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OPINIÓN - VIERNES, 29 DE JULIO DE 2011

 
OPINIÓN / EDITORIAL

Democracia y reglamentos

Esta legislatura no ha comenzado con buen pie en cuanto a la actividad de la Asamblea se refiere. El máximo órgano de representación popular de Ceuta ha adolecido en sus últimas sesiones del funcionamiento ágil y efectivo que requieren sus debates y la toma de decisiones que se adoptan en sede parlamentaria. Para conseguir este funcionamiento democrático están los reglamentos, el escalafón normativo que, en este caso, regula la actividad de la Asamblea. Para convocar el pleno extraordinario informativo que se celebró ayer se invocó el correspondiente artículo del Reglamento, en concreto, el 96, para después, saltárselo. La Mesa, con el presidente al frente, debe velar para que estas situaciones no se conviertan en un mal crónico en la Asamblea ceutí.
 

El Príncipe debe clamar contra los violentos

No son los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad ni las instituciones los responsables de la violencia que se vive en el Príncipe. Los vecinos de bien, que son la inmensa mayoría, se equivocarán si claman contra los responsables de la seguridad pública o los representantes políticos e institucionales: los culpables de la violencia son los violentos, y contra ellos han de clamar en pos de la tranquilidad que exigen y a la que, en efecto, tienen derecho como ciudadanos de un país libre y democrático. Sólo los que apoyan la violencia o la alientan o justifican claman y se manifiestan contra el Estado ante los actos violentos, como ocurre con el terrorismo cuando quienes lo apoyan responsabilizan al Estado del daño que causa.
 

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