Rechazo totalmente llevar corbata
en las mañanas y tardes de verano, salvo que el protocolo
‘real’ me lo imponga.
Estamos en una era avanzada, estamos en una bola planetaria
con tecnologías punta que producen calor.
En cualquier lugar donde se encuentre un PC, aparatos de
audio-vídeo, etc., el calor es a veces insoportable y suele
ser atenuado, en la mayoría de los casos, mediante aparatos
de aire acondicionado y otros sin el acondicionado
(ventiladores). Con el consumo que esto representa.
Llevar corbata es un suplicio de Tántalo, con intento de
sacrificio de su propio hijo Pélope, y no veo una verdadera
razón del por qué no llevarla.
Los que se empeñan en llevarla, aunque el termómetro
sobrepase los 40º, suelen ser gente muy, pero muy
conservadora, amante de la férrea disciplina y que por eso
exigen que los otros la lleven.
El presidente del Congreso, Bono, más bien parece pertenecer
al PSCE que al PSOE. De obrero tiene lo que de capitalista
tengo yo.
Antes era una obligación, para los funcionarios y empleados
administrativos de empresas públicas o privadas, llevar la
corbata a todas horas del día, todos los días de la semana
laboral y algunos domingos y fiestas de guardar.
Seamos prácticos.
Llevar corbata no significa que sea mejor, en educación y
modales, que el que no la lleve. No significa que sea más
guapo que el otro.
Significa que nos aumenten los impuestos y los intereses,
como están haciendo los gobernantes de derechas, mientras
recortan derechos sociales y se aumentan los sueldos para
ellos solos.
Llevar corbata significa retractarse de las promesas
realizadas antes de ocupar cargos políticos, caso de Artur
Mas.
El nacionalista y conservador presidente de la Generalitat
de Catalunya dice ahora que sería un fraude promover ahora
la independencia… yo mismo lo vi votando en el pseudo-referéndum
sobre la independencia.
Además se ha empeñado, con los votos del PP, en efectuar
recortes sociales y subir el canon del agua un 8,5%. Parece
que están pagando a Dios por el agua de lluvia que llena
plenamente los embalses catalanes. Entretanto no toca la
gratuidad del impuesto de sucesiones, con lo que beneficia a
los ricos y muy ricos.
La paradoja es que mientras cerrarán, los catalanes, el
presente año con un déficit de 5.408,40 millones de euros,
nadie ponga el grito en el cielo como vienen haciéndolo los
castellanos manchegos, versión PP con la presidenta de
Cospedal al frente, en referencia a las cuentas de los
anteriores mandatarios socialistas.
Prolongar indefinidamente el plazo para pagar las facturas,
los entes gobernantes, es pan de cada día, pero aplazar el
pago de los emolumentos de los cargos políticos… ¡ni
pensarlo!, hay que buscar dinero hasta debajo de las
piedras, en referencia a los embalses, para seguir cobrando
sueldos solamente por hablar en tribunas y estampar, de vez
en cuando, la firma en documentos elaborados, meditados y
preparados por FUNCIONARIOS que cobran la tercera parte de
lo que cobran los cargos políticos y además sin usar coches
ni prebendas oficiales. Ni gastos de representación.
Entretanto otro presidente, el de la Generalitat valenciana,
considera que declararse culpable no es aceptable por su ego
y prefiere dimitir, con el supuesto fin de allanar a Rajoy
el camino a La Moncloa.
¿Seguirá siendo inculpado, ahora como ciudadano normal, en
el caso de los trajes?
En fin. La vida sigue, yo también y Camps se quita un peso
de encima: cargar con el pesado culo de Rajoy, sin perder la
sonrisa de dentífrico.
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