Entre el 1 de marzo y el 26 de julio un total de 35 menores
extranjeros no acompañados de origen subsahariano han
conseguido acceder a Melilla, según la consejera Mª Antonia
Garbín, que reconoce que se ha producido “un repunte” en la
llegada de estos jóvenes en las últimas semanas,
coincidiendo con las entradas, casi a diario, de inmigrantes
a través de la costa. Estas entradas, sumadas a las de
menores marroquíes hacen que el Centro de la Purísima se
encuentre cerca de superar su capacidad máxima.
La consejera de Bienestar Social y Sanidad, Mª Antonia
Garbín, reconoció ayer que en las últimas semanas se viene
produciendo “un repunte” en la llegada de menores
extranjeros no acompañados de origen subsahariano, jóvenes
que acceden a la ciudad bien en solitario o junto a los
adultos que intentan entrar, casi a diario, a la ciudad, a
través de la costa.
“Los bebés que llegan con sus madres van con ellas al CETI,
pero el resto de menores son conducidos al centro de
Purísima donde se les realizan las pruebas para determinar
su edad”, dijo. Añadió que la mayoría de los que dicen ser
menores de edad, son en realidad mayores de 18 años, que
pasan al CETI.
No obstante hay que destacar que entre el día 1 de marzo y
el 26 de julio de este año, “un total de 35 menores de
origen subsahariano” han pasado a ser acogidos por la Ciudad
Autónoma en el Centro Purísima de Melilla.
También apuntó Garbín que en las últimas semanas se produjo
otro repunte de entrada de menores extranjeros no
acompañados (MENA), esta vez de origen marroquí, pero no del
norte del país, como suele ser la tónica, sino del centro y
el sur de Marruecos. “Fue hace una semana, pero ya parece
que ha parado”, dijo.
Cifras
A preguntas de los periodistas, apuntó que a fecha de 26 de
julio la Ciudad tiene en el programa de protección a un
total de 255 menores, de los que 197 son MENA, es decir,
menores extranjeros no acompañados, “una cifra similar a
años anteriores”.
Pero en lo que respecta al Centro de Purísima, el que cuenta
con un mayor volumen de residentes, indicó que en estos
momentos se alojan a 136 menores extranjeros no acompañados,
incluyendo a los que están en el módulo de primera acogida.
El centro, en total, cuenta con una capacidad máxima de 160
plazas, por lo que de continuar el aumento de nuevas
entradas de las pasadas semanas, Garbín teme que pueda haber
saturación.
En los meses de verano es cuando suele darse un incremento
en las cifras de acogidos, y en especial con la cercanía de
la Feria, que es cuando un número indeterminado de estos
MENA intenta acceder a la Península, como polizones, ocultos
en las atracciones feriales.
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