El Gobierno central, a través de su Delegación en Melilla,
reconoció ayer que nuestra ciudad seguirá sufriendo durante
todo el verano el repunte actual de la presión migratoria,
por el cual decenas de subsaharianos han conseguido llegar
en las últimas semanas por vía marítima. A preguntas de los
periodistas, el delegado del Gobierno, Antonio María Claret,
explicó ayer que Melilla sufre “un goteo permanente en esta
época de verano” de inmigrantes que llegan a bordo de
embarcaciones tipo zodiac a motor y lanchas de juguete
impulsadas con remos, o bien o a nado desde la costa
marroquí.
Claret explicó que los inmigrantes “permanentemente están
arribando a nuestras costas, unas veces la Guardia Civil los
devuelve directamente y la policía marroquí los recoge por
la situación en la que esté en ese momento el inmigrante, y
en otros momentos hay que traerlos a tierra [de Melilla],
internarlos en el CETI, documentarlos, etc”.
El delegado apuntó que mientras dure el verano, la
obligación de la administración es “seguir tratando bien a
los inmigrantes, dándoles alojamiento, alimentándolos y, a
la vez, tratando de devolverlos a sus países de origen”.
Así, informó de que la ocupación del Centro de Estancia
Temporal de Inmigrantes (CETI) a fecha de ayer era de 680
‘sin papeles’, lo que supera en 200 personas su número de
plazas, que es de 480.
“Eso quiere decir que tenemos una dotación de personal
interno que es superior para lo que fue construido”, admitió
el delegado del Gobierno, que aseguró no obstante que el
CETI se mantiene “dentro de los límites de lo que es
manejable” pese a tener una situación “de ocupación
intensa”.
En cualquier caso, informó de que el refuerzo de vigilancia
por parte de la Guardia Civil en el CETI se mantiene por
posibilidad de que surjan conflictos entre los inmigrantes.
En este sentido, apuntó que el Gobierno está intentando
mantener la cifra de ocupación del CETI para que no
sobrepase la situación actual, lo que obliga a “hacer
traslados” a los países de origen.
Para ello, es necesario “documentar bien” a los inmigrantes
cuando llegan a Melilla para que puedan ser reconocidos por
los consulados de los países de origen, de modo que las
devoluciones no entrañen problemas.
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