El Centro de Estancia Temporal para Inmigrantes (CETI) ha
tenido que aumentar la plantilla de personal de cocina para
abastecer a los 635 inmigrantes que sumaron ayer con la
última llegada. Cada turno de almuerzo y cena, que duraba
una hora, ha tenido que incrementarse para agilizar el
reparto de cada grupo de 250 residentes.
Con la llegada de los últimos siete en la jornada de ayer,
el Centro de Estancia Temporal para Inmigrantes (CETI) ha
sumado los 635 residentes aunque, “de momento”, no se prevÉn
salidas, tal y como señalaron desde la dirección de las
instalaciones del Jaral.
Descartadas las salidas de colectivos vulnerables, para la
próxima semana sí que podrían darse más expulsiones aunque
los datos fehacientes “los notifica el Ministerio del
Interior y con poco tiempo de antelación pues nosotros no lo
decimos”, añadieron desde el CETI.
Aunque la “normalidad” impera en las instalaciones del
Jaral, algunas modificaciones se han tenido que realizar
ante el incremento de sus residentes como, por ejemplo, el
aumento de personal de cocina en tres plazas ya que “el
número de trabajadores se determina por la cifra de
residentes”, explicaron. Cada turno de almuerzo o cena asume
alrededor de 250 personas por lo que se ha visto
incrementado en media hora para agilizar el reparto, con un
total de hora y media. Los talleres y acciones formativas
mantienen su ritmo normal aunque se siguen habilitando
“espacios comunes para las pernoctaciones”. De ahí que entre
los 635 residentes haya entre 8 y 10 pequeños que habitan
con sus familias.
Sin embargo, la reestructuración en los comedores tiene
también sus buenos resultados para la temporada que se
avecina. “Dentro de unos días comenzará el Ramadán y muchos
de los inmigrantes ayunan así que desde las nueve y media de
la noche y hasta altas horas de la madrugada, necesitan
tener comida”, alegaron desde la dirección del CETI.
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