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OPINIÓN - DOMINGO, 17 DE JULIO DE 2011

 
OPINIÓN / ANÁLISIS

¿Y que sucede con los Acuerdos
de readmisión de menores?


Nuria de Madariaga
opinion@elpueblodeceuta.com

 

En efecto, entre los dos Reinos existen ya dos acuerdos ratificados en los años 2003 y 2007 para la readmisión automática por parte de Marruecos de los jóvenes menores de edad que entren ilegalmente en España. La postura marroquí es digna y es adecuada, nos encontramos ante un Estado soberano que nunca, jamás, desampara ni ha desamparado a sus nacionales, que ha suscrito todos los Tratados Internacionales sobre los Derechos del Niño y que es plenamente capaz de hacerse cargo de sus súbditos.

De ahí el comportamiento altivo y prepotente que tantos han criticado al Gobierno Español por su obstinación en considerar “desamparados” a muchachos que ni son apátridas ni pertenecen a un contingente de evacuados de un país en guerra al que evidentemente no pueden retornar. Y actualmente los casos de MENA en España se circunscriben de manera casi exclusiva a los menores marroquíes, a los rumanos y a algunos casos de nacionales de países africanos. Lo que está garantizado es que las Embajadas y los Ministerios de Rumanía y de Marruecos jamás “desamparan” y en el caso de los africanos hay que ir determinando país por país.

Tampoco el Gobierno del Reino de Marruecos ni el de Rumanía ponen ninguna traba en acoger en las fronteras a sus nacionales ya que si lo hicieran sería una caso denunciable a nivel internacional. Muy por el contrario, la fuente de todos los inconvenientes, las trabas y los obstáculos residen única y exclusivamente en la postura ensoberbecida e hipócritamente paternalista del Gobierno Español, impasible ante los casos lacerantes de miles de niños españoles que viven en zonas marginales, en núcleos de chabolas, en barriadas empobrecidas y terriblemente conflictivas y en entornos familiares donde predominan el paro, la exclusión social, el analfabetismo, la pobreza y en ocasiones difíciles situaciones familiares, la tibia dureza y los escasos medios de los que disponen estos menores en clara situación de riesgo, se convierte en “garantías”, “desvelos”, “formalismos legales” y una infinita burocracia cuando los menores de dieciocho años son extranjeros.

Las devoluciones de menores rumanos con la intervención muy activa de su Cuerpo Consular no suele ser dificultosa y tampoco tiene por qué serlo la de los MENA procedentes de Marruecos ya que, por lógica, los trámites deben agilizarse y simplificarse porque van a ser devueltos a su país de origen y puestos a disposición de sus Autoridades que son muy capaces de devolver a los chicos a sus familias o de ingresarles en una institución juvenil. Lo que ni Marruecos necesita ni España tiene derecho a poco menos que “exigir” es a la continua política de “injerencia” en asuntos de países soberanos. ¿Quienes son los españoles para “evaluar” y “calificar” a cualquier familia marroquí y “determinar” si devuelven al joven o no? ¿Es que hemos vuelto a “injerencias” con claros ecos del antiguo colonialismo? ¿Es que se le va a “arrebatar” al Reino de Marruecos, socio preferente de la UE su “legítimo derecho” de “recuperar” a sus jóvenes nacionales que han salido ilegalmente del Reino Alaouita? ¿Tiene derecho España a tratar de “controlar” los destinos de los jóvenes marroquíes devueltos a su Patria? A nivel de Derecho Internacional el comportamiento de España para con Marruecos podría calificarse de inaceptable y humillante.

Los Tratados firmados entre los dos Reinos, el de España y el de Marruecos, existen y han de cumplirse de manera automática : entrada ilegal en España- devolución a las Autoridades Marroquíes. Sin más prolegómenos que no “garantizan” porque para “garante” tienen al Gobierno de Marruecos, sino que dificultan, eternizan y hacen de cada devolución una especie de carrera de obstáculos artificiosa, absurda e imbuida por una especie de hipócrita moralina dimanante de las virtudes lacrimosas. Es sabido que a los países prepotentes siempre les ha encantado poner los ojos en blanco “¡Somos tan buenos y tan garantistas...!” “¡Qué bonito es hacer caridades...!”. ¿Que quieren hacer “caridades” con adolescentes y con muchachos? Que se alarguen a Los Asperones malagueños, o a la Palmilla, o a la barriada de la Corta o a las Barranquillas madrileñas, o a las Tres Mil Viviendas sevillanas o a las barriadas marginales catalanas o a los enclaves de chabolas que salpican toda España y en esos sitios que nuestros políticos aborrecen porque les parecen peligrosos y desagradables echan una buena ojeada y de paso les aplican un buen puñado de “garantías” “asistencia letrada” “asistentes sociales” “riesgos de desamparos” y unos cuantos kilos de “papeleo” con muchos sellos de la Fiscalía. Pero la miseria, la exclusión, la falta de oportunidades, el paro y la pobreza de tantos adolescentes españoles parece que interesan menos. ¿Y los que andan ya enganchados? pues menos todavía. ¿Y los que se pasan la vida que entro que salgo de los Centros de Internamiento con mucho psicólogo y mucha pamplina pero sin un puto psiquiatra juvenil capaz de diagnosticar si son sociópatas o tienen cualquier patología? vale, claro, la psiquiatría infantil y juvenil está en España en mantillas porque “no hay presupuesto”. Para los adolescentes españoles con problemas serios siempre “falta presupuesto” y para las familias que comen de lo que rescatan de los contenedores de basura de los supermercados tampoco “llega el presupuesto” y para quienes hacen cola en los cientos de comedores de caridad de toda España “no alcanza el presupuesto”.

De hecho el Reino de España, ese que firmó con el Reino de Marruecos los flamantes tratados de readmisión de MENA en Rabat en diciembre del 2003 y posteriormente un nuevo Tratado el 6 de marzo del 2007 “más de lo mismo” y que da la leve sensación de que no se cumplen, esa España que hiela el corazón al españolito que viene al mundo nunca firma Tratados con los jóvenes y los adolescentes de los poblados chabolistas ni de los barrios marginales. Esos no interesan. Y encima parece que “no dan ganas” de ponerse “humanitarios” ni “caritativos” con ellos. Hipócritas, hipócritas, hipócritas y... ¡Babosos!
 

Guillermo Martínez y el Gobierno hacen los deberes


Nuria de Madariaga
opinion@elpueblodeceuta.com

 

Como cada viernes tuvo lugar la rueda de prensa tras el Consejo de Gobierno semanal con la comparecencia del inmutable Portavoz Guillermo Martínez a quien, como es habitual, ni las cuestiones más procelosas son susceptibles de alterar ni la más sensible de sus rubias guedejas. Idéntico tono de reflexiva amabilidad ante cualquier pregunta de las realizadas tras su disertación en la que señaló los temas tratados en el Consejo y supo generar expectación ante el próximo Pleno de mañana lunes que esperamos denso y lleno de contenido pero que también deseamos que sea “inter pares” es decir, entre señores.

¿Asuntos tratados? Interesantes y antes que nada exponentes de la continuada labor de progreso y avances que son consustanciales a la estrategia de gobierno. Porque lo referente a los planes de empleo que aliviarán la bolsa de paro ceutí siempre constituye una buena noticia, así como la licencia para la construcción de la nueva residencia de ancianos y la política de continuidad de intervenciones a todos los niveles en la barriadas Príncipe Alfonso y Príncipe Felipe que me pregunto si serán las únicas que existen en Ceuta ya que son objeto de todos los desvelos ¿En detrimento del resto? No opinaré sin datos y estadísticas, pero Benzú “existe”.

Y continuó el Portavoz con su flema very british anunciando que viene la feria y que ya nos contarán, aunque mejor que que nos cuenten que comiencen a entoldar la Gran Vía y a colgar cascadas de farolillos para la feria de día, que el Gobierno responda a las expectativas “facebukeras” y “que no nos falte de ná”.

Y menos aún las cámaras de vídeo vigilancia en los lugares de interés histórico, artístico y patrimonial así como en enclaves específicos porque en toda España las tienen, las usan y las utilizan con fines disuasorios de cara a acciones delictivas y también como garantía de protección ciudadana al facilitar sus labores investigativas a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. ¿Cien lugares de interés artístico y cien cámaras de vigilancia? Y doscientas, el presupuesto es mínimo, se amortizan de inmediato y prestan un servicio impagable frente a lo que el Portavoz calificó en este caso de “gamberradas” un término que, como jurista, considero muy inapropiado porque de alguna manera resta gravedad a un expolio artístico como ha sido el destrozo de las estatuas, a daños relevantes como los que está sufriendo sistemáticamente la manzana del Revellín “por ser quien es”, es decir, porque los delincuentes consideran que el vandalismo contra un edificio singular de coste muy elevado y que supone un orgullo para la ciudad es más nocivo que si hicieran una pintada o se liaran a pedradas con la tapia de un huerto.

¿Y la quema de vehículos con el peligro que supone para la ciudadanía por los riesgos de propagación del fuego? Y aclaro que no hace falta dictar grandes ordenanzas amenazando con sanciones porque los maleantes ni pagan las multas ni suelen llevar seguro en sus motos, lo talentoso sería que, de forma sistemática la Ciudad Autónoma se personara como acusación particular en cualquier procedimiento penal que se incoe por vandalismo, daños, incendios, expolios, pactar con la Delegación de Gobierno para que se incrementen las detenciones y el ingreso en los calabozos y con la Fiscalía para que considere el riesgo evidente de reiteración delictiva a la hora de decretar la libertad y a la hora de calificar los hechos. Tolerancia 0.

Por el bien de los ciudadanos, porque los ciudadanos lo demandan y exigen y porque las conductas destructivas son una espiral ascendente en la que entran los delincuentes y es muy difícil hacerles parar si no es interponiendo unos buenos barrotes entre ellos y la sociedad.

¿Y si Giuliani impuso en Nueva York la tolerancia 0, por qué no vamos a tenerla en Ceuta?
 

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