Es fiesta aquí, en Mataró donde
resido, fiesta denominada ‘Les Santes’ y este año son dos
días.
Fiesta en que miles de adolescentes se sueltan en un
desmadre campechano por las plazas principales de la ciudad
para acabar la madrugada en las playas, con botellones
incluidos.
Alguna que otra adolescente, entre doce y catorce años,
sufre los estragos del alcohol y cae redonda al suelo. Un
grupo de amigas la agarran como pueden y la introducen en un
coche que sale pitando dirección no lo sé.
Muchas parejas hacen el amor en la arena de la playa,
iluminada por los focos del cercano Centro de Natación
Mataró, donde las chicas de la limpieza se quedan mirando
embobadas a través de la valla que separa las instalaciones
de la playa. Sesiones de porno gratuitas.
Se sigue hablando, escribiendo y televisando sobre la
terrible masacre de Noruega, donde el loco, según su
abogado, puede ser condenado a 30 años de cárcel ¿sólo?,
mientras en la capital del país, Madrid por si no lo sabían,
un tiroteo en un gimnasio deja un muerto y un herido de
gravedad… parece que entramos en un ciclo donde las armas
cantan sobremanera.
El México actual se ha trasladado a España. A juzgar por la
serie de crímenes que se cometen con arma de fuego, incluido
el de Ceuta.
No se preocupen, es cosa normal lo que pasa. Era normal en
el lejano oeste americano donde las disputas se solventaban
a tiro de revólver. Cuando el contrincante es un indio, piel
roja, mucho mejor para el recién creado país estadounidense.
Con la matanza de adolescentes noruegos, las juergas de los
adolescentes españoles… salta a la palestra el odio, que
demuestra cierta parte de la ciudadanía europea, a todo
extranjero.
Esa parte de la ciudadanía europea está formada por gente de
ultraderecha y están promoviendo el odio xenófobo a
ultranza.
No pierden el tiempo, los de la ultraderecha, en aprovechar
el miedo a la inmigración masiva.
Y que esto pase en países muy receptivos en democracia
avanzada.
Nada, no se preocupen, es normal que pase esto: la
extensión, por Europa, de partidos que promueve la xenofobia
apoyando, de manera implícita y explícita, las palabras del
criminal Behring Breivik “necesitaba perpetrar estos
atentados para salvar Noruega y Europa occidental de los
musulmanes y del marxismo cultural”
Y cuidado, tienen a España en el punto de mira como puerta
de entrada de quienes odian.
Nada, que este tío asesino no anda bien si dispara a sus
propios paisanos y habla tanto de su odio a los musulmanes…
¿por qué no ha disparado a éstos? ¿Por qué no ha acercado el
coche bomba a una de las cuatro o cinco mezquitas
existentes?... son demasiadas interrogantes.
Nada. Es normal que el gerente del Metro madrileño tenga que
dimitir al descubrirse el chanchullo montado con las
comisiones de varias obras. Si no lo hubieran descubierto,
aún seguiría en su sillón recibiendo suculentas ‘mordidas’.
Supongo que dimite con los bolsillos llenos, ¿no?.
Contaba con el apoyo del Ayuntamiento y de la Comunidad, o
sea del PP. Sin embargo, esto viene de lejos.
Es normal, cosa que pasa normalmente, que Mayor Oreja (PP)
suelte una barbaridad diciendo “… Zapatero condena los
crímenes de Noruega mientras legitima los de ETA”. Lo
anormal sería que bendijera al presidente del Gobierno.
Sería de locos, pero sin comparar.
Tan normal como hacen los del PP presentando por un lado a
Camps como héroe y mártir y por otro acusar, al mismo ex
presidente valenciano, de poner en cuestión el triunfo de
los peperos al optar por sentarse en el banquillo de los
acusados.
Tan normal como la trapera puñalada que asestó el propio
Camps a los otros tres cómplices, sobre todo a dos que
presentaron declaración de culpables, dejándolos en la
estacada.
Tan normal como que la vida sigue, yo también y el verano
desaparece. Llueve ahora mismo a mares.
|