Desde la aparición de la luna nueva y, durante los
siguientes 29 ó 30 días, los musulmanes ceutíes y de todo el
mundo se verán absortos en la celebración de su mes más
sagrado, el Ramadán, un periodo de reflexión, purificación y
autocontrol, que se remonta hasta el año 610 y celebra la
revelación a Mahoma de los primeros versos del Corán por
parte de Alá. El ayuno, practicado durante siglos por
distintas religiones, es una parte fundamental de este
periodo del año para los musulmanes, pero no la única, ya
que de lo que se trata es de dedicar todo el mes a Dios.
Según el Islam, a través del ayuno se gana un mejor
conocimiento de las gracias de Dios y una mayor compasión
por los más desfavorecidos. Aunque esto no solo se refiere a
la ingesta de comida, también incluye abstenerse de los
placeres del cuerpo entre el amanecer y la puesta del sol.
No sólo la comida o bebida está prohibida, sino también
cualquier actividad sexual. Todas las cosas que se
consideran prohibidas lo son más aún en este mes, por su
santidad. En todos y cada uno de los momentos del ayuno, la
persona suprime sus pasiones y deseos por amor a Dios. Esta
conciencia del deber y espíritu de paciencia ayuda a
reforzar la fe.
El ayuno ayuda a la persona a ganar auto control. Aquel que
se abstiene de las cosas permitidas como la comida y la
bebida es muy probable que se sienta consciente de sus
pecados. La espiritualidad ayuda a romper los hábitos de la
mentira o la pérdida de tiempo. Estar hambriento y sediento
parte del día puede ayudar a ser consciente y sentir en
carne propia la situación de miles de personas hambrientas
en el mundo. Por eso Ramadán es también un mes de caridad y
bondad.
“Ayunar es solo una parte del Ramadán”, explica el
presidente de la Unión de Comunidades Islámicas de Ceuta (UCIDCE),
Laarbi Maateis, que dice que “si el cuerpo ayuna, también
tiene que hacerlo el alma”. Por eso durante el Ramadán lo
ideal es proponerse un cambio de vida, “centrándose en Dios”
y no solo pensando en el ayuno durante las horas del día. “A
parte de la abstención de comer, beber o fumar, también hay
que mantener los ojos controlados, no injuriar, e intentar
ver lo bueno”. Así, mientras que el ayuno se rompe por la
noche, Maateis entiende que el ‘ayuno espiritual’ debería
continuar durante todo el mes, tanto en el día como en la
noche. “Lo que sembramos de día no hay que derrocharlo en la
misma noche”.
“Confirmado el calendario exacto del mes de Ramadán, el
musulmán debe convertir su fe con la intención de amanecer
en ayunas”, explica Maateis. A partir de la primera noche,
en la que se empiezan a recitar los capítulos del Corán,
continuarán los rezos para “huir” de las malas conductas.
Según Maateis, todos los días del Ramadán son especiales, y
la oración tiene un protagonismo diario.
“Los viernes, todavía más, porque en ese día se pueden
borrar todos los pecados de la semana, siempre y cuando
exista la verdadera intención de no volver a repetirlo. Hay
que acudir a la mezquita bien limpio, con ropas nuevas si es
posible y mejor de color blanco”.
La recomendación del Islam es que la comida se haga lo más
cerca posible del amanecer, para que el cuerpo pueda
aguantar todo el día sin sustento. “Es conveniente aplazar
la comida a las cuatro de la mañana, a una media hora de la
primera oración, a la que se debe llegar con la intención de
ayunar durante todo el día”.
Excepciones
Aunque todos los musulmanes están llamados a ayunar, el
Islam contempla ciertas excepciones, como en el caso de
niños, embarazadas o enfermos crónicos. Las mujeres
embarazadas deben recuperar el ayuno una vez concluido el
embarazo, pero en el caso de los enfermos no es necesario,
según explica el presidente de la UCIDCE pueden suplirlo
dando de comer cada día a una persona pobre de su barriada.
“El musulmán puede hacer una estimación de lo que se
gastaría en comida durante un día, multiplicarlo por treinta
y dárselo a un vecino, ésta es la mejor forma de ayudar a
alguien, que es también una de las ideas del mes sagrado. Es
importante porque las comidas especiales como la harira, la
chuparkía o los dátiles tradicionales de este mes pueden
resultar caros y no todas las familias pueden afrontar este
gasto”.
Los viajeros, siempre que estén realizando un trayecto de al
menos 85 kilómetros, también están exentos de realizar el
ayuno, aunque pueden recuperarlo. “Dios les ofrece el regalo
de poder comer aunque estemos en Ramadán, y no hay que
sentirse mal por ello”, dice Laarbi Maateis.
Conferencias de expertos
El mes de Ramadán, dedicado al ayuno, la purificación e
introspección espiritual y el amor a Dios, se divide en tres
fases de diez días: los ‘días de Misericordia, los ‘días del
perdón’ y los ‘días de la salvación’. En los primeros, Dios
da misericordia a todo ser humano que ayuda a Dios con su
fe, los siguientes ofrecen el perdón “con garantía” y los
últimos sirven para salvarse del “castigo mayor”, o el
infierno. “Durante todo el mes es bueno concentrarse
rezando, pidiendo por uno mismo y por los musulmanes pero
también por toda la humanidad”, explica el presidente de la
UDIDCE.
Más de cuarenta comunidades islámicas distintas, agrupadas
en la UCIDCE, celebran el Ramadán en Ceuta, y cada una de
ellas organiza el mes “a su manera”, por ello este año la
Unión de Comunidades Islámicas ha organizado los eventos en
varios calendarios organizados por barriadas, entorno a las
principales mezquitas de la ciudad (Recinto, San José,
Príncipe Alfonso y Príncipe Felipe). A lo largo de todo el
mes, los imanes irán rotando en las distintas mezquitas,
“tendrán un día en su mezquita y después irán cambiando”.
Además de los imanes propios de cada mezquita, la UCIDCE
traerá este año a 18 imanes más para oraciones
extraordinarias, que se repartirán en cada una de ellas a lo
largo de los 29 ó 30 días del Ramadán.
“También vamos a traer de Marruecos a sabios y
conferenciantes universitarios, ulemas e imanes con los que
intentaremos dar más vida a las mezquitas”, precisa Maateis.
Entre todos ellos, el presidente de la UCIDCE destaca a los
tres imanes de la Universidad Internacional Al-Azhar de El
Cairo (Egipto), que llegarán a la ciudad el primer jueves de
Ramadán para ofrecer varias conferencias y charlas.
Todas las mezquitas de la ciudad serán protagonistas, y
muchas de ellas contarán con iluminación especial, pero
entre todas ellas destaca la mezquita Mulay El Mehdi, que
acaba de ser inaugurada tras un proceso de renovación que ha
lavado la cara al edificio, uno de los más antiguos de este
tipo en Ceuta.
Novedades
En la zona de Loma Colmenar, los vecinos musulmanes tendrán
la oportunidad de disfrutar por primera vez de una carpa
cedida por el gobierno de la Ciudad Autónoma, que estará
acondicionada con alfombras para que los vecinos de la
barriada puedan juntarse a rezar, tanto de día como de
noche, sin necesidad de desplazarse hasta el Príncipe.
“Estamos muy agradecidos por este gesto, es un esfuerzo que
tiene mucha importancia para todos”, dice Maateis.
Aunque se ha mejorado la iluminación en algunas zonas, los
miembros de la UCIDCE ha solicitado a la consejería de
Presidencia y Gobernación que el año que viene se siga
invirtiendo en este aspecto.
Cuando salga la luna, tras los 29 ó 30 días de ayuno, al
igual que en los últimos años, el Ramadán culminará con su
día más especial en un rezo multitudinario, la Musala
(literalmente, lugar de rezo en congregación). “El Corán
recomienda a todos los musulmanes a rezar en el exterior de
la mezquita, como lo hacía el profeta, salvo causa mayor
como fuertes lluvias o impedimentos graves”, comenta el
presidente de la UDICDE, que agradece el respeto y la
colaboración de la ciudad autónoma para que, por un año más,
el rezo pueda llevarse a cabo en la zona de Loma Margarita,
aunque también podría haber sido en las Murallas Reales o la
explanada de La Marina. “Dentro de la Unión de Comunidades
Islámicas votamos Loma Margarita por unanimidad, pero el
gobierno de la ciudad autónoma no nos ha puesto ningún
impedimento para que se realice en estos otros sitios”,
confirma el presidente de la Junta. “Nosotros no debemos
imponer criterios, ya que se trata de una festividad de
amor, paz, convivencia y diálogo entre comunidades. La
importancia de rezar en un lugar con mucha más gente es que
el espacio se llena con mucho más amor”, apunta.
La empresa pública de televisión local, Radio Televisión
Ceuta, emitirá durante todo el mes una programación especial
después del informativo matinal, a las 10.00 de la mañana.
‘Nuestro Ramadán’, contará con las valoraciones personales
de 30 ceutíes de distinta índole que contarán cómo se vive
el Ramadán en sus hogares. Además, el rezo colectivo del
Musala se emitirá en directo y por primera vez con tres
cámaras, para que todos los ceutíes puedan compartir el
Ramadán, y vivirlo aún más de cerca.
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