Pregunta.- ¿Cómo resumiría estas primeras semanas?
Respuesta.- Muy positivas. El grupo está demostrando una
predisposición al trabajo excepcional, con mucha ilusión,
asimilando conceptos. Hay que dar el tiempo suficiente para
que el equipo entienda todo lo que se quiere plasmar y
transmitir.
P.- Desde fuera parece que el equipo se está construyendo
con sensatez.
R.- Es evidente que hay un bloque que ha venido del San
Roque, pero lo que hay que hacer es un grupo, y el grupo va
más allá de seis futbolistas. Conociendo la categoría y para
la filosofía de fútbol que queremos aplicar hemos buscado el
perfil adecuado para conseguirlo. Esto es fútbol de alta
competición, rendimiento y lo que vale es ganar. Por eso,
cuando tienes una idea de juego tienes que buscar el
futbolista ideal para ello. Yo estoy contento con el grupo
que se está formando, aunque todavía nos falta gente para
terminar de cerrar la plantilla, pero la base que tenemos es
buena.
P.- ¿Echa de menos algún jugador que no haya podido
convencer del San Roque para venir o aquí están todos los
que quería usted?
R.- Los jugadores que están aquí son los que todos los
estamentos del club, desde diferentes perspectivas:
económica, deportiva y del conocimiento de la persona (al
final el hecho de tener un grupo unido acaba dando puntos),
han considerado que son los que tenían que estar y no echo
de menos a nadie.
P.- La columna vertebral del Ceuta es prácticamente la
misma que la del San Roque.
R.- El hecho de que se haya dado esta posibilidad ha sido
algo positivo. También a nivel de entrenador es bueno,
porque tengo futbolistas con los que he trabajado
anteriormente, no solo en el San Roque, sino también en
Terrasa o en el Barça. Ellos saben la idea que tú tienes
como entrenador. Hay dos parcelas muy importantes: la
primera es que el jugador esté preparado para llevar esta
idea desde el punto de vista futbolístico, y que desde el
psicológico también; hay que creer. Hay futbolistas que se
han decantado para venir aquí, porque creen en esta idea de
fútbol y que por sus cualidades de juego, nuestra manera de
entender el fútbol les potencia sus virtudes. Hay que creer
en la idea e ir todos a una. Yo siempre he dicho que
prefiero una única idea regular a once muy buenas
diferentes, porque esto es un deporte colectivo y al final
acabas rindiendo cuando el grupo está por encima de la
individualidad.
P.- Su estilo en Segunda B es un oasis en medio del
desierto, hasta cafre. ¿Por qué este estilo de juego?
R.- La educación que uno recibe en la vida es la que al
final acaba forjando su personalidad. Yo me he formado en la
cantera del Barça, he trabajado ocho años allí y entonces
cuando uno se educa en un contexto determinado, acaba
adquiriendo los conocimientos de ese contexto. Yo sé que
estoy en una categoría profesional y que hay que ganar, pero
para mí es muy importante cuidar las formas de cómo
conseguirlo y mi equipo es un equipo que va a dar un buen
trato al balón y que va a hacer un fútbol con vocación
ofensiva, intentar recuperar el balón lo antes posible e
intentar llevar la iniciativa. Lo que yo pretendo es que al
fin y al cabo se consigan los resultados de una manera
atractiva para el aficionado. El público irá al campo, verá
a su equipo y se sentirá identificado con algo que realmente
le gusta. No me agrada compararme con nadie, respeto todos
los estilos, pero el mío es este. Quizá sea inhabitual en
Segunda B, pero al fin y al cabo lo que importan son los
resultados y tengo los jugadores para poderlo llevar a cabo.
P.- Con tanto ataque, ¿no se acaba descuidando la
defensa?
R.- El fútbol es equilibrio. No solo puedes cuidar un
aspecto. El fútbol es tener el balón y no tenerlo; el
aspecto ofensivo y el defensivo. Si no encuentras el
equilibrio entre ambos, por muy bien que trabajes uno de
ellos, no vas a obtener los resultados óptimos. A pesar de
ser el mío un fútbol de vocación ofensiva, el año pasado el
San Roque fue de los menos goleados de la categoría. Yo
trabajo mucho este equilibrio, las transiciones
defensa-ataque-defensa.
P.- ¿Es Samu el punto de inflexión entre el equipo de
ataque y el de defensa?
R.- Es un bloque. En los partidos que iremos viendo, nos
daremos cuenta de cómo las laterales llegan muy arriba y,
sin embargo, son jugadores que forman parte de la defensa.
Veremos interiores que llegan de segunda línea, muy cerca
del área, recuperando balones muy arriba. Al final esto es
equilibrio y un bloque compacto sin que tenga que estar
partido.
P.- ¿El once que salió en Cartaya y el que lo hizo en la
segunda parte de Lebrija, con Pereira dentro, va a ser el
titular?
R.- Estamos en un periodo de prueba, hemos jugado solo dos
partidos y es un periodo de conocimiento mutuo. Ellos
respecto a mí y yo respecto al grupo. Evidentemente este es
el momento de hacer las pruebas y de que los jugadores
puedan mostrar lo que pueden dar en base a las necesidad del
grupo. Todos van a tener necesidades. Es evidente que la
preparación este año es menor y hay que ir perfilando un
once, pero yo creo en el grupo.
P.- ¿Va a ser esta una plantilla de 20 o 21 jugadores?.
R.- Estudiaremos las necesidades desde todos los estamentos:
presidencia, dirección deportiva, entrenador. Me tengo que
adaptar a la filosofía del club y no va a suponer esto
ningún problema. Tenemos que tener paciencia. No es cuestión
de fichar rápido, sino de fichar bien y creo que lo estamos
haciendo bien y hay que seguir en esa línea y no
equivocarnos por querer tener 22 jugadores lo antes posible.
Lo que tenemos que conseguir es estar en perfectas
condiciones para debutar en Liga ante nuestra gente ante un
rival como el Sevilla Atlético, que la verdad es que nos
ilusiona.
P.- ¿Por qué se decantó por el Ceuta?
R.- El Ceuta sabemos todos que es un club muy grande dentro
de la categoría, que antes de que existiera el recorte de la
subvención era un equipo que aspiraba a todo, porque lo ha
demostrado siempre en años anteriores. En ese momento se
apostó por mí. Por eso, cuando alguien apuesta por ti en un
momento como este y las cosas se tuercer, el ‘feeling’ que
se produjo desde el primer día tanto con el presidente como
las personas con las que estuvimos en contacto hizo que se
siguiera mantuviendo este vínculo y me parecía oportuno por
mi parte que esa apuesta que se había hecho hacia mí tenía
que ser devuelta de alguna manera y, reconsiderando la
posición y llegando a un mutuo acuerdo, vimos que era
oportuno venir aquí. Estoy muy ilusionado, tengo muchas
ganas de trabajar en este club y hacer que la afición se
sienta orgullosa de las personas que defienden esta camiseta
y estoy convencido de que puede ser un buen año para todos.
P.- Con 35 años, ¿no va usted un poco por delante en la
biología futbolística? ¿Cómo es su trato con los futbolistas
con tan poca diferencia de edad?
R.- No me considero por delante de nadie. Considero que soy
una persona trabajadora, humilde y que intenta aplicar su
idea de fútbol en base a lo que cree. La edad no te da la
experiencia, sino que las experiencias te dan una edad.
Gracias a Dios he vivido experiencias importantes en el
mundo del fútbol. He estado ocho años en el Barça, uno en el
primer equipo junto a Charly Rexach, he hecho de director
deportivo, de entrenador en Segunda B... yo creo que he
vivido experiencias suficientes como para que la edad no sea
un impedimento. No me considero ni mejor ni peor que nadie.
Tengo mis ideas y mi criterio. Respecto a mi relación con el
vestuario, la edad no es un problema, sino todo lo
contrario. Al final el respeto se gana en la lógica de
actuación, en cómo sepas gestionar el grupo y sus diferentes
puntos de vista. Cuando consigues que el futbolista crea y
le transmites cosas que le ayudan a crecer y demostrar en el
campo mejor sus virtudes, el futbolista acaba creyendo. El
mejor juez para un entrenador son sus futbolistas y que los
futbolistas hablen bien de un entrenador es bueno. Poder ver
declaraciones de jugadores a los que has entrenado, como
Bojan por ejemplo, que se acaba de despedir y me ha
mecionado, es una satisfacción.
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