas de farmacia. Siguiendo en esa actitud de colaboración, en noviembre de 2009 el Colegio Oficial de Farmacéuticos firmó un convenio con la Consejería de Sanidad de la Ciudad Autónoma de Ceuta a través de su Plan sobre Sida para que en las farmacias de nuestra localidad pudieran realizar los test rápidos de detección del VIH.

El 1 de diciembre de ese mismo año, coincidiendo con el Día Mundial del Sida, se presentó en sociedad y ante los medios de comunicación el programa de test rápidos de VIH en las farmacias. Desde ese momento ya llevamos más de un año de andadura, trabajando conjuntamente con la Ciudad Autónoma y ofreciendo este servicio a todas aquellas personas que consideraran que pudieran estar infectadas.

Cuando el Colegio nos propuso la posibilidad de implicarnos en esta experiencia social y sanitaria nos pareció una oportunidad interesante, tanto desde el punto de vista profesional como de enriquecimiento personal. Como sanitarios conocemos el tipo de virus, los métodos de contagio y, en definitiva, la enfermedad. Sabemos que a día de hoy es una enfermedad incurable y que la detección precoz del VIH nos permite acceder al tratamiento adecuado manteniéndola controlada y dando la posibilidad de disfrutar de una excelente calidad de vida. La detección rápida de la infección por VIH se convierte en un objetivo a cumplir en materia de Salud Pública y nosotros los farmacéuticos, como profesionales sanitarios fácilmente accesibles a la población, nos sentimos un eslabón importante para la consecución de estos logros.

Para conseguir que la iniciativa llegue a la población se han puesto carteles en todas las farmacias indicando que se puede realizar la prueba rápida del VIH. El distintivo ha sido elaborado por la Consejería de Sanidad y Consumo de la ciudad y el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Ceuta. Se ha contado con la estrecha colaboración de la prensa escrita (el Faro de Ceuta y el Pueblo de Ceuta), de las televisiones locales (Radio Televisión Ceuta y Ceuta TV) y de carteles situados en lugares estratégicos. Coincidiendo con la campaña en medios de comunicación se produjo un incremento de la demanda de información, y un aumento del número de pruebas realizadas.

Por la divulgación realizada, y teniendo en cuenta la importancia social y sanitaria de la detección precoz del VIH, detectamos -en coordinación con la Consejería- un elevado porcentaje de usuarios interesados en hacerse la prueba. Habría que tener en cuenta otras consideraciones para sacar conclusiones del estudio, como que todavía prima en algunos grupos con prácticas de riesgo la idea de que es preferible “vivir en la ignorancia”, y tendríamos que analizar cómo poder llegar a ese estrato de la sociedad.

El programa está destinado a cualquier persona a partir de los 16 años que haya mantenido prácticas de riesgo y que quiera saber si está infectado. Desde la farmacia les damos la oportunidad de hacerse la prueba de forma anónima, confidencial y gratuita en tan sólo 20 minutos.

Antes de realizar la prueba se facilita al paciente un documento de consentimiento informado, con los membretes del Colegio Oficial de Farmacéuticos y del Plan sobre Sida de la Consejería de Sanidad y Consumo de la Ciudad Autónoma de Ceuta, en la que da su autorización mediante la firma para que se le realice el test rápido del VIH de forma anónima. En el documento se recoge el resultado que, si es positivo, deberá ser confirmado con otros análisis más específicos en un centro de referencia al que se le deriva por el farmacéutico.

También se informa de que si el análisis es negativo significa que no está infectado.

Los datos, que son recogidos por la farmacia e incorporados a un fichero para su posterior estudio, no incluyen información referente al resultado, garantizando la seguridad, confidencialidad e integridad de los datos, así como que no se destinarán a fines distintos de aquellos por los que se han recabado.

El método empleado es un inmunoensayo que permite la detección cualitativa simultánea del antígeno p-24 del VIH, así como de los anticuerpos al VIH-1 y VIH-2. El antígeno p-24 se produce durante las primeras semanas de la infección por el VIH y es detectable antes de que los anticuerpos se produzcan, por lo que es un marcador ideal para ayudar al diagnóstico temprano del VIH sin necesidad de esperar un periodo ventana de entre 3 y 6 meses después de la conducta de riesgo para poder realizar la prueba. Este novedoso test ha logrado acortar las esperas que debía soportar el paciente para conocer los resultados de la prueba, pues ahora se dispone de un diagnóstico en apenas 30 minutos y supone un punto de inflexión en la historia de las técnicas de detección del virus. Estos test tienen una fiabilidad similar a la de los análisis convencionales de inmunoensayo, con una sensibilidad del 100% y una especificidad del 99,7%.

La técnica es sencilla. Siempre evitando la posibilidad de contagio, con los guantes puestos, se realiza un pequeño pinchazo en el dedo y mediante un capilar se obtiene una muestra de sangre que se deposita en la tira reactiva. Gracias al tampón de arrastre, que posee un ph que no reacciona con la muestra ni la altera, se podrán leer los resultados en tan solo 20 minutos. Mientras se obtiene el resultado siguiendo una dinámica de comunicación se aprovecha para hacer una labor de educación sanitaria, recordando que sólo se puede transmitir el virus a partir de cuatro fluidos corporales previamente infectados; la sangre, el semen, las secreciones vaginales y la leche materna. Además se indica que para que se produzca la infección es necesario que el virus penetre en el organismo al producirse el contacto de estos fluidos con las mucosas o la sangre de la persona.

También informamos de que actualmente las prácticas de riesgo más habituales son haber mantenido relaciones sexuales con penetración y sin preservativo con parejas de las que se desconocía si estaban infectadas o no. El contagio sangre-sangre derivado del uso de jeringuillas fue en los años 80 una de las vías de transmisión más importantes, afortunadamente superada gracias a los programas de prevención de riesgos –kits antisida e intercambio de jeringuillas– y a la información y concienciación de los usuarios de drogas por vía parenteral.

En el acto profesional se realiza al demandante una encuesta con fines estadísticos que en todos los casos debe ser completada. En esta encuesta se pregunta entre otras cosas por el sexo, la edad, la residencia y el país de origen; si ha realizado alguna prueba anteriormente y cuál fue el resultado. Así mismo el paciente nos indica los motivos que le han llevado a realizarse este test de detección, cuando fue la práctica de riesgo y por qué ha elegido una farmacia para realizar la prueba. En la mayoría de los cuestionarios los usuarios señalan que eligen la farmacia por la cercanía, la accesibilidad, el buen trato y la confidencialidad.

El tiempo de espera, desde que se realiza el análisis hasta que se obtiene el resultado, supone un momento de nerviosismo para el paciente, y en el que el farmacéutico tiene un rol muy importante, tranquilizando al usuario e informándole sobre la enfermedad. Actualmente el Sida no es una enfermedad mortal, es una enfermedad crónica tratable y que el conocimiento de la infección puede colaborar a no aumentar la transmisión del VIH. De las pruebas realizadas en este año de experiencia, no hemos tenido ningún caso en la farmacia de resultado positivo.

Cualquier persona que haya tenido algún comportamiento de riesgo o tenga la sospecha de poder estar infectado, debería realizarse la prueba, teniendo en cuenta que la imagen externa no indica si una persona está infectada o no. Dentro del grupo de pacientes que se han realizado la prueba en nuestra oficina de farmacia no hemos encontrado un patrón demográfico fijo. Han hecho uso del servicio personas de ambos sexos, con edades comprendidas entre los 25 y los 75 años, con distintos hábitos sexuales y de diferentes estratos sociales.

Sabemos que se trata de una buena iniciativa, valorada por los ciudadanos, y en la que tenemos que seguir trabajando, aprovechando el potencial sanitario de las farmacias, como establecimientos sanitarios cercanos, accesibles y comprometidos.

Ceuta, por su situación geográfica en el norte de África, actúa como barrera sanitaria en muchas patologías de prevalencia en este continente como el cólera, la malaria o la brucelosis, entre otras enfermedades. Creemos que este programa ha podido tener cierta relevancia en la zona próxima del país vecino, en cuanto a concienciación ciudadana respecto al Sida. Estamos convencidos de que esta experiencia puede ser la base para la realización de otros programas de prevención y cribado desde la oficina de farmacia. En este sentido hay mucho por hacer y muchos campos que explorar considerando que la farmacia permite una comunicación directa, fluida y permanente con la población y que ese es el fundamento para la aplicación de los programas de prevención y promoción de la salud pública.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto