La Ciudad Autónoma de Ceuta necesita una respuesta
esperanzadora a la principal preocupación actual de todos
los ceutíes: el problema del desempleo. Así, el primer paso
es crear empleo lo antes posible, aunque sin tener una
visión cortoplacista, y para ello hay que apuntar, entre
otros, hacia aquellos nichos de mercado que ofrecen más
posibilidades de generarlo en los próximos años, como son
las energías alternativas, la lucha contra el cambio
climático y la atención a personas mayores y dependientes.
Ello requerirá reorientar el modelo productivo para
construir una economía sana y competitiva, y para lograrlo
habrá que afrontar un proceso de reformas y saneamiento.
Evidentemente la sociedad ceutí ha cambiado, los tiempos
también y las necesidades económicas actuales no son las de
antes, por lo que Ceuta debe tomar conciencia para cambiar
su estatus económico evitando, de este modo, pesadas cargas
de endeudamiento, políticas de despilfarro y políticas que
poco sirven a este nuevo tiempo. La nueva estrategia de
política económica ha de basarse en la competitividad, el
empleo y en la creación de un nuevo modelo económico, pero
para que ello sea un instrumento eficaz de desarrollo
económico es preciso poner a punto a la Ciudad Autónoma. Ese
nuevo modelo económico debe cimentar sus bases pensando en
la enseñanza, la formación, la capacitación y el talento
como herramientas eficaces. Es el momento de apostar por
nuevos sectores económicos, hay que reforzar la
modernización y hay que impulsar a los sectores
tradicionales.
El nuevo modelo económico debe buscar una mayor
sostenibilidad económica, social y medioambiental, con una
visión amplia del concepto de sostenibilidad. Habría que
apuntar mejoras en todos los factores que influyen en los
resultados que alcanza una economía: dotación de capital
físico, humano, tecnológico y medioambiental; además de
inculcar los elementos facilitadores del crecimiento
económico, como son las contribuciones del sistema
financiero y del sector público. Creemos que cambiar la
orientación del modelo económico de Ceuta hacia un modelo
más sostenible debe ser un objetivo necesario y factible,
pero para alcanzarlo es necesario llevar a cabo reformas en
las políticas activas de empleo, haciendo especial hincapié
en temas clave como son la inserción, formación y planes de
empleo; en obras e infraestructuras, con el punto de mira en
una evidente repercusión sobre el empleo local; en la
ampliación de las bonificaciones a la Seguridad Social; en
la modificación del régimen de incentivos fiscales,
ampliando las bonificaciones en el impuesto de sociedades,
en el IRPF, reformando el IPSI; en la modificación de las
denominadas Reglas de Origen; en el abaratamiento del
transporte de mercancías; en el replanteamiento de un
turismo más real; y manteniendo una presencia eficiente de
las Administraciones Públicas. Todo ello necesita el
protagonismo de la ciudadanía y la colaboración decidida de
todos los agentes económicos y sociales, con una
transparencia absoluta en cuanto al acceso a la información.
Creemos que varios sectores tradicionales de la economía
ceutí deberían experimentar una renovación, tales como el
comercio, puerto y servicios en general, que deben seguir
teniendo protagonismo. Es muy importante intentar la
mentalización de todos los agentes intervinientes en la
economía de Ceuta, una sensibilización para que las rentas
generadas en la Ciudad repercutan en la misma.
Para conseguir todo lo anterior es preciso, en una primera
etapa, el diálogo social, y posteriormente, la concertación
social, porque el interés general debe primar sobre el
particular, y “Ceuta es lo primero”, tal y como corrobora el
Grupo Parlamentario Socialista de Ceuta.
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